Ana Pronesti, la encargada del monasterio de General Rodríguez donde detuvieron a José López, reveló nuevas conexiones entre el kirchnerismo y el convento donde el ex secretario de Obras Públicas intentó ocultar casi US$ 9 millones.
Según contó, la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, “llamaba mucho a la hermana Alba” ya que se “preocupaba de que le llegara la medicación”. Aclaró que jamás vio a la hermana del ex Presidente y aseguró que tampoco sabe si alguna vez estuvo en el convento.
Alicia Kirchner mantenía un contacto telefónico fluido con la hermana Alba.
En tanto, Pronesti manifestó que nunca supo quién era López, aunque advirtió que lo vio en diciembre de 2014, "cuando monseñor Héctor Di Monte cumplió 60 años de su ordenación”. Y agregó: “A Julio De Vido sí lo reconozco más".
Pronesti dijo haber visto a López en el cumpleaños de monseñor Di Monte.
La vecina de General Rodríguez desde hace más de 25 años relató con detalles el momento en que la monja Alba Martínez la llamó para contarle el cuadre de situación en el que López ingresó al monasterio con los bolsos. “Alba me dijo que López estaba como loco y que él mismo decía que había robado por las monjas, y la madre le dijo: “Arrepentite”, expresó.
En diálogo con el programa El juego limpio, que conduce Nelson Castro, Pronesti continuó: "Yo no entendía qué me estaba diciendo la madre, que decía que el dinero fue robado para terminar la casa de ejercicios espirituales. Esperé un rato y la volví a llamar, porque pensé que el relato era producto de la edad de la madre. Le dije: ¿estás bien? Me dijo que sí y que José López estaba como loco".
La hermana Alba le dijo a la encargada que "López estaba como loco".
Pronesti relató que tras el llamado se dirigió al monasterio y comprobó con el operativo de la policía bonaerense que los dichos de la hermana Alba eran ciertos.
Sobre las supuestas bóvedas halladas en el lugar, que desde el monasterio aseguraron se tratan de espacios para que descanses los restos de los integrantes de la iglesia, Pronesti aseguró que Rubén Di Monte, el obispo que tenía nexos con Julio De Vido y José López, "tenía una autorización pontificia para que su cuerpo descanse ahí".