El periodista acreditado en la Casa Rosada por el diario La Nación e imagen visible del movimiento contra la despenalización del aborto, Mariano Obarrio, intentó junto a un pequeño grupo de militantes evitar, durante el fin de semana, que se le practique un aborto a una paciente en el Hospital Rivadavia que se encontraba autorizado por el protocolo ILE. Cuando Obarrio pensó, y festejó, que se había frenado el procedimiento desde el nosocomio confirmaron que se había realizado sin inconvenientes,
El periodista de La Nación, Mariano Obarrio, intentó sin éxito evitar un aborto no punible.
La paciente, cuyo nombre no trascendió, consiguió el aval debido a que su embarazo ponía en riesgo su vida. Esa situación junto los embarazos productos de una violación son los dos únicos escenarios en donde la legislación argentina permite la interrupción de un embarazo.
“El aborto no se frenó. Era un aborto no punible que se hizo a pesar de la denuncia y de la pintada en el hospital. Se hizo lo que se tenía que hacer, que era garantizar el derecho. El hospital hizo lo que correspondía, en un contexto de mucha presión y persecución. Es grave que se haya filtrado el caso, hay que cuidar mucho la confidencialidad”, dijeron fuentes allegadas al caso según consigna Clarín.
Incluso desde la Red de Profesionales con Derecho a Elegir explicaron que ni siquiera se vio suspendido sino que se realizó ese mismo día el procedimiento. Todo comenzó el viernes cuando Obarrio, desde los pasillos de la Casa Rosada, publicó un video en donde alertó que estaban al tanto de que en dicha institución se iba a aplicar el protocolo ILE para un aborto que, según él, no se encontraba probado de que estuviera dentro de dichos parámetros.
El sábado, ya desde la explanada del Rivadavia, volvió a publicar un video, en el que aparece junto a un grupo de mujeres, el periodista aseguraba que en ese caso el aborto “no estaba debidamente fundamentado” y afirma que “los médicos y el director del hospital Rivadavia no han querido practicar este aborto”.
Luego pasa a elaborar una teoría en la que se pregunta “si en realidad no se está usando este protocolo ILE como excusa para producir abortos indiscriminados en Buenos Aires y muchos lugares del país”. Pero el “piquete” con posterior irrupción en la habitación de la paciente no evitó que se cercenen los derechos individuales de ella y se practique el aborto.