La auditoría que María Eugenia Vidal ordenó sobre los 14 mil policías locales formados durante el sciolismo arrojó resultados alarmantes: un 30 por ciento de los efectivos no están en condiciones de ser parte de la fuerza.
De acuerdo al relevamiento al que accedió BigBang, unos 4000 efectivos no cuentan con las capacidades técnicas y teóricas mínimas para estar en actividad. Ninguno de ellos superó las evaluaciones de tiro y defensa personal a las que fueron sometidos para conocer su grado de capacitación.
Un 30 por ciento de la Policía Local no estaban en condiciones de ser efectivos.
A esta serie de inconveniente se sumó que muchos de los jóvenes policías habían presentado, al momento de su ingreso a la fuerza, analíticos escolares falsos o contaban con antecedentes penales. Incluso nunca se realizó un estudio socioambiental sobre los postulantes: varios de ellos tenían familiares delincuentes o que habían incurrido en delitos en el pasado.
Mala puntería
En cuanto a las evaluaciones, los exámenes de tiro determinaron que los efectivos no alcanzaron dar en el blanco un porcentaje superior al 70 por ciento de los disparos efectuados. Además muchos de ellos presentaban errores en la empuñadura del arma y en la posición de tiro.
Los estudiantes debieron ser sometidos a un nuevo entrenamiento.
En cuanto a la defensa personal, los jóvenes agentes expusieron falencias en las técnicas de retención del posible detenido y una buena parte de ellos jamás había vuelto a poner en práctica los conceptos recibidos durante su formación. Es decir, hacía meses que no repasaban los conceptos técnicos.
Por estos días, los efectivos reentrenados son sometidos a una estricta evaluación. De esos resultados dependerá su regreso formal a la actividad policial. Aquellos que no cumplan con los requisitos serán asignados a tareas administrativas o incluso tendrán que dejar la fuerza.
Nueva formación
Tras su llegada al poder, Vidal indicó reorganizar la fuerza y establecer nuevos parámetros de entrenamiento. El nuevo plan de entrenamiento, al cual BigBang accedió, llevó de seis a nueve los meses de formación e incrementó las horas de tiro y defensa personal.
El plan de estudios de la Policía Local consta de 1.280 hs pero Vidal lo incrementará aún más.
Para aprobar ahora un oficial tendrá que haber efectuado un mínimo de 250 tiros, de los cuales un porcentaje superior al 70 por ciento deben haber dado en el blanco. El entrenamiento incorporará polígonos virtuales que permitan observar el trazo del tiro y corregir la empuñadura sin necesidad de utilizar municiones. Este plan contempla que cada estudiante porte su propio chaleco anti balas.
La nueva gestión adquirirá para la segunda mitad del año seis polígonos virtuales y otros tantos simuladores de manejo para camionetas y autos.
En cuanto a la defensa personal, los estudiantes ahora tendrán tres estímulos físicos por semana, en lugar de uno como contemplaba el antiguo plan de estudio, y las autoridades buscan regular el uso de la tonfa, el palo de policía que permite reducir a un delincuente sin necesidad de utilizar el arma.
La curricula teórica también elevó su nivel de enseñanza.
Las materias legales, jurídicas y sociales que hacen a la formación del oficial incorporaron más horas de estudio a medida que el ministerio de Educación apruebe las modificaciones. Ya se incorporó a la curricula “Violencia de género” para que los flamantes agentes puedan contener a la víctima hasta que se efectúe la denuncia en la fiscalía correspondiente.
Una vez recibidos, los nuevos agentes deberán seguir un estricto plan alimenticio diseñado por la Universidad Católica de La Plata y, a su vez, cumplir con un riguroso entrenamiento físico, para el cual el Gobierno de Vidal realizó un acuerdo con los municipios con el objetivo de brindarle las instalaciones necesarias a cada uno de ellos.
La curricula teórica también elevó su nivel de enseñanza.
Por otra parte el ordenamiento de la fuerza también reacomodó el ciclo de formación para que todos los municipios comiencen los estudios en abril y finalicen en diciembre. Se prevé que para fines de 2016 sean 8.000 los nuevos egresados.
TOPE DE EDAD
El antiguo régimen de aprobación permitía a un estudiante de hasta 35 años convertirse en Policía, sin embargo, el límite de edad de egreso se bajó a 29, es decir, que un aspirante que cumpla los treinta durante el entrenamiento no podrá siquiera inscribirse. De esta forma buscan que la fuerza tenga un rango de edad más joven.