Otra vez hubo incidentes en los comicios de la localidad tucumana de Sargento Moya. Se trata del municipio donde se originaron las denuncias por robo y quema de urnas en las elecciones provinciales del 23 de agosto, que finalizaron en medio de un escándalo en el que debió interceder la Corte Suprema de Tucumán.
“Un grupo de vecinos realizó cortes de ruta y lanzó pirotecnia en protesta por la supuesta presencia de personas que no figuraban en el padrón pero no residen en el lugar”, explicó Darío Almaraz, miembro de la Junta Electoral Provincial.
En agosto pasado, así terminaron varias urnas de una escuela en Sargento Moya.
Unas 15 mil personas de cinco comunas de Tucumán debieron votar hoy en las elecciones complementarias, ya que las generales fueron suspendidas a raíz de la quema de urnas.
Sólo en el caso de Sargento Moya se suspendieron los comicios, donde se elegían cargos comunales. Aunque las elecciones habían comenzado con normalidad, apenas pudieron votar unas 200 personas de las 560 habilitadas.
Los incidentes comenzaron a noche, cuando manifestantes arrojaron clavos a la ruta 324 para impedir la llegada de las urnas. Luego, un grupo que aseguraba ser allegado al Acuerdo para el Bicentenario, de la oposición, quemó cubiertas frente al edificio de la comuna, para reclamar por las irregularidades en el padrón.
Estos sectores, enfrentados con la candidata del Frente para la Victoria, Inés Ibarra, habían denunciado que 160 ciudadanos, que no tenían residencia en Sargento Moya, figuraban en el padrón el pasado 23 de agosto. Los reclamos se incrementaron en los últimos días luego de conocerse que la Junta Electoral había resolvió inhabilitar a 16 votantes, es decir el 10% de los denunciados.