22 Febrero de 2016 07:11
A cinco días de anunciar el “Protocolo de actuación en las manifestaciones públicas”, impulsado por el ministerio de Seguridad que dirige Patricia Bullrich y que busca evitar las extensas protestas en las calles, dirigentes del MST realizan desde las 11 un “escrache” en la puerta de la casa de la funcionaria.
Una imagen del escrache de hoy.
Luego de arribar al lugar, la Policía les hizo firmar un acta por la protesta que estaban llevando adelante, aunque no se produjeron incidentes ni discusiones.
Militantes de izquierda se concentran en la puerta de la casa de la ministra de Seguridad.
De esta forma, la manifestación en contra del protocolo “anti piquetes” sufrió en carne propia el procedimiento.
La iniciativa es llevada adelante por los dirigentes del Movimiento Socialista de los Trabajadores, Alejandro Bodart y Vilma Ripoll, en rechazo a la medida impulsada por el Gobierno. En diálogo con BigBang, el ex legislador porteño, brindó detalles de la protesta, el primer “escrache” a un funcionario macrista.
Bodart y Ripoll encabezan el acto de protesta en la casa de Bullrich.
“Nos molestó de sobremodo la frase de ´sino se van en 5 minutos los sacamos´”, contó el dirigente a este sitio. Alrededor de las 11, un grupo de militantes de izquierda se concentrarán en la puerta del domicilio de la funcionaria con pancartas, banderas y un pedido unánime: que se dé marcha atrás con el protocolo antipiquetes.
El acto es en contra del nuevo protocolo anti piquetes.
Desde el espacio de izquierda aseguran que el protocolo “viola los derechos constitucionales de manifestar que tienen los ciudadanos”. En ese sentido, cuestionaron que la medida ubique a los periodistas en un corralito. “Cuando quieren que no se vea algo es porque van a hacer algo malo”, explicó.
No es la primera vez que el MST realiza un acto en protesta en la puerta de la vivienda de un funcionario. Al caso de Bullrich se suman el del ex secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien sufrió un “escrache” en su oficina. En aquella oportunidad los militantes de izquierda reclamaron su renuncia tras la represión de Gendarmería en protestas en la panamericana.
El acto en el domicilio de Bullrich es el primer escrache a un funcionario del Gobierno de Mauricio Macri. Desde el entorno de la ministra le bajaron importancia al acto y confirmaron que el protocolo continúa firme.