por Agustin Gulman
21 Octubre de 2020 10:37
El juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, amplió los procesamientos del fiscal federal Carlos Stornelli, el falso abogado Marcelo D'Alessio, el periodista del diario Clarín Daniel Santoro y varios ex espías, entre ellos Pablo Pinamonti, quien estuvo a cargo de las bases de la Agencia Federal de Inteligencia desplegadas en 2017 en la provincia de Buenos Aires. El juez dejó la causa al borde del juicio oral, le prohibió a Stornelli salir del país y le trabó una caución de $10 millones.
En una extensa resolución de 1.125 páginas a la que tuvo acceso BigBang, Ramos Padilla amplió el procesamiento de Stornelli, dispuesto en agosto de 2019, por el presunto delito de asociación ilícita a través de una organización “paraestatal dedicada al espionaje ilegal”. Además, el magistrado ordenó la retención del pasaporte del fiscal federal de Comodoro Py, a quien le prohibió salir del país y le fijó una caución real por la suma de $10 millones. De este modo podrá continuar en libertad, aunque Ramos Padilla recordó que en varias ocasiones Stornelli intentó obstruir la investigación, primero al no presentarse a los llamados a indagatoria - llegó incluso a ser declarado en rebeldía - y luego al llevar a cabo sucesivos planteos para que la causa deje ser tramitada en el juzgado de Dolores.
La decisión de Ramos Padilla además puso el foco sobre el periodista del diario Clarín Daniel Santoro, a quien también le amplió el procesamiento en el marco del Caso D'Alessio como integrante de la asociación ilícita dedicada al espionaje ilegal y paraestatal. De acuerdo con la investigación, la “conjunción de las acciones del fiscal Stornelli y Santoro permitieron realizar y proyectar una serie de maniobras, en una de ellas se llevó a declarar a un testigo coaccionado a la Fiscalía con la excusa de que de ese modo iba a obtener la 'protección de la DEA'. Se le hizo creer que existía una 'pre-causa', que debía seguir determinado protocolo y declarar en determinado sentido”.
Espionaje ilegal: así operaban las bases secretas de la AFI macrista en la Provincia
Esas maniobras, según Ramos Padilla, se repitieron en varias ocasiones y era mencionada por la organización que comandaba D'Alessio como un “2x1”: “La víctima declararía primero ante el periodista y luego ante el fiscal”, describió el juez de Dolores.
Por otra parte, sobre Stornelli dijo que se “planificaron acciones tendientes a perjudicar a personas que incomodaban al fiscal en el plano laboral y también en el familiar”. En el expediente se encuentra el testimonio del ex esposo de la actual pareja de Stornelli, el piloto de aviones Jorge Castañón. En los mensajes hallados en los teléfonos celulares de D'Alessio consta que el fiscal intentó plantar pruebas falsas en su contra para perjudicarlo. En ese sentido, ocurrió algo similar con el abogado José Ubeira, a quien intentó afectar con grabaciones y cámaras ocultas cuya planificación quedó al descubierto en los mensajes que el fiscal se mandaba con D'Alessio.
EL ROL DE D'ALESSIO, EL OTRO FISCAL EN LA MIRA Y UN EX ESPÍA
A D'Alessio, quien se encuentra detenido desde el año pasado en el penal de Ezeiza, también le ampliaron el procesamiento por la asociación ilícita dedicada al espionaje ilegal, se incluyeron delitos de extorsión en grado de tentativa al agente aduanero Diego Vestillero (coaturo), cohecho activo simple, tenencia ilegal de arma de guerra y encubrimiento simple. El fiscal bonaerense Juan Ignacio Bidone, también procesado en la causa, por la realización de acciones de inteligencia prohibidas por la ley en “carácter de coautor, en concurso ideal con el delito de abuso de autoridad cometido en 18 ocasiones, en carácter de autor, cometidos en el marco de una asociación ilícita paraestatal”. Bidone se encuentra en libertad, suspendido del cargo de fiscal, y admitió haber tenido contacto con D'Alessio para facilitarle información privada y reservada de terceras personas que no eran parte de ningún proceso penal. El rol de Pablo Pinamonti, ex jefe de las bases de la AFI desplegadas en la provincia de Buenos Aires y hombre cercano a Silvia Majdalani también es clave en la causa. Ramos Padilla decidió procesar a Pinamonti como miembro de la asociación ilícita dedicada al espionaje ilegal. Un mes atrás había sido llamado a indagatoria por el espionaje clandestino a dirigentes políticos, sociales y gremiales de la provincia de Buenos Aires, a través de las seis bases operativas de la AFI montadas entre 2016 y 2017, durante el gobierno de Mauricio Macri, que se conocieron como el “PROYECTO AMBA”.D'Alessio: investigan si hubo espionaje en el fútbol y un directivo de la AFA se presentó como querellante
“LA ORGANIZACIÓN PUSO EN RIESGO EL SISTEMA DEMOCRÁTICO”
Tal como lo hizo en varias ocasiones a lo largo de los casi dos años de investigación, el juez federal de Dolores volvió a señalar que el accionar de la organización criminal “puso en riesgo principios básicos e institucionales de orden constitucional de nuestro sistema democrático”. Ese párrafo, que puede pasar desapercibido, permite graficar la magnitud de las tareas de espionaje clandestinas, que según cree el magistrado forman parte de un entramado nunca visto desde el regreso de la democracia.En tiempos donde el término “lawfare” - guerra judicial - parece haber ganado terreno, Ramos Padilla sostiene además en su extensa resolución que “la diseminación en la prensa, mediante periodistas y empresarios, de la información obtenida ilegalmente fue una acción constante e indispensable para el éxito de las maniobras” ilegales.
El juez dio un paso clave ya que consideró que el proceso de instrucción de la causa está finalizado y que el expediente está en condiciones de ser elevado a juicio oral. Antes de que eso ocurra, dio vista a las partes - acusados, denunciantes y la Fiscalía - para que expresen su posición.
