La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, repudió el macabro mensaje que la agrupación Jóvenes republicanos -que responde a Patricia Bullrich y al "ala dura" del PRO- colgó en las puertas de Casa Rosada, en el marco de la movilización opositora que tuvo lugar el sábado por la tarde en distintos puntos del país y con epicentro en Plaza de Mayo.
La "protesta" consistió en la instalación de bolsas que emulaban contener cadáveres con los nombres de distintos funcionarios o personalidades vinculadas al Gobierno. Una de ellas fue Carlotto, a quien la acusaron de participar de la vacunación discrecional que llevó adelante el ahora ex ministro de Salud Ginés González García en el Hospital Posadas.
"A mi abuela sí le entregaron un cuerpo acribillado": duro mensaje de la nieta de Estela de Carlotto
"Con la gran influencia, dinero y maldad que maneja la muchachita esta Bullrich, uno la conoce porque ella también fue militante, aunque yo no la conocí en esa época; pero fue funcionaria de varios gobiernos y la verdad es que verla transformada en monstruo, porque una persona que compra bolsas mortuorias y gestiona con la gente de su grupo semejante exhibición es un monstruo", calificó Carlotto en diálogo con Radio 10.
La presidente de Abuelas de Plaza de Mayo reconoció que los abogados del organismo "están viendo en qué forma se puede condenar desde la ley" la acción que montó Jóvenes republicanos, al tiempo que la calificó como un "delito muy grave".
"Duele, es un dolor de pena, de tristeza, de pensar que hay argentinos, seres humanos, que tengan ese despiadado rencor a no sé qué. Nosotras jamás hubiésemos ofendido a nuestros hijos haciendo cosas de este tipo. No tenemos rencor, ni queremos venganza. La ley está hecha para juzgarnos y condenarnos en este terreno, después está Dios que nos llevará a donde nos toque de acuerdo a cómo nos portamos en esta vida. Nosotros no aspiramos a hacer nada que no sea lo correcto. Lo que sí, no queremos que esto se repita. Esto no debe volver a pasar de ninguna manera".
Carlotto reconoció que la lastimó "mucho" ver su nombre en una de las bolsas mortuorias y aclaró cómo fue su vacunación. "Tengo 90 años, me queda poco; lo que Dios disponga. Ojalá sea mucho para seguir haciendo todo lo que deseo y lo que deseamos las Abuelas; pero esa expresión de una bolsa mortuoria con un nombre, el de tantas personas que pusieron ahí, entre ellos la mía, sobre algo que no es cierto porque yo no estuve en ninguna vacunación vip. Además, no es forma de demostrar que están en desacuerdo; para eso está la Justicia, para eso está el diálogo y las puertas abiertas de un Gobierno democrático".
La titular de Abuelas se vacunó en la Casa Hospital San Juan de Dios, tras inscribirse en diciembre a través de la página Web que habilitó la provincia. "Como cualquier hija de vecino estuve esperando mi turno. Todavía tengo que darme la segunda dosis y no sé cuándo. Lo hice en el tiempo correcto y de la manera correcta".
No los dejemos de lado aunque digan disparates, tratemos de ver por qué lo dicen y a qué se debe. A lo mejor, con una palabra se sana a una persona. Hay que enseñarles a sanar"
Por último, Carlotto instó a los "jóvenes argentinos" a dar una batalla de sentido y pelear contra este tipo de mensajes. "Tenemos una juventud maravillosa en la Argentina, comprometida con la historia. Traten de convencer, métanse en esos lugares donde van estos desaforados y donde hay jóvenes para decirles por qué se equivocan, para convencerlos, para conquistarlos; porque esos jóvenes necesitan que los ayudemos. Hay que tratar de traerlos a una realidad que no es la que les están diciendo que está bien que hagan, que es esta manifestación de odio. No los dejemos de lado aunque digan disparates, tratemos de ver por qué lo dicen y a qué se debe. A lo mejor, con una palabra se sana a una persona. Hay que enseñarles a sanar".