22 Octubre de 2018 06:50
La misa que se celebró el sábado en Luján en apoyo al sindicalista Pablo Moyano, cercado por la Justicia en al menos cuatro causas diferentes, tuvo como protagonista al arzobispo Agustín Radrizzani que supo pasar de las filas de la corriente renovadora en la Iglesia que impulsaba el entonces cardenal Jorge Bergoglio, ahora Papa Francisco, a comulgar con el kirchnerismo.
Nacido en 1944 en la localidad bonaerense de Avellaneda, Radrizzani siempre comulgó con los salesianos, conocidos por su defensa de los más postergados. Recién en 1991 abandonó la provincia de Buenos Aires cuando Juan Pablo II lo designó como obispo de Neuquén. Diez años después volvió para ocupar el mismo cargo pero en Lomas de Zamora en donde tuvo un rol protagónico en el pedido de Justicia por los asesinatos de Darío Kosteki y Maximiliano Santillán.
El arzobispo de Luján durante su homilía el sábado.
Desde ese momento mantuvo una buena relación con Bergoglio, con quien representaba el sector más progresista de la Iglesia Católica en Argentina. Incluso supo tener presencia en manifestaciones para impedir desalojos y reclamar por causas por violaciones a los Derechos Humanos. En 2007 recibió el ascenso al cargo que tiene hasta el día y por el cuál a fin de año tiene que presentarse su renuncia al Vaticano, ya que cumple 75 años.
En 2008 fue acusado de romper relaciones con Bergoglio en el medio del conflicto entre el Gobierno y el sector agropecuario, lo que generó sorpresas en el clero debido a que se trataba del vicepresidente del Episcopado (cargo que ocupaba desde 2005). Ya en Luján comenzó a tener buen dialogo con el ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y con el ex secretario de Obras Públicas, José López. No por nada el famoso convento de los bolsos estaba dentro de esa jurisdicción.
Radrizzani junto al líder camionero Hugo Moyano.
Su cercanía con el kirchnerismo siguió en ascenso por lo que en 2010, 2013 y en 2015 el tedeum del 25 de mayo se realizó en la famosa Basílica y contó con la presencia estelar de Radrizzani cuyas homilías eran mucho menos críticas de la situación social y de la pobreza. Fue justamente por esos puntos que enumeraba en su homilía Bergoglio que el matrimonio Kirchner decidió no escucharlo y mudar el tedeum. Sin embargo, en 2014, luego de que fuera designado Papa, como señal Cristina Fernández de Kirchner decidió volver a la Catedral pero se fue disgustada con el panorama que planteó en nuevo arzobispo de Buenos Aires, Mario Polli.
"Si realmente queremos un cambio positivo tenemos que asumir humildemente nuestra sana interdependencia".
"Si realmente queremos un cambio positivo tenemos que asumir humildemente nuestra sana interdependencia. Pero interacción no es nunca sinónimo de imposición. El futuro de la Nación no está únicamente en manos de los dirigentes: está fundamentalmente en manos de nuestro pueblo, en su capacidad de organizarse para lograr este proceso de auténtico cambio", completó Radrizzani en su homilía el sábado.
Toda esta situación hizo que la relación de Radrizzani y Franscisco se tensará con el paso del tiempo; lo que hace dudar de si efectivamente hubo un apoyo explícito del Vaticano en la manifestación.