Más empresarios cerraron este viernes acuerdos de colaboración con el fiscal Carlos Stornelli en el marco de la causa que investiga el pago de presuntos sobornos en la obra pública a cambio de quedar amparados bajo el régimen de "testigo arrepentido".
Sin dudas de las declaraciones que trascendieron, la de Carlos Wagner, ex titular de la Cámara Argentina de la Construcción fue una de las más reveladoras. Según consigna Infobae, en su exposición explicó cómo era el sistema de cartelización de la obra pública mediante el cual las empresas se quedaban alternativamente con los contratos.
Wagner logró hoy su excarcelación.
Todo ello surge una semana después que se dio a conocer la causa por las coimas en la obra pública durante el kirchnerismo, que surgió de los cuadernos de Oscar Centeno (chofer de Roberto Baratta, número dos de Julio de Vido en el ministerio de Planificación). Allí se detalla del pago de coimas de empresarios a cambio de licitaciones.
Fuentes de la investigación señalaron que que producto de una negociación con el ex ministro de Planificación Julio De Vido debían los empresarios entregar como coimas los adelantos de obra que pagaba el propio Estado nacional, que eran de entre el 10% y el 20% del total de la obra.
Wagner explicó que en el "Club de la Obra Pública" se decidía qué tres empresas se presentaban a las licitaciones, se ponían de acuerdo con los precios que iban a ofertar y se decidía quién resultaría ganadora. Esa empresa era la que debía pagar las coimas. Otro modo de entregar coimas consistía en devolver parte de lo que recibían como adelantos de certificados de obra.
López y De Vido, integrantes principales del "Club de la Obra Pública".
El empresario de la construcción dijo que fue el propio ex ministro de planificación Julio de Vido el que le transmitió que había un nuevo sistema de trabajo en su área, donde el funcionario era el organizador y Roberto Baratta y el secretario de Obras Públicas José López ejecutores.
Asimismo señaló que tanto Baratta como López aseguraban que el dinero era "para arriba". En este entramado, Wagner era una suerte de gerente general.
A cambio de esta información Wagner pidió la excarcelación mientras dure el proceso y la reducción de pena al haber confesado un delito. Stornelli aceptó el acuerdo y el juez Claudio Bonadio lo homologó.
Más arrepentidos
Por su parte, Aldo Roggio, titular de la empresa que lleva su apellido, debía presentarse el martes pero lo hizo hoy de manera espontánea.
El empresario admitió que hizo pagos en negro para campañas electorales del kirchnerismo, aunque dijo que los hizo "bajo presión del sector político", según indicó Clarín. Asimismo, dijo que los pagos no eran millonarios, sino aislados y de aproximadamente 100.000 pesos.
Roggio admitió pagos en negro a campañas electorales del kirchnerismo.
A él se sumó Jorge Guillermo Neyra, gerente de Electroingenieria y actualmente detenido en Marcos Paz. El empresario es muy cercano al ex secretario Legal y Técnico de la Presidencia de Cristina Kirchner, Carlos Zannini.
El estrecho vínculo podría dar cuenta de su crecimiento empresarial tanto en los medios de comunicación como a través de la obra pública.
Neyra está señalado por el pago de US$ 11 millones.
Neyra, como su superior Gerardo Ferreyra -quien también se encuentra detenido- están señalados en los cuadernos con pagos por US$ 11 millones. Ante estas acusaciones Neyra pidió acogerse a la figura del imputado arrepentido, lo cual concedió el juez Bonadio.
Al igual que ellos Hugo Eurnekian, que si bien no aparecía en los cuadernos de Centeno, la empresa familiar a la que pertenece, Corporación América fue identificada entre las múltiples direcciones allí anotadas concurrió ante Stornelli.
Sin embargo Eurnekian aún no es un "arrepentido" y se estima que su presencia en Comodoro Py fue para desligar a su tío Eduardo Eurnekian, al conglomerado de empresas y, de manera indirecta, al banquero Jorge Brito y sus hijos, según indica La Nación.