En los últimos días, los casos en las zonas más vulnerables de la Ciudad de Buenos Aires comenzaron a aumentar a un ritmo bastante acelerado, y a pesar de que los expertos sabían que esto podía suceder con la llegada del coronavirus al país, lo cierto es que hoy desde el Villa 31, donde hay, hasta el cierre de esta nota, 673 infectados, reclaman mayor cantidad de atención, insumos y testeos para evitar que los contagios sigan en avance.
"Hay mucha preocupación en los barrios, preocupa sobre todo la falta de respuestas. Nosotros tratamos de prevenir, pero desde el Gobierno de la Ciudad no dan respuestas", aseguró a BigBang Héctor Guanco, integrante del Comité de Crisis del barrio Padre Carlos Mugica, ubicado en Retiro.
El comité, que está compuesto por vecinos, organizaciones sociales y trabajadores de comedores y merenderos, se formó en abril pasado, antes de que se detectaran los primeros casos de COVID-19, con la intención de poder prevenir posibles contagios.
Según Guanco, desde que la pandemia llegó a la Argentina, los referentes sociales y vecinos intentaron de todas maneras que la situación no se complicara, y por eso se reunieron en varias oportunidades con funcionarioss del Gobierno de la Ciudad, con el objetivo de poder indicarles cuáles eran los principales problemas dentro del barrio y cuáles eran las medidas necesarias a tomar.
Aún así, las respuestas no fueron muchas, o al menos no las esperadas, y desde aquellos primeros encuentros que se dieron en abril, hasta ahora, la cantidad de infectados creció y mucho.
"La semana pasada ya tuvimos una reunión, cuando había cerca de 50 casos. Les dijimos a los representantes del Gobierno que había que impedir todos los contactos estrechos, aislar adultos mayores, mandar refuerzos para los comedores, pedimos también elementos de higiene para comedores y merenderos, fumigación, pero no nos dieron una respuesta clara", contó.
Además, solicitaron en varias oportunidades que se trasladara a otro lado a "a los inquilinos que viven hacinados" para poder evitar más contagios, pero aún así, esta medida no se lleva a cabo.
Sobre esto, el referente vecinal comentó que faltan insumos para merenderos y comedores, y que incluso, en una reunión que mantuvieron este viernes, tuvieron que volver a pedirle a los dirigentes mayor atención.
"Nosotros venimos tratando de prevenir, pero el Gobierno de la Ciudad nos convocó a reuniones para poder trabajar en conjunto para poder frenar el contacto, y no nos dan respuestas. Ellos toman todos los pedidos, pero nos dicen que los que están mas arriba van a tomar las decisiones. Necesitamos un Estado presente", sostuvo.
Al cierre de esta nota, Guanco reveló que hay 673 vecinos contagiados, y que por como están las cosas, esperan que rápidamente haya muchos más. "Estamos muy preocupados por el tema del avance, no nos esperábamos esto y nos preocupa mucho la falta de respuesta", dijo.
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Ante esta situación, el próximo lunes desde el Comité de Crisis van a llevar a cabo una conferencia de prensa para pedirle ayuda directa al Gobierno Nacional.Entre cosas, además de la falta de elementos de cuidados personales contra el coronavirus, una de las situaciones que más preocupa hoy en día en el barrio es la falta de agua, algo que se mantiene así desde finales de abril.
A pesar de que AySa envió camiones y repartió agua en varias ocasiones, ante la falta del insumo, muchos vecinos debieron salir a las calles en medio de la cuarentena, y caminar varias cuadras hasta poder pedirle a alguien que si tuviera."La gente se desesperó y fue a buscar por todos lados. Veo que el Gobierno de la Ciudad está poco activo. Hacen los testeos, pero es muy poca la acción que llevan adelante para resolver, o para buscar los contactos estrechos o casos posibles", explicó el referente.
Como la falta de agua es uno de los problemas principales ante la pandemia, sobre todo porque el lavado de manos constante es una de las acciones más importante que se puede hacer para evitar contagios, los vecinos del barrio 31 reclaman continuamente, pero desde el Gobierno de Larreta les aseguraron que es posible que la situación continúe así durante los próximos 10 días."Nos fuimos decepcionados de la reunión de este viernes, porque nos dicen que está todo bien y no es así. Van a seguir creciendo a los casos", se lamentó, y agregó que próximamente el Gobierno sumará tres postas de salud para poder tomarle la fiebre a la gente, aunque cree que eso alcanzará para detectar a todos los vecinos enfermos.
Los testeos en el barrio
Por otra parte, explicó que actualmente hay quince mujeres dentro del comité que están capacitadas para hacer los test, pero que ellas mismas aseguran que no dan abasto y que hace falta más gente que colabore con la detección de nuevos casos."Desde el Gobierno a las chicas no le dan máscaras ni barbijos, ellas con la plata de su bolsillo se compran los insumos, y nos dicen que a los contactos estrechos no le dan atención. Falta que ellos (el Gobierno porteño) salgan a buscar casos", denunció.
La atención médica de los infectados
Consultado acerca de si los vecinos tienen miedo de ser testados ante la posibilidad de que los trasladen a un centro de salud, el referente aclaró que eso no es así, y que incluso conoce a varias personas que se han hecho la prueba, y que han dado positivo.En la mayoría de los casos, los enfermos son trasladados a los hospitales Muñiz, Fernández y Rivadavia, aunque según contó él, no son bien tratados, porque se encuentran con que no tienen jabón ni papel, y además deben compartir el baño con 20 personas más.
"En estos días un amigo vino temprano a hacerse el test, lo tuvieron hasta las tres de la tarde, después lo llevaron a una cancha de fútbol que estuvo ahí con frío, y recién entró a las sala del Hospital Muñiz a las 10 de la noche", reveló todavía sorprendido, y por último, aclaró que la atención en la mayoría de estos centros médicos deja mucho que desear.