Luego de una semana con temperaturas récord en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y en todo el país, una veintena de centros de estudiantes de colegios secundarios de la Capital Federal decidieron organizar una medida conjunta de faltazos masivos, ante los desmayos por golpes de calor que se presentaban en sus aulas y las inhumanas condiciones con las que alumnos y alumnas deben concurrir a estudiar.
"Es insoportable la ola de calor. No se puede estudiar, no te podés concentrar. Hay momentos donde los profesores tienen que parar la clase para que vayamos a comprarnos un agua si queremos, porque encima en las canillas sale como para hacerse un té", explicó ante BigBang, Juana Durán, vocal del Centro de Estudiantes del colegio Rodolfo Walsh de Villa Pueyrredón.
"Estamos en riesgo de que nos pase cualquier cosa todo el tiempo. Por suerte no llegamos a tener ningún desmayo ni ninguna descompensación muy grave, pero sí muchos pibes de repente se empiezan a sentir mal y los tienen que venir a buscar. Y hasta que no pase nada grave no recibimos respuesta, ¿tenemos que esperar que un pibe se descomponga para que se suspendan las clases y el Gobierno de la Ciudad nos diga algo?", se preguntó la vocal de la agrupación La Caldera.
El combo de condiciones climáticas extremas y la falta de mantenimiento y condiciones de infraestructura edílica competentes, para la ciudad más rica del país, generaron que la medida adoptada tenga un amplio apoyo, aun con muchos directivos de colegios que computan la falta y que no aceptan la decisión de los estudiantes
"Con esto del faltazo hay más de 20 colegios que pudieron conseguir que las autoridades suspendan las clases o justifiquen las faltas. Nosotros no lo pudimos conseguir, por un tema de nuestros directivos. Nosotros empezamos mandando una carta del Centro de Estudiantes para elevarla a Supervisión y no tuvimos respuesta alguna. Nos sumamos a esta medida porque nos parece súper importante sumarnos al resto de los colegios", aseguró Durán.
"También acompañamos con una carta firmada por toda la comunidad educativa, con nuestros docentes, para ver si así obtenemos alguna respuesta. Es ridículo lo que está pasando porque de repente, por ejemplo, nos llegan pizarrones táctiles y sillas de colores, pero al mismo tiempo nos cagamos de calor en las aulas", protestó la estudiante del colegio Rodolfo Walsh.
También existen otras respuestas más favorables por parte de otros colegios, donde la comunidad educativa tiene más claro que no se puede concurrir a clases en medio de la actual ola de calor.
"Desde la conducción del colegio se decidió hacer un comunicado pidiéndole a los padres y recomendándoles que no se los mande a los chicos por su salud, porque la infraestructura del colegio no está hecha para vivir con tanto calor y que los pibes estén en las aulas, porque así no se puede estudiar. La mayoría de los colegios de la zona no están preparados para vivir estas temperaturas", describió ante Julieta Macarigni, secretaria general del Centro de Estudiantes del Julio Cortázar del barrio de Flores.
"Actualmente es en las aulas se vive muy mal la ola de calor. En mi curso hay dos ventiladores para 25 pibes, y no funcionan prácticamente en la mayoría de los cursos. O tienen un ventilador que funciona bien, cuando a la mañana se vive bastante el calor, pero a la tarde es peor porque pega el sol de lleno en las ventanas", detalló Macarigni.
"Les directives nos apoyaron, pero están en una situación bastante complicada porque desde el Ministerio les dicen una cosa, ellos piensan otra y desde la comunidad les dicen otra distinta, por lo que están medio apretades. Pero están en su mayoría de acuerdo con nosotres. Ellos buscaron la virtualidad, también. Sufren el calor como nosotres, entonces están intentando como luchar con el Ministerio, porque es verdad que desde ahí persiguen políticamente muchísimo a les directives. Me atrevería a decir incluso que más que a nosotres. La pasan muy mal en esa situación", denunció Lucia Rinaldi, del Centro de Estudiantes del colegio Rogelio Yrurtia, que se organiza de forma horizontal en una charla con BigBang.
"Nosotres respondemos como centro de estudiantes a los pedidos de les pibis. Si bien nosotros también tenemos nuestras iniciativas, también respondemos a las iniciativas de les chiques. En el Yrurtia nos estaban pidiendo tomar alguna medida. Estuvo circulando un flyer que ni siquiera estaba firmado, hablando de la ola de calor que se venía lunes y martes y que se iba a hacer un faltazo general. Y votamos en la interna y después nos dimos cuenta que todos los colegios estábamos votando para lo mismo, otros colegios también se sumaron y se armó un faltazo general", detalló Rinaldi sobre el origen de la protesta.
A la hora de describir la situación edilicia, todos los estudiantes que dieron su testimonio encontraron un denominador común: el abandono. "La escuela no está preparada para este calor y nosotros como alumnos nos pusimos de acuerdo en nuestro curso, y por suerte muchos cursos están haciendo lo mismo. Porque no andan los ventiladores, algunos sí y otros no. El único aire que anda en la escuela es el de regencia, oh casualidad", protestó Federico Cacace, presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela Hogar Naval Stella Maris de Parque Avellaneda.
"En nuestro curso cuando prendemos el aire salta la térmica. Tenemos tres ventiladores: dos giran y uno está fijo dándole sólo al profesor. Las ventanas, está una abierta y la otra tiene la persiana baja porque sino no se puede ver. En el único momento que se puede respirar es en el recreo", amplió Cacace.
"Los ventiladores tiran aire caliente, la semana pasada nos quedamos sin agua y tuvieron que ir a retirar a todos los pibes porque no se podía estar", contó Duarte. "Tenemos dos aulas que tienen un aire cada una, que ni siquiera funcionan. Tampoco nos parece raro porque estamos en un contexto de año electoral y entendemos que toda la plata que tiene que ir a Educación (el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez) Larreta la fuga para su campaña publicitaria. Es un poco lo que pasa siempre, ¿no?", profundizó la vocal de su centro de estudiantes.
"Nuestro colegio no está preparado claramente para tanto calor. Nuestros ventiladores no dan abasto, de hecho tenemos muchos rotos. No tenemos cortinas ni persianas, por lo que nos da el sol constantemente. Se nos inunda el baño todo el tiempo porque nuestro sistema de tuberías está muy mal hecho. Las cloacas tampoco funcionan. Nuestro edificio tiene cinco años. Si hablamos de infraestructura del colegio podemos estar días, porque no sé si hay algo en buen estado. Estamos a nivel que no podemos enchufar más de tres microondas porque salta la térmica y nos quedamos sin luz", describió Rinaldi del Yrurtia.
El apoyo del resto de la comunidad educativa, con los padres, madres y docentes a la cabeza, también es vital para que los estudiantes puedan dar esta pelea con todas sus fuerzas.
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"Nuestros docentes y nuestros padres apoyan la decisión, ya que hubo profesores que se desmayaron o sufrían golpes de calor", aseguró Macarigni del Cortazar. "Nuestras familias nos dan un montón de apoyo. Están juntando firmas, mandando mails al Ministerio y les directives. Estamos recibiendo un re apoyo", añadió, por su parte, Rinaldi."Por todas estas cuestiones es que decidimos sumarnos a esta medida y acompañarla con una movilización en conjunto con otros colegios y con los docentes. No somos los únicos que nos cagamos de calor, nuestros docentes también", señaló Duarte.
Los principales apuntados por los y las estudiantes son la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, y el mismísimo Larreta.
"Claramente la ministra Acuña no tomó ninguna medida. Es más, desde muchos centros de estudiantes se pide que se escuche el reclamo, porque así no se puede estudiar. Y los pibes queremos ir a estudiar, y los docentes quieren ir a enseñar", indicó Macarigni. "Las precauciones en mi colegio fueron un bidón que tira el agua natural", sumó.
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"Acuña no hizo nada, dudo que haga algo. Históricamente nunca hace nada. Nos dieron 172 botellas de agua caliente para 600 pibes. Obviamente no alcanza", informó Rinaldi. "No están habiendo precauciones por la ola de calor en lo más mínimo", añadió."No recibimos ninguna respuesta de Acuña de la carta que llevamos a Supervisión. Esperamos que con todas estas medidas podamos recibirla porque es urgente. Estamos pasando por una situación terrible todos los colegios de la Ciudad de Buenos Aires", afirmó Duarte. "¿De verdad queremos a una ministra de Educación que no se preocupa por los docentes y los estudiantes?", se preguntó.
"Nos cruzamos en la calle con esta campaña de que lo importante es la educación y que los pibes necesitan 194 días de clases, y de repente, por otro lado, se ve que lo que menos le importa es la educación y los pibes que se están cagando de calor en las aulas. Esta situación contradictoria que nos hace darnos cuenta que lo único que les importa es su campaña electoral, que este año se presentan Larreta para presidente y Acuña para jefa de Gobierno, y tenemos que decir que no queremos que no les importen los pibes ni las condiciones de los colegios públicos. Nos usan para su campaña y nos dejan tirados en nuestros colegios cagándonos de calor", criticó la alumna del Rodolfo Walsh.
"Larreta manda a algunos colegios botellitas con agua, que llegan calientes o para la mitad. En el caso de nuestra escuela no llegan, porque van a colegios más importantes. Nuestra escuela es de barrio y ni siquiera nos llegan", detalló la alumna del colegio de Villa Pueyrredón. "Con esto también entendemos que nuestro problema, en realidad, no son los 40 grados de calor, porque hoy se desmayan, pero en invierno vamos a sufrir el frío. El problema que tenemos es el presupuesto que tiene que ir a la Educación Pública, se fuga, por ejemplo este años, a la campaña publicitaria de Larreta. Tenemos una problemática clara y de fondo que no se resuelve hace años", reflexionó la representante estudiantil.
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La chica de Villa Pueyredón probablemente fue de las más duras que hablaron con BigBang. "Los que corremos el riesgo somos nosotros y no ellos que nos hacen empezar las clases un 27 de febrero, un mes antes de lo que se suele empezar", cuestionó. A su vez, fue la que recordó que la organización es la única herramienta con la que cuentan para llevar adelante sus reclamos."El año pasado nos quedó mucho esto de que la organización estudiantil en conjunto es la que logra poner sobre la mesa las problemáticas que tenemos. Y si se quiere, por ejemplo el años pasado con las tomas, fuimos los que pudimos parar las pasantías, que logramos que no se apliquen y se pospongan. Nos queda esto: somos los estudiantes los que nos tenemos que organizar en conjunto, porque somos los únicos que podemos poner las problemáticas sobre la mesa", explicó.
Respecto a avanzar con protestas más contundentes, Rinaldi señaló que el calor les impide muchas cosas. "Una manifestación en la puerta del Ministerio, donde no hay un solo árbol, un sólo milímetro de sombra, nos mata. De hecho hicimos una en invierno y nos insolamos", contó, antes de adelantar que por el momento no tienen planeadas nuevas medidas.
La lluvia podrá traer alivio por unos días, pero eso no va a cambiar el abandono en el que se encuentra, en la ciudad más rica del país, la educación pública. Los y las estudiantes vuelven a estar en pie de guerra. Y si los representantes democráticos no responden a sus reclamos, no hay dudas de que estos se harán oír cada vez más fuerte.