La historia cuenta que cuando Adán y Eva fueron expulsados del Paraíso, una chispa de la espada de un Querubín cayó sobre el nido que se encontraba en el arbusto de rosas debajo del Árbol del Bien y del Mal. El pájaro ardió al instante, pero de las propias llamas surgió una nueva ave, el Fénix.
La encrucijada electoral del próximo domingo en la provincia de Buenos Aires encontrará entre sus principales contendientes a un personaje que renació entre las llamas de la política. El resurgimiento de la ex presidente, Cristina Kirchner, preocupa al gobierno y al círculo rojo. De empresarios a jueces, pasando por gobernadores y gremialistas, la pregunta es la misma: ¿Qué ocurre si gana?
Cristina, factor de riesgo para el Gobierno.
Para la Dirección Nacional Electoral será la confirmación oficial de que Cristina Kirchner se convertirá en candidata a senadora por la provincia de Buenos Aires y podrá competir en octubre por una banca en el Congreso. Para el oficialismo, un mar de incertidumbre.
En rigor, para evitar que la bandera amarilla de ese mar convulsionado no se convierta en roja, el Gobierno impulsa una campaña encabezada por la gobernadora María Eugenia Vidal para que el electorado concurra a las urnas. Entiende que cuanto mayor sea el nivel de votantes, mayores las posibilidades de ganar. O de no perder por un número que dos meses después sea imposible de revertir.
En el último almuerzo que el asesor Durán Barba y su socio Santiago Nieto compartieron con Marcos Peña, Rogelio Frigerio, Horacio Rodríguez Larreta y Fernando De Andreis, entre otros, el ecuatoriano les dijo que por primera vez en 20 días Cambiemos en la Provincia “estaba arriba por un punto”. La encuesta despertó una alegría desmesurada, aunque nadie abandona las hipótesis en caso de una derrota.
Por tal motivo, a pesar de que el oficialismo descarta una crisis en caso de que CFK se imponga en las PASO, los funcionarios que integran la mesa chica de campaña realizaron un pronóstico económico complejo: si Cristina gana, entre agosto y octubre, habrá inestabilidad económica marcada por un fuerte temor de los empresarios a invertir en el país.
En este sentido, los indicadores del Gobierno marcan que la economía “arrancará” en diciembre, y que los beneficios en el bolsillo de la gente comenzarán a sentirse a fines de 2017 y comienzos del próximo año, por lo que un triunfo “K” alteraría los planes. Un monitor de la economía real que circula entre funcionarios del Gobierno al que accedió este sitio, marca que sólo la industria textil (-9,4%) y papel (-11,1%) disminuyeron su producción interanual.
Por el contrario, el informe señala que el PIB en el primer trimestre creció 1,1%, según el Estimador Mensual de la Actividad Económica. De los 15 sectores analizados por el Gobierno, 11 mostraron números positivos.
La mesa chica del Gobierno, preocupada por una posible victoria de Cristina.
El diagnóstico también se traslada a lo político: si la ex mandataria le pega un cachetazo electoral a Cambiemos en octubre comenzarán las versiones de una candidatura en 2019. El analista político Rosendo Fraga, considera que el resultado de las PASO tendrá interpretaciones distintas, según la óptica de cada espacio. “Si Cristina gana, esa noche se planteará un conflicto de interpretación, tanto en los medios como en la política. La Dirección Nacional Electoral informará que Cambiemos es la fuerza más votada a nivel nacional, con un porcentaje que puede rondar 30% de los votos. Unidad Ciudadana será la segunda, acercándose al 15 por ciento”, explicó. Y agregó: “El efecto político y económico de un triunfo de la ex Presidenta será importante, sobre todo si fuera por varios puntos. El Peronismo, si bien dividido habrá ganado en más de la mitad de los distritos, demostrará que la suma de sus votos superará ampliamente al de Cambiemos, tanto en la provincia de Buenos Aires, como a nivel nacional”.
Para Sergio Berensztein, el nivel de incertidumbre será proporcional a la diferencia de votos entre Cristina y la fórmula de Esteban Bullrich y Gladys González. “Si es un empate técnico, una victoria de Cristina por uno, dos o tres puntos, va a reinar la tranquilidad y la percepción de que es reversible en octubre, pero si la diferencia es mayor a cinco puntos, se va a revisar la estrategia electoral y contener cualquier desborde, porque el martes siguiente a las PASO hay renovación de las Lebacs, unos US$ 500 mil millones”.
Vidal, con la campaña al hombro.
En la city porteña -donde se monitorea el rumbo de la economía- el comentario en buena medida es pesimista. Creen que una derrota del gobierno podría hacer subir la cotización del dólar a valores cercanos a los $20 para fin de año. Tal es así que si Cambiemos gana, el valor del peso podría ganar terreno por sobre la moneda extranjera. “Lo que puede pasar son episodios de volatilidad de mercados financieros, corridas de cambio, y devaluación pronunciada”, confía a BigBang un funcionario nacional.
Por otra parte, un regreso “K” a las grandes ligas podría poner en riesgo la llegada de nuevas inversiones, debido a la incertidumbre que se plantearía sobre la continuidad de las reformas que impulsa el Gobierno. A su vez, para cubrir el elevado déficit fiscal, Argentina requiere financiamiento externo y un alejamiento de los mercados internacionales podría provocar un ajuste aún mayor del Estado. “Si un inversor piensa Cristina Kirchner puede volver tiene miedo que vuelva la inflación. Los mercados suelen sobre reaccionar a esta clase de hechos políticos”, agrega Berensztein.
Para evitar este escenario económico desfavorable, el Gobierno apuesta a que Sergio Massa obtenga menos de 20 puntos en las primarias y así polarizar la contienda electoral: en una esquina del ring, Cristina, y en la otra el macrismo, o Vidal o en su defecto, Bullrich y González. Un duelo entre el “futuro” y el “pasado”, el ajuste macrista o la que promete ser la vuelta al consumo de CFK, la corrupción o la justicia, los derechos sociales o la quita de pensiones.
Como sea, en el Congreso los números para el Gobierno serán buenos, ya que se trata de su primera elección legislativa: sumará unos 15 diputados y, posiblemente, un pañado de senadores.
En los Tribunales de Comodoro Py, la elección se seguirá de cerca. Cristina Kirchner tiene cuatro causas que podrían dejarla tras las rejas, y en tres las pruebas son contundentes. Dólar futuro, Hotesur, Los Sauces, y la Ruta del Dinero K. Un funcionario de gobierno con roces en el poder judicial afirma: “El temor es que todas las investigaciones se planchen”. Lo cierto es que es paradójico el caso. ¿Le conviene al macrismo que Cristina termine tras las rejas? Si gana, y el camino hacia una reelección de Macri se allana, en el oficialismo no ven con los mejores ojos que CFK termine presa, aunque a Elisa Carrió le duela.
BrunoYacono Alarcón