El Gobierno anunciará hoy los detalles de la "fase cuatro" de la cuarentena, que se extenderá hasta el 24 de mayo y se caracterizará por la reapertura progresiva de actividades comerciales e industriales. Como viene ocurriendo, la cuarentena será algo más dura en Capital y GBA que en el resto del país. El presidente Alberto Fernández comunicará las medidas en Olivos, junto con el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
En el AMBA se concentra más del 60 por ciento de los casos de todo el país. Larreta le reclamó a Alberto la reapertura de comercios y Kicillof puso mayor énfasis en la construcción y en las fábricas. Con el resto de los gobernadores habló el ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro. Las salidas de esparcimiento siguen en estudio: la Ciudad las analiza, con restricciones horarias. La provincia las dialogará con los intendentes."No hemos tenido pedidos de parte de los intendentes del conurbano para habilitar las salidas recreativas. Todo lo contrario: entre las consultas con los jefes comunales de 29 distritos plantearon que es muy difícil el control”, dijo esta mañana la ministra de Gobierno bonaerense María Teresa García, en diálogo con Radio La Red.García explicó que el Poder Ejecutivo provincial trabaja en relación directa con los intendentes, tanto para la flexibilizaciones de costumbres como para las habilitaciones de locales. "Ellos nos formulan las consultas de las habilitaciones, presentan protocolos sanitarios y mecanismos de control", aseguró.
La flexibilización será mayor en los conglomerados urbanos del resto del país, donde el avance del contagio es mucho más lento. En la provincia de Buenos Aires, sin embargo, más de mil fábricas pidieron ser habilitadas en una lista que el gobernador elevó al ministro de Producción Matías Kulfas. En ese esquema, es vital el papel del ministro de Transporte Mario Meoni, quien tiene la difícil misión de evitar aglomeraciones en colectivos, trenes y subtes conforme vaya regresando la actividad.
Para el gobernador, lo esencial es la reactivación de la producción, más que las habilitaciones de los comercios. El problema central es cómo responderá el transporte público ante el nuevo esquema. Todavía cuesta encontrar un modo armónico de hacerlo funcionar sin que colapse. En esta etapa, sería una imprudencia gigante un panorama de colectivos llenos y trenes atestados de gente.