06 Septiembre de 2017 06:32
El fin de semana, Mauricio Macri permaneció en contacto permanente con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y ayer se reunió con ella para interiorizarse aún más en los pormenores de la investigación para dar con Santiago Maldonado, el joven artesano desaparecido desde el 1 de agosto.
Macri, preocupado por la falta de datos sobre Maldonado.
Del encuentro participaron también el ministro de Justicia, Germán Garavano y al secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj. En esa reunión se acordó que Avruj y el secretario de Justicia, Santiago Otamendi, viajen a Esquel a reunirse con el juez federal Guido Otranto para ofrecerle “todos los recursos del Estado” a fin de colaborar con la investigación.
Bullrich, en la reunión de ayer.
Hasta hace dos semanas, Macri estaba pendiente de la pesquisa, pero no le daba mayor importancia. Sin embargo, en los últimos días algo cambió: el caso creció en los medios y se metió de lleno en la discusión de almuerzos y cenas familiares.
La preocupación del macrismo en torno a esta situación se agudizó tanto que el gobierno encargó una encuesta reservada y un trabajo de focus group -que manejan los más altos funcionarios- la cual revela que más del 60 por ciento de la población puede describir con mayor o menor precisión que hay un joven desaparecido desde hace ya más de un mes, según Clarín.
La causa Maldonado se metió de lleno en los hogares argentinos.
El informe detalla, además, que del porcentaje que oyó o leyó la noticia, la mitad culpa al Gobierno por la desaparición. El resto cree que tiene que hacer algo para que aparezca Maldonado, pero no le adjudica ninguna responsabilidad en el caso.
El compromiso del Presidente con el caso aumentó tras descartar una de las hipótesis del Gobierno: los cotejos genéticos entre las muestras de ADN obtenidas en el puesto de Benetton y las que aportó su familia dieron negativos.
La Gendarmería, en la mira.
En rigor, la colaboración del Gobierno con el caso incluirá poner a disposición de la querella los recursos y programas -como el de Protección a Testigos- de la Secretaría y el pedido de asistencia al Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU para supervisar la investigación con expertos internacionales.
Además, el Presidente dio la orden de convocar para hoy a los gobernadores de la región para coordinar acciones, tanto en los rastrillajes de la búsqueda como en el rol de la Gendarmería en esas provincias. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y Bullrich recibirán a Omar Gutiérrez (Neuquén), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Mariano Arcioni, vice de Chubut.
Gils Carbó se metió de lleno en la investigación.
Lo cierto es que otra cuestión le genera un dolor de cabeza al Gobierno: el rol de Alejandra Gils Carbó. De un tiempo a esta parte, el Ministerio Público Fiscal (MPF) tomó la iniciativa para reactivar la causa Maldonado tanto desde lo judicial como desde lo político.
Envió más recursos para encaminar la investigación en Esquel, junto a un pedido para investigar a un funcionario del Ministerio de Seguridad (Pablo Nocetti) que intervino en el caso Maldonado y, sobre todo, el desembarco de funcionarios de confianza en territorio mapuche para convencer a los testigos. Incluso, los dos mapuches que declararon ayer con DNI y a cara descubierta fueron incentivados por la procuración general para hacerlo.
Ayer el mapuche Matías Santana aseguró ante la justicia que a Maldonado “se lo llevaron en una camioneta”. Es el primer testigo que aporta esta información y que asegura haberlo visto en la manifestación desalojada en la ruta 40.