Ya en funciones y con una Plaza de Mayo repleta y colmada por decenas de miles de personas, Alberto Fernández pasó sus primeras horas como presidente reunido con mujeres y hombres de su mayor confianza: le tomó juramento a sus ministros, con quienes mantuvo un encuentro privado; saludó a los mozos de la Casa Rosada y se acomodó en su despacho, donde almorzó con su hijo, su esposa y recibió a sus hermanos. Cerró su agitada jornada con un discurso junto a Cristina Kirchner y aunque no pasará la noche en Olivos, sí cenará allí con sus más allegados.
Fernández tardó unos pocos minutos en desandar las cuadras que separan al Congreso de la Casa Rosada. Saludando a la militancia a su paso, ingresó a su despacho cerca de las 14. Uno de los primeros en saludarlo fue Víctor Bugge, el histórico fotógrafo presidencial a quien Fernández le tiene un especial cariño y respeto. Pasó por la oficina que supo ocupar durante cinco años cuando fue jefe de Gabinete, y que ahora será ocupada por el politólogo Santiago Cafiero, su “alter ego”.
Mientras el agobiante calor invadía las calles y la música se apropiaba de la Plaza de Mayo, el Gabinete completo brindó y disfrutó de un catering con una vista privilegiada al gran escenario por el que pasaron desde Juanse e Iván Noble hasta La Bersuit y Lito Nebbia, íntimo amigo del presidente. La puesta en escena, al igual que varios actos de la campaña presidencial, quedó en manos de Javier Grossman e Ignacio Saavedra, los dueños del Complejo C, que sirvió de búnker electoral en agosto y octubre.
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Mientras tanto, Fernández compartía un almuerzo reservado en su nuevo despacho. Ni bien llegó se sometió a las fotos de rigor, posando con la banda presidencial y el bastón de mando junto a su hijo Estanislao y su novia, la periodista y actriz Fabiola Yáñez. Luego recibió a sus hermanos, Valentina Fernández y Pablo Galíndez. El presidente suele emocionarse al hablar de su familia, sobre todo por un detalle: su mamá, Celia Pérez, murió en abril de este año, un mes antes del anuncio de su candidatura. En su oficina, Alberto ya ubicó algunas fotos: una con Néstor Kirchner y otra con Luis Alberto Spinetta, de la noche en que el "Flaco" tocó en la Casa Rosada en 2005.Horas más tarde el Presidente recibió el saludo de las delegaciones internacionales que arribaron a la Argentina para el traspaso de mando, una cumbre que contó con algunas particularidades: la delegación uruguaya tuvo como integrantes a Tabaré Vázquez, presidente saliente; y Luis Lacalle Pou, quien asumirá en los próximos meses. También José “Pepe” Mujica y su esposa, Lucía Topolansky, actual vicepresidenta. Varios embajadores estrecharon la mano de Fernández, que le dedicó un cálido abrazo a Rafael Correa, el expresidente ecuatoriano que arribó especialmente desde Bélgica esta semana.
Este martes por la noche arribará por primera vez como presidente a la Residencia de Olivos, y aunque la mudanza de sus pertenencias ya está en marcha, no pasará la noche allí. Sin embargo, sí tiene previsto agasajar con un asado a un reducido grupo de allegados, entre los que se encontrarían algunos miembros del Grupo Callao y sus familiares más cercanos.
Este miércoles tiene previsto llegar temprano a la Casa Rosada, donde tomará medidas concretas: comenzará por los sectores más postergados, a los que tiene previsto aumentar los ingresos (jubilaciones, salarios más bajos y asignaciones). El ministro de Economía, Martín Guzmán, y su par de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, podrían hacer anuncios concretos entre las próximas horas y el viernes. En el caso de Guzmán, este miércoles podría llegar alguna definición respecto al refinanciamiento de la deuda.
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Alberto quiere que el Congreso trate lo antes posible el proyecto para crear el Consejo Económico y Social, y este miércoles mismo el Plan contra el hambre podría encabezar su primera reunión formal en el Gobierno. Las primeras medidas incluyen el lanzamiento de la tarjeta alimentaria, que se le entregará a cerca de 8 millones de personas. Se estima que el monto será de entre $3.000 y $4.000.
Fernández también quiere declarar la emergencia sanitaria y la emergencia económica, lo que le permitirá readecuar partidas presupuestarias para cuestiones sociales. Otra clave a la que habrá que prestarle especial atención es el proyecto de reforma judicial que anunció en la jura; y la intervención de la Agencia Federal de Inteligencia.
CRISTINA DIALOGA CON CHINA Y RUSIA
En paralelo, Cristina Kirchner mantuvo esta misma tarde dos reuniones claves en su despacho del Senado: la vicepresidenta recibió a delegaciones de China y Rusia, dos países en los que el nuevo gobierno podría recostarse con el objetivo de lograr financiamiento, algo que en los Estados Unidos, hasta tanto no se avance en las negociaciones de la deuda, quedará en pausa. El primer encuentro fue con los enviados de Xi Jinping, Zou Xiaoli y Lan Hu, embajador y sub director general de América Latina y el Caribe de la Cancillería de China.
Más tarde, recibió al presidente del comité de Asuntos Internacionales de Rusia, Konstantin Kosachev, el embajador de Rusia en Argentina, Dmtiry Feoksitov y el vicejefe de la Oficina de Asuntos Internacionales, Oleg Khodyrev.
Cristina tiene buen vínculo con el presidente ruso, Vladimir Putin, quien ya invitó a los Fernández a visitar Rusia. El primer viaje de Alberto, sin embargo, sería a Francia, destino que postergó en campaña. Cristina, a su vez, formalizó hoy un nuevo pedido para visitar a su hija Florencia en Cuba: esta vez será del 28 de diciembre al 12 de enero.