por Marcelo Dimango
07 Septiembre de 2015 14:19Nada le importa más por estos días a la presidenta Cristina Kirchner que lograr encontrarse por última vez en su gestión con su santidad el papa Francisco.Operadores de la presidenta y del Santo Padre mantienen por estos días frenéticos contactos para lograr el encuentro cuando el Papa inicie su gira histórica por Cuba y los Estados Unidos.
En santa Marta, el vaticano, Cristina rodeó a Francisco con los jóvenes de La Cámpora, funcionarios e intendentes.
Francisco, quien jugó un importante rol en el deshielo entre los gobiernos de Raúl Castro y Barack Obama, pisará La Habana, en una visita histórica, el 19 de este mes y uno de los momentos cumbres de la visita a Cuba ocurrirá cuando se encuentre a solas con el líder de la revolución que hace 56 años tomó el poder de la isla. Francisco y Fidel Castro. Según lo confirmó hoy el Vatican Insider, el encuentro está confirmado y solo dependerá del estado de salud del líder cubano. Castro ya se reunió antes con otros dos papas: Juan Pablo II y Benedicto XVI, durante las visitas pastorales a Cuba.
La Presidenta, a solas con el Santo Padre, en santa Marta, en otra de las audiencias a solas.
Francisco arribará a La Habana el 19 y tras reunirse con Raúl Castro, con Fidel, y recorrer las ciudades de Holguín y Santiago de Cuba, dejará ese país el 22 para viajar a Washington D.C , EE.UU.
Agenda complicada
Tras doce años de asistir a la Asamblea de setiembre, primero como Primera Dama luego como Presidente, Cristina se despide el próximo 27.
Luego, Francisco fue invitado a abrir la Asamblea Anual de la ONU, a dónde también llegará la presidente Cristina Kirchner, que el día 27 le tocará hablar en el plenario, despidiéndose en su rol de mandataria de ese organismo. Es casi seguro que la cuestión Malvinas y el tema de las deudas soberanas de los países emergentes, formen parte de su discurso. De hecho, la Argentina logró que la ONU trate una moción presentada por Argentina, a raíz de la renegociación de su deuda con el canje y la posterior avanzada de los holdouts, en los tribunales americanos.
Cristina llevó al diputado Andrés, “Cuervo” Larroque a visitar a Francisco. Le llevaron una remera de La Cámpora y un cuadro del Cura Mugica.
El plan de los operadores presidenciales, que trabajan por esta nueva reunión con Francisco, era, en primera instancia, que Su Santidad le dispense unos minutos a Cristina en el marco de la ONU. Desde el vaticano hicieron saber que el Santo Padre no recibirá a ningún mandatario en su paso por la Asamblea de la ONU, salvo el obligado encuentro con su Secretario General, Ban Ki Moon.
En julio de 2013, la Presidente fue inviatada a una de las misas de Río, en el marco de la Jornada munduial de la Juventud, y llevó al por entonces candidato a diputado, Martín Insaurralde. Luego se hicieron afiches, con esa foto, que empapelaron la ciudad en plena campaña.
Y, por si acaso, cerraron las puertas a un encuentro en Washington o Nueva York. Para eso solo se excusaron señalando que el Santo Padre solo se reunirá con el presidente anfitrión, Barack Obama.
Cristina pse protege del sol de Río y cubre a su par Dilma Roussef del intenso sol en la jornada de la Juventus del papa. A su lado Evo Morales.
Desde que el Cardenal Jorge Bergoglio fue ungido como el nuevo papa Francisco, en marzo de 2013, Cristina Kirchner tuvo el privilegio de mantener cuatro audiencias privadas con el sumo pontífice, todo un récord para dos años de papado. Hace menos de dos meses, el Papa y Cristina se vieron en Paraguay, en el marco de la gira pastoral del Santo Padre que también incluyó Ecuador y Bolivia, en la multitudinaria misa de Ñu Guasú. Así les tomaron fotos, y Cristina le regaló una copia de los rezos de Juan XXIII por la salud de Eva Perón.
Una más
Cristina mantiene con Raúl Castro y con Fidel una entrañable relación de amistad que podría colaborar en esta ocasión.
Lo que comenzó a trascender por estos días es que los allegados al Papa, sus secretarios y quienes se encargan de su agenda, ya habrían avisado que el deseo del encuentro con el Papa, por parte de Cristina, no sería aceptado.
De todos modos, como el kirchnerismo jamás se dá por vencido, los llamados continúan y ahora la alternativa es Cuba: la Presidenta estaría dispuesta a viajar antes hacia la isla y así inmiscuirse en las agendas de Francisco y los Castro, para lograr su último encuentro y su última foto, como mandataria argentina, con el papa Francisco. Ahora, los contactos y negociaciones virarían hacia La Habana, para que el gobierno de Raúl Castro invite a la Presidenta a alguna de las misas que el Santo Padre celebrará en La Habana.
No sería de extrañar que Raúl Castro invite a Cristina a alguna de las misas que brindará el papa en La Habana.
Aunque no hubo respuestas desde el Vaticano, a esta última alternativa, los operadores presidenciales, ya han perdido el entusiasmo. Saben lo que significa ese silencio en el idioma de la férrea diplomacia de Roma. Sin embargo, kirchneristas al fin, nunca se darán por vencidos.