La falta de altura política de la conducción de la Confederación General del Trabajo (CGT) volvió a quedar en evidencia el último miércoles 23 de enero, cuando en una entrevista, el triunviro representante de Camioneros, Octavio Argüello, reconoció que no se avanzó en un plan de lucha en todo el año de gestión de Javier Milei, que se caracterizó por los despidos masivos y una recesión que atentó fuertemente contra la producción nacional.
"Creo que tiene que haber un plan de lucha", fueron las palabras que dinamitaron el reportaje que Alexis Szewczyk hacía para El Destape. "La CGT, ¿están analizando alternativas de protesta? ¿O la única alternativa que se sigue manejando es paramos o seguimos como estamos?", le había preguntado el periodista.
Lo cierto es que la respuesta del dirigente camionero generó un reproche natural por parte de quien también es dirigente del Sindicato Argentino de Televisión, Servicios Audiovisuales, Interactivos y de Datos (SATSAID), a partir de su rol como trabajador del canal C5N. "A esta altura de las cosas, que piensen que tiene que haber un plan de lucha. ¿No hay un plan de lucha después de un año de este gobierno?", insistió el reportero.
"Hay luchas que tienen que ver con las discusiones salariales. Creo que esto termina, más en el corto plazo, en una discusión más en conjunto. Y para eso hay que hacer un plan de lucha", se excusó Argüello. "El conflicto por sí mismo no tiene mucho sentido. Tiene que tener un objetivo. Si no, estamos complicados. Tiene que haber un plan de lucha y, de última, bueno, la última herramienta que tenemos es el conflicto general", añadió.
Ese lugar final que el camionero de San Martín le dio a la posibilidad de un paro, fue la dinámica que tuvo durante todo el año la central. Si bien se convocaron dos paros -dentro de todo rápido- éstos fueron conquistados por enormes movilizaciones que pedían que el organismo más fuerte del movimiento obrero argentino se ponga al frente de las demandas. En los hechos, la discusión es el pacto con Milei, una acusación que le hacen a quienes se sientan a negociar las paritarias.
El debate entre los dirigentes sindicales fue más allá y se caracterizó por no tener una malicia explícita por parte del periodista, que hasta tuvo buenos gestos hacia su colega en relación a quienes piden que la CGT haga algo, pero después no se afilian a su sindicato.
A su vez, atacó con dureza a quienes se dicen opositores, pero tienen los mismos métodos persecutorios que el resto. "En términos concretos, ¿cómo sería luchar en los tiempos que corren? Se lo digo como trabajador de la televisión, de un canal que se supone que es compañero, y que persigue a los trabajadores cuando tomamos una medida de fuerza", denunció.
El debate también se da en el marco de que el Gobierno nacional filtró el plan que tienen entre los Ministerios de Economía y Capital Humano para desde marzo implementar una paritaria cero. Es decir, terminar con las negociaciones colectivas que se reabrieron en 2004 y dejar que el mercado sea el factor que defina cuánto deben cobrar las y los trabajadores.