Lo que empezó como un partido entre las agencias de recaudación de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad, terminó en un match entre los gabinetes de ambos gobiernos en el que se limaron, a fuerza de, en algunos casos, juego brusco.
La cita fue hace tres semanas, en la cancha auxiliar del club River. El organizador fue el titular de Arba, Gastón Fossati, quien coordinó todo con su par de la AGIP, Andrés Ballota, tesorero del club.
El "picadito" sirvió para dirimir temas de gestión, distenderse y, en algunos casos, mostrar el poder deportivo de muchos funcionarios.
Los funcionarios ocuparon un estadio auxiliar en el estadio de River para el encuentro.
Desde la provincia buscaron ponerle un límite a los “contratados” que son habitué de los encuentros porteños. “Siempre llevan pibes que están con contrato, que la rompen y se te pegan un baile tremendo”, afirmó uno de los ministros bonaerenses.
La réplica de la Ciudad no tardó en llegar. El ex goleador de Fenix, que inclusive tuvo en breve en la primera división en Independiente, Sebastián “El Dandi” Neuspiller (quien trabaja en la obra social de los municipales), tuvo prohibido desempeñarse como delantero. “Tiene un cañón en la pierna, había que ser tácticos en cuanto a eso”, se sinceró, entre risas, el titular de una de las carteras más importantes de la administración de Horacio Rodríguez Larreta.
¿Ministros agotados? A algunos les faltaba el aire después de tanto correr.
Luego del pitido de inicio hubo un ida y vuelta continúo que duró, según recuerdan los presentes, unos quince minutos. “Nos quedamos, salvo los pendejos, todos sin aire”, fue la explicación.
En la Ciudad, inclusive, hubo ministros que llegaron con lo justo al partido. Uno de ellos fue el de Justicia y Seguridad, Martín Ocampo, que volvió a las canchas luego de recuperarse de un desgarro que lo tuvo a maltraer. Delantero rápido, aunque algunas veces un poco "morfón", según quienes suelen jugar con él, el hombre encargado de la policía de la Ciudad no defraudó.
Su par de Hacienda, Martín Mura, fue protagonista, como ocho, de algunas de las primeras aproximaciones al arco bonaerense. En una de las ocasiones más claras, desbordó por la derecha, recorrió un buen trecho, pero falló en la definición: fue suave al medio. “Se quedó sin aire después de correr cuarenta metros”, bromeaban en las tribunas.
El partido se disputó semanas atrás y terminó en un empate 1 a 1. Luego, hubo asado.
Pero no fue el único porteño que dio la nota. Al vicejefe de Gobierno, Diego Santilli, uno de los que más cuidan su figura, se lo notó poco dúctil con el manejo del balón. Batalló todo el partido, mostró algunas pisadas, pero no logró aprobar el examen. El motivo: dolores en su rodilla izquierda que lo tiene a maltraer. Quizás sea efecto de los picaditos que suele jugar los sábados con sus amigos en un torneo intercountries. Años de fanatismo por River, cuando su padre, Hugo, ex presidente del club, lo llevaba a la cancha.
En el equipo bonaerense, el ministro de Gobierno y armador político de María Eugenia Vidal, Federico Salvai, como cuatro, buscaba generar alguna salida limpia para su equipo que se veía superado, sobre todo por “El Pitu”, un empleado legislativo que jugó de nueve y que tuvo a maltraer a toda la defensa de la provincia. Fue el gran dolor de cabeza durante el partido. Como con el Presupuesto 2017, Salvai batalló toda la noche.
Otro que dio que hablar fue el secretario de Medios, Mariano "el turco" Mohadeb, quien se negó a usar la camiseta de River. Mohadeb, experto en triatlones e histórico maratonista, hizo gala de su buena forma física.
No sólo hubo ministros, también hubo intendentes, legisladores y dirigentes.
La apuesta de la provincia, ante el difícil escenario, fue apostar por la velocidad del intendente de Pilar, Nicolás Ducoté, que por la banda izquierda sorprendió en más de una ocasión. “En un metro te sacaba cinco”, recordaron.
Quien más lo sufrió fue el legislador porteño Agustín Forchieri, encargo de comandar la defensa. El ex funcionario de Ambiente y Espacio Público tuvo un desempeño “correcto”, sobre todo por el poco trabajo en defensa que debió realizar.
Ducoté no fue el único intendente que fue parte de la partida. Su par de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, estaba en el once inicial de provincia. Su labor fue dudosa. El subsecretario encargado de la relación con los municipios, Alex Campell fue otro de los titulares. Aunque, fiel a su estilo, estaba pendiente de las fotos que podían sacarle más que de la pelota.
Los presentes coinciden en que la figura del encuentro fue el arquero y diputado Wolff.
El resultado final, empate en uno, fue anecdótico. La figura del match fue en el equipo de provincia. El arquero, el diputado nacional y el ex vicepresidente de la DAIA Waldo Wolf, tuvo mucho trabajo. “Se tapó todo. La verdad que nos pegaron un baile tremendo”, fue el resumen de uno de los jugadores.
Luego vino un asado, distendido. Se esperaba la presencia de Roberto Gigante, quien aún no había oficializado su nuevo cargo como ministro de Infraestructura. Es sabido que Gigante es un gran asador, pero no llegó.