El Gobierno declarará la Emergencia Nacional en Adicciones, la misma iniciativa que la Iglesia le reclamó a principios de noviembre. Así, en base a una propuesta que las autoridades católicas le acercaron a la Comisión Nacional de Adicciones y Drogadependencia del Episcopado, Mauricio Macri anunciará la medida junto con gobernadores y ministros.
El decreto, que busca concretar medidas dirigidas a los jóvenes que consumen drogas, será anunciado a las 18 junto a la titular de la cartera de Desarrollo Social, Carolina Stanley, y al titular de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (SEDRONAR), Roberto Moro.
El Plan Nacional de Drogas que se anunciará en Olivos contempla el incremento del presupuesto para diseñar programas de prevención y de tratamiento de la drogadicción, que incluye la construcción de centros especializados. En definitiva, se trata de las medidas que la Iglesia reclamaba con fuerza y que el Gobierno parece haber escuchado.
Marcos Peña recibió la propuesta de la Iglesia hace un mes.
El proyecto original fue enviado al jefe de Gabinete, Marcos Peña, hace aproximadamente un mes, aunque tras las críticas de la Iglesia el plan debió activarse con rapidez. Además de las medidas para reducir el consumo, se presentará un diagnóstico general del consumo de drogas en el país.
Sin embargo, aún no existen datos concretos sobre cuánto y qué sustancias se consumen a lo largo y ancho del país. Por tal motivo, la Sedronar encargó a la Universidad de Rosario un plan para saber qué se consume en cada provincia argentina.
“Hoy los únicos datos concretos son los que nos cuentan los intendentes”, revela un integrante de este organismo que pidió reserva. El estudio estará listo para abril de 2017.
Triaca y Stanley, los dos ministros participan en el proyecto.
A su vez, el proyecto combatirá tres ejes claves: accesibilidad a las drogas, velocidad (el daño en el cuerpo se genera con cada vez más rapidez), y la baja percepción del riesgo entre los consumidores (la mayoría cree que las drogas no los dañan).
La Sedronar trabaja en conjunto con el Ministerio de Seguridad, cartera con la que comparte dos ejes: la radarización y cerrar las fronteras y el plan sanitario. Incluso, en este plan de colaboración, el organismo antidroga le cedió a la cartera que dirige Patricia Bullrich el control de los precursores químicos. Para esa cesión fue determinante la subsecretaria de Monitoreo y Abordaje Territorial de la Sedronar, Lidia Saya, quien había dejó a ir a dos funcionarios de su confianza a Seguridad.
El plan contempla, además, una tarea conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social, clave por su vínculo con los curas villeros y las organizaciones sociales.
El presupuesto de Sedronar depende de Marcos Quintana.
El presupuesto de la Sedronar (que orgánicamente depende de Presidencia) y su administración están en manos del vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, quien hoy se afianza como la cara más trascendental de la gestión de Gobierno.
Hoy, todas las provincias tienen su propia oficina antidroga, aunque la mayoría de ellas estaban en desuso y tras el cambio de Gobierno comenzaron a reactivarse lentamente.
La Emergencia que anunciará Macri también va a implicar que otros ministerios se pongan a disposición de la Sedronar. Entre ellos, el Ministerio de Trabajo que estará a cargo de la capacitación de adictos, el Ministerio de Desarrollo Social, con sus aportes junto a los curas villeros y el Ministerio de Salud, tal vez la pata más “floja” del proyecto, que tratará las adicciones y la salud mental de los posibles recuperados.
Desde el Gobierno aseguraron que se trata del primer plan nacional y federal a largo plazo destinado a reducir el problema del consumo de drogas, abordando la problemática desde un enfoque integral que contemple aspectos del ámbito social, educativo y sanitario".