por Lucas Morando
11 Mayo de 2015 11:24Fue el último golpe y uno de los más duros que recibió Sergio Massa. Uno de los fundadores de su espacio, el ex intendente de Almirante Brown y titular hasta el viernes de su bloque de diputados, Darío Giustozzi, anunció su salida del massismo por los diarios. Un profundo golpe anímico para su jefe.
Cansado del maltrato, con críticas hacia la estrategia de campaña y el armado político, Giustozzi ya venía manteniendo reuniones con el kirchnerismo, el espacio de donde vienen muchos de los massistas. Terminará, pronto, jugando para la candidatura de alguno de los presidenciables K. Hoy es crítico de Daniel Scioli y mantiene desde hace tiempo un estrecho vínculo con Florencio Randazzo. Pero todo puede cambiar.
Una foto que quedó fracturada.
Es cierto que desde hace meses el ex jefe de bloque del Frente Renovador tiene serias críticas para Massa, en lo personal y en lo político.
Pero su decisión de abandonar el espacio fue creciendo a medida que lo único que lo mantenía dentro se rompió: pidió ser el único candidato a gobernador de la provincia por el massismo, le dijeron que camine la Provincia -un sí implícito- pero su ex jefe Massa sumó a Francisco de Narváez, que mide mejor en las encuestas, tiene “millones” de recursos y, sobre todo, la preferencia del titular de los Renovadores.
“Giustozzi vino a pedirnos plata para su campaña personal, no entendió nada, porque sólo trabaja para su propia candidatura en desmedro del espacio”, analizan cerca de de la jefatura de campaña renovadora.
El 16 de abril, de recorrida con Massa por el conurbano.
Los episodios
Si bien la relación entre Darío y Sergio se fue volviendo tensa con los meses, los tiempos se aceleraron el jueves pasado cuando Giustozzi supo para siempre lo que le esperaba. El miércoles pasado, Jesús Cariglino, intendente de Malvinas Argentinas, anunció también su salida del Frente Renovador. Cansado, pegó el portazo quejoso de los desaciertos de su ex Jefe político. Al otro día, Massa armó una improvisada mesa de intendentes: ordenó a sus dirigentes que lo incineren en los medios, que digan que lo habían echado y que Giustozzi correría la misma suerte que Jesús por comportarse como un “indeciso”. En el corazón del massismo hoy califican a Giustozzi como un “traidor”, portador de un “complejo de inferioridad”. Lo acusan de haber redactado un documento interno donde criticaba profundamente la estrategia política de Massa. En él sugería que su ex jefe ya no tenía chances electorales, que la polarización del electorado se inclinaría por Scioli o Macri. Y culpaba de todo a una sola persona: Massa. El documento también cuestionaba las últimas incorporaciones del espacio como Alfredo Olmedo, Ramón Puerta o Carlos Romero. Todos con demasiado olor de “vieja política”. “El espacio se desnaturaliza”, denunció hoy en los medios.
Con Carlos Tomada, en junio de 2012.
Las carpetas
Un jerarca del massismo refleja la furia que despertó Giustozzi dentro del espacio. Lo acusan de haber tejido un acuerdo económico con Scioli -a través de su municipio, Almirante Brown- de unos 8 millones por mes y de haber forjado una sociedad política con Aníbal Fernández. El oficialismo, como siempre, también elaboró algunos mecanismos para someterlo. Algunos funcionarios del Gobierno narran hoy los detalles de una causa por coimas -hablan de escuchas- en una bailanta de Almirante Brown. Si el ex titular del bloque de diputados de Massa se pasa de la raya, se lo harán saber.
En mayo de 2012 inauguró obras con Florencio Randazzo.
En noviembre de 2011 inauguró una tienda con Boudou.
En 2010 con Scioli, Vilas y Maradona.
Con Cristina compartió varios actos. La imagen es de 2009.
En 2009 recibió a Néstor Kirchner en Almirante Brown.