Mauricio Macri no esperaba que Sergio Massa y el peronismo fueran capaces de unirse al kirchnerismo para doblegarlo en la pelea por la ley de reforma del Impuesto a las Ganancias.
El presidente confiaba en que el apoyo de gobernadores del PJ como Juan Schiaretti y Juan Manuel Urtubey terminara definiendo a los diputados en favor del proyecto oficial y en que el líder del Frente Renovador actuara de acuerdo a las palabras que había pronunciado apenas unas horas antes de la discusión en el recinto: "Hay posibilidades de coincidamos con el proyecto del gobierno".
Sin embargo, la película fue otra. El Frente para la Victoria, el Frente Renovador, el Bloque Justicialista y el progresismo de Libres del Sur y el GEN firmaron un dictamen único y ganaron la votación.
El presidente no esperaba el acuerdo entre massismo y kirchnerismo.
Fue la gota que rebasó el vaso. Macri no quiere más sorpresas desagradables y anuncia que gobernará con mano firme, en un ejercicio más parecido al de sus primeros días de gobierno, cuando nombró jueces de la Corte por decreto y dio de baja decisiones del kirchnerismo de un plumazo.
Antes, el oficialismo intentará frenar la reforma de Ganancias opositora en el Senado, a través de la presión sobre los gobernadores de todo el país.
La Casa Rosada apostará a modificar una ley que le costaría al Tesoro $ 75.000 millones, pero el escenario no parece sencillo.
La Casa Rosada apuesta a los gobernadores para frenar la ley de Diputados en el Senado.
Dos senadores claves del bloque PJ-FPV le adelantaron a BigBang que en el peronismo nadie va a querer votar en contra de una iniciativa largamente prometida desde la oposición. "Nadie va a querer pagar semejante costo político con la gente", afirmaron.
La comisión de Presupuesto y Hacienda convocó a funcionarios y gobernadores para el martes próximo a las 11 horas. La intención del bloque que conduce Miguel Angel Pichetto es dictaminar al final del día. Si existieran los dos tercios necesarios para aprobar la leye, se votaría directamente al día siguiente en el recinto. Si no, quedará para la otra semana.
Según publica hoy el diario La Nación, el Gobierno quiere forzar cambios en el Senado para que el proyecto vuelva a Diputados y así dilatar el debate. En el caso de que la Cámara alta sancione finalmente la iniciativa, Macri evaluará un posible veto presidencial. La ley no sólo sería insostenible desde el punto de vista fiscal. La Casa Rosada lo interpreta como un pésimo mensaje a los inversores y a la economía.
La vicepresidenta anticipó ayer que, si la ley prospera, Macri la vetará.
La posibilidad concreta del veto fue anticipada ayer mismo por Gabriela Michetti. "Si el Senado convierte en ley la reforma de Ganancias que impulsa la oposición, el Gobierno no tendrá más alternativa que vetarla", manifestó la vicepresidenta.
El apoyo de los gobernadores, quedó demostrado, no garantiza el respaldo a Macri en el Congreso.
El apoyo de los gobernadores no garantiza el respaldo a Macri en el Congreso
El de Salta, Juan Manuel Urtubey, aliado del Gobierno, fue traicionado por sus diputados. Votaron con Massa y con el FPV. Lo mismo les pasó a Gustavo Bordet (Entre Ríos), a Claudia Ledesma (Santiago del Estero), a Miguel Lifschitz (de Santa Fe), a Domingo Peppo (de Chaco, subordinado de Jorge Capitanich) y a Sergio Uñac (San Juan). En contra del Gobierno jugaron abiertamente Mario Das Neves (Chubut), Carlos Verna (La Pampa), Gildo Insfrán (Formosa), Alicia Kirchner (Santa Cruz) y Juan Manzur (Tucumán). Se multiplicaron, así, los rechazos que había tenido la reforma política hace dos semanas en el Senado.
Pese a que Juan Schiaretti (Córdoba) había apoyado a Macri, casi todos los diputados cordobeses, que responden a su antecesor José Manuel de la Sota y a Massa, votaron en contra del macrismo. Schiaretti podría tener que elegir entre Massa y Macri en su futuro político. Final abierto.