Un funcionario lo volvió a hacer. Esta vez fue Juan José Gómez Centurión quien rechazó que la dictadura haya iniciado un “plan sistemático para desaparecer personas” y negó que se tratase de un iniciativa genocida. Sus palabras se suman a las polémicas declaraciones del ex ministro de Cultura porteño, Darío Lopérfido, quien antes de renunciar a su cargo aseguró que “en Argentina no hubo 30 mil desaparecidos”.
Al igual que ocurrió con el ex funcionario de Horacio Rodríguez Larreta, las palabras de Gómez Centurión complican al Gobierno. Lo ponen en la mira de la sociedad y los organismos de derechos humanos y tensa la relación con el radicalismo, el espacio que lleva con más fuerza la bandera de la democracia y la lucha contra los militares.
Las palabras de Gómez Centurión, en el ojo de la tormenta.
La frase del actual director de Aduanas fue contundente. "No fue un plan sistemático para desaparecer personas, ni un genocidio". Y fue por más: "En términos históricos, no es lo mismo 8 mil verdades contra 22 mil mentiras".
Ambas frases, tal vez las más contundentes de su larga participación en "Debo Decir", el programa de Luis Novaresio, generaron malestar en el Gobierno. Incluso, según pudo saber BigBang, le pidieron al titular de Aduanas que no hable hasta más hasta que la marea baje y las aguas se calmen.
Es que además del fuego amigo, las críticas no se hicieron esperar. Estela de Carlotto lo mandó a la escuela y Nora Cortiñas aseguró que “quieren banalizar todo”. Así Madres y Abuelas salieron al cruce del titular de la Aduana, a quien catalogaron como un "personaje peligroso".
Si bien el radicalismo aún no se expidió sobre el tema, la respuesta no se hará esperar. Ya habían criticado la decisión de remover el feriado del 24 de marzo y le exigieron al Gobierno que recule en su decisión. Es que la UCR no puede negar su ADN: Raúl Alfonsín, el padre de la democracia moderna para muchos, fue el primer presidente electo por el voto popular tras los años siniestros de la dictadura. Llevó a su modo, y como pudo, la lucha por restablecer el orden interno y transmitir paz a una sociedad aún golpeado por las desapariciones de amigos, familiares, esposas, esposas e hijos.
Con ambos conceptos el funcionario ex carapintada, quien hace meses fue denunciado por el supuesto cobro de coimas en la Aduana, intentó despegar a la dictadura de los crímenes de lesa humanidad por los cuales la Justicia condenó a algunos de sus principales impulsores como Rafael Videla, Miguel Etchecolatz, Alfredo Astiz y Jorge Eduardo Acosta.
Fallos que entre sus principales argumentos en el primer juicio de ESMA hablan de un “plan sistemático de exterminio” diagramado y llevado a cabo desde la Armada Argentina.
Fallo del TOF que condeno a Videla por el robo de bebes. Foto: @AnguloMartin.
Claro que para Gómez Centurión y Lopérfido la lectura de esta etapa es distinta. En marzo de 2016, en aquellos primeros meses del gobierno de Mauricio Macri, el ex funcionario porteño sorprendió: "En Argentina no hubo 30 mil desaparecidos".
Eran tiempos en los que la atención pública se concentraba en la herencia kirchnerista y en los altos niveles inflacionarios del país, aunque sus palabras barrieron con todo. “Esa cifra se arregló en una mesa cerrada para conseguir subsidios”, agregó el director del teatro Colón. La polémica fue tal que horas después debió renunciar a su cargo.
Lopérfido abandonó su cargo tras la polémica.
Sin embargo, meses después, reafirmó sus dichos. “El informe oficial sobre los desaparecidos me da la razón. Para mí es una tragedia 8.600 personas muertas en un país que no fue bombardeado, que fueron muertos de a uno, torturados”, dijo en una entrevista con Infobae. Lejos de la escena política, por lo bajo, su pensamiento sobre las cifras aún no cambió.
El malestar por los dichos de Centurión es tal que la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación emitió un comunicado en el que aclaró que “no comparte” las palabras de Gómez Centurión “desde ningún punto de vista” y asegura que las mismas “no pueden ser tomadas como representativas del pensamiento del gobierno”.
El comunicado de la Secretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural de la Nación.
El texto agrega un apartado en el que de forma indirecta desmiente los dichos del propio Centurión sobre la no existencia del plan de desaparición de personas. “Tal como quedó demostrado por la acción de la CONADEP, los juicios a las juntas y los juicios posteriores que aún se siguen desplegando, el Terrorismo de Estado instalado desde las cúpulas militares se sostuvo en un plan sistemático de desaparición de personas, robos de bebés, asesinatos, expoliaciones y detenciones arbitrarias”, detalla.
Así, el funcionario sumó su segunda polémica desde que asumió el cargo. Pero no es la primera. Su paso por la Agencia Gubernamental de Control de la Ciudad le valió causas. El incendio de Iron Mountain, la falta de fiscalización en los talleres clandestinos porteños y la reapertura de un prostíbulo, son puntos negros en su historial.