Juan Grabois, dirigente del partido Patria Grande, expresó su adhesión al estudiantazo nacional que se llevará a cabo en las horas de la tarde del 23 de abril. Esta, promete ser una de las que tendrá mayor concurrencia porque si bien fue convocada por estudiantes, las centrales obreras, los movimientos sociales y un amplio sector de la población acompañará el reclamo por la gratuidad de la universidad pública.
En diálogo con Argenzuela, Grabois no tuvo reparo en hacer un paralelismo en cómo veía al cuerpo estudiantil antes de Javier Milei y ahora, con el gobierno libertario en pie amenazando con pasar la motosierra -también- por las universidades: "Yo lo veía muy dormido al movimiento estudiantil, la juventud siempre tuvo un rol de liderazgo en los procesos de cambio".
Ahí reflexionó: "A mí me tocó muy de cerca el de (Ricardo) López Murphy en el 2001 y fue el principio del fin", dijo contundente y continuó: "Esta gente no se da cuenta de lo que está despertando, está generando un movimiento y reconstruyendo el movimiento nacional popular que no es la partidocracia, ni peronista ni Unión por la Patria ni los partidos".
En la misma línea admitió: "No es el momento de los partidos, es el momento del movimiento social que tiene tres patas fuertes: el movimiento estudiantil, el movimiento obrero y el movimiento de la economía popular".
¿El estudiantazo hará mover las bases libertarias?
En cada una de las provincias argentinas se realizará una marcha para visibilizar el apoyo a las políticas estudiantiles que generan profesionales y movimiento ascendente en la sociedad.
Con respecto a esto, Grabois opinó: "Veo a la pibada con mucho entusiasmo y sin miedo. Así que pongan patrulleros, pongan policías, pongan camiones hidrantes, a la gente no la van a disuadir".
Claro que 2024 no es un año común: las Fuerzas del Cielo de Milei desembarcaron en la política, trajeron aparejados varios personajes de la antigua política como lo es Patricia Bullrich que, en su rol de ministra de Seguridad impuso el protocolo antipiquetes para cualquier tipo de manifestación política en contra de las medidas político-económicas libertarias.
Con respecto a si ese protocolo se activaría, Grabois reflexionó: "Si cometen la brutalidad, que es un error político de manual, que es reprimir a los hijos de los sectores medios; por malos o por bueno motivos -y porque los pobres son muy solidarios- se genera una empatía muy superior cuando reprimen a un estudiante que cuando reprimen a un pibe de los barrios".
Con respecto a eso, enunció: "No me suena que se animen a tanto y si pasa, empieza a ser un gobierno que solamente cierra con represión y con represión no cierra nada", terminó.
Qué pasa con Milei
Si bien en campaña política Milei se rasgaba las vestiduras defendiendo sus ideales políticos, ahora llegado al sillón de Rivadavia tiene varias cuestiones por resolver y bombas por desactivar.
El momento político de Milei en el poder parece muy inestable y así lo explica Grabois: "Es un camino que conduce a una escalada de conflictividad social. Es bueno en la medida en que pueda canalizar la bronca que hoy se convierte en implosiones en las barriadas, en las familias en donde la gente se la agarra con quien tiene más cerca".
En su opinión, "Milei está desangelado", dijo el dirigente social y completó: "Siempre lo vi como alguien que defiende sus espantosas ideas y ahora lo veo mintiendo demasiado, lo veo convirtiéndose en un falso profeta y no es un fundamentalista carismático".
Y concluyó: "Ahora se va convirtiendo en alguien que está engañando a la gente, aplicando criterios mesiánicos y religiosos de manera fraguada".