17 Diciembre de 2017 14:00
“No se necesitan tantos gendarmes, la ministra de Seguridad tiene que parar”, esas fueron las palabras con las que Elisa Carrió cuestionó de modo público el accionar de Patricia Bullrich, luego del megaoperativo de seguridad desplegado el jueves de cara al tratamiento de la reforma previsional que culminó con una batalla campal en las inmediaciones del Congreso.
Peña defendió la gestión de Patricia Bullrich.
Fue la misma Carrió quien, desde su banca, le pidió al presidente de la Cámara Baja que diera por terminada la sesión especial convocada por el presidente debido a los incidentes internos y externos. “No hay que hacer tanta ostentación de la fuerza, no es bueno”, sumó.
El presidente banca a la ministra.
Las palabras de Carrió no hicieron más que tirarle nafta a quienes reclaman desde hace tiempo la renuncia de la ministra, cuestionada por sus métodos, en especial durante la investigación por la muerte de Santiago Maldonado, el artesano de 28 años que murió ahogado en el Río Neuquén en el marco de un operativo de desalojo de la Gendarmería.
Así levantó Carrió la sesión del jueves
Pese desde el Gobierno saben que la diputada es una de sus cartas políticas más fuertes, en especial luego de su aplastante victoria legislativa en la Ciudad, el riñón de Mauricio Macri defiende con uñas y dientes la gestión de Bullrich. “Es una muy buena ministra de seguridad”, sentenció el jefe de Gabinete, tras las críticas de Carrió.
“En primer lugar, lo que más nos preocupa es que hubo una acción organizada para tratar de impedir la sesión con violencia y llegar al Congreso. El operativo de seguridad tuvo como objetivo impedir eso. El grado de violencia que ejercieron los que fueron a hacer esa acción fue muy alta. Se trabajó para evitar la toma del Congreso”, justificó Marcos Peña.
Imágenes de la represión en las inmediaciones del Congreso
Por último y de cara a la sesión del lunes en la que se volverá a intentar convertir en ley la reforma,
Peña solicitó:
“Que los violentos se queden en su casa. Es una muy buena ley, un histórico acuerdo con los gobernadores de diferentes signos políticos”.
