La implementación real del protocolo antipiquete impulsado por el Ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich aparenta estar muy lejos de concretarse. Tanto el Gobierno porteño como el provincial analizan no ponerlo en práctica, al menos en el corto plazo, debido al grado de conflictividad social en las calles.
De todos modos, eso no implicaría que el gobierno nacional hubiera dado marcha atrás con el protocolo. De hecho, sigue en vigencia, según ratificaron hoy desde el Ministerio de Seguridad, “en las rutas federales” y accesos al Aeropuerto Internacional de Ezeiza y autopistas.
El Ministerio que conduce Patricia Bullrich aclaró que el protocolo está vigente.
La negativa de las autoridades porteñas a utilizar el protocolo antipiquete tuvo su réplica en la Provincia. Según informó el diario Clarín, en la Ciudad el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, apunta a esperar que se complete el traspaso de la Policía Federal a la órbita porteña, uno de los anuncios que realizó junto a Mauricio Macri en enero.
Pero además se suma la decisión de la Provincia, donde decidieron aceitar el canal de diálogo con las organizaciones que hacen reclamos en las calles, accesos y autopistas. En la Ciudad consideran que es menor el costo político de dejar que continúen los piquetes que reprimirlos mediante el accionar policial.
Ni Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal lo pondrían en práctica.
Por eso, en un contexto donde el protocolo no sería implementado, el ministerio que conduce Bullrich salió a aclarar que el protocolo se encuentra en vigencia. De todos modos, aclararon que serán las autoridades de cada gobierno las que tendrán la potestad de aplicarlo.
La ratificación del Protocolo de Actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado en Manifestaciones Públicas buscó aclarar que será implementado tanto en las rutas federales como en los accesos al Aeropuerto Internacional de Ezeiza y las autopistas, entre otros sitios.
Las protestas de los taxistas en las últimas semanas contra UBER provocaron caos vehicular.
Las dudas surgieron luego de una semana más que intensa en términos de protesta social: el jueves, una inmensa marcha de taxistas contra UBER colmó la 9 de julio e hizo intransitable la zona. Y el viernes, una movilización de Barrios de Pie al Obelisco provocó importantes demoras en el centro. Pero además, todas las semanas hay al menos una manifestación, sea en territorio porteño o bonaerense, que complica la circulación. Ante esta situación, aún no fue puesto en práctica el nuevo método para desalojar los cortes.
Todas las semanas, la Ciudad y la Provincia son foco de cortes y protestas.
El texto del protocolo antipiquete señala que ante un corte, las fuerzas de seguridad darían aviso al ministerio que corresponda y a la Justicia. Luego, intentarían deponer los bloqueos y si era imposible, se avanzaría en desalojarlos para disolver la protesta. La negativa de Ciudad y Provincia ya fue comunicada a los jefes policiales.
Si bien el protocolo fue dictado por una resolución del Ministerio de Seguridad, se establece que tanto las provincias de todo el país como la Ciudad de Buenos Aires deben adecuarse a las características, códigos contravencionales y de procedimientos. Pero también tienen la potestad de establecer el momento para dar intervención a la Justicia.