por Gonzalo Prado
26 Noviembre de 2018 08:55La interna entre la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, no es nueva sino todo lo contrario: data desde que Cambiemos ganó las las elecciones nacionales, provinciales y de la Ciudad en 2015.
Bullrich y Ocampo enfrentados por el operativo.
La primera manifestación de la interna fue el puntapié inicial para el traspaso de la entonces Superintendencia de Seguridad Metropolitana, es decir la división de la Policía Federal que se encargada de prestar servicio en la Ciudad. La segunda fue cuando Bullrich realizó el anuncio del famoso protocolo anti piquete.
[Exclusivo] Se juega la final: cómo, cuándo, con qué modalidad y qué sanciones se le aplicarán a River
En ambos procesos hubo fuertes ruidos que hicieron que el propio jefe de Gobierno tuviera una serie de encuentros “picantes” con la ministra. El primero de ellos fue cuando se comenzaron a revisar los legajos de los efectivos que le fueron transferidos. “Nos pasaron lo peor de lo peor. Había cada nene que no te das una idea”, recordó uno de los funcionarios a cargo de dicho proceso. Menos de un mes después de iniciado el traspaso, y ante la consulta de los medios, la propia Bullrich se desligó de toda responsabilidad por los piquetes en territorio porteño. “Eso le corresponde a la Ciudad”, afirmó.
El ministro de Justicia y Seguridad, Martín Ocampo, seguirá en su cargo.
En ese momento fue Rodríguez Larreta quien la llamó para que se reuniera de forma urgente con él y otras autoridades porteñas. Como el encuentro se pactó para dos semanas después de la llamada las aguas bajaron y no sólo no estuvo presente sino que además sus emisarios acordaron “llevarse bien”.
Desde ese momento, los cruces comenzaron a ser constantes sobre todo por la intención de Larreta de poner a la seguridad en el tope de la agenda pública. Luego de varios meses de relativa calma, en donde los chispazos fueron cada vez menores con la Nación, llegaron los reclamos de varios efectivos de la Policía de la Ciudad que querían volver a la Federal. “De 1.000 efectivos que nos pidieron eso le dimos una lista de 600 a Bullrich, que sólo permitió 100”, recordó uno de los jefes policiales conocedor de la situación que remarcó que en esa comunicación la propia ministra dijo “a estos no los quiero de vuelta”.
En el Gobierno admiten que sabían del posible"vuelto" de la barra de River pero que aún así fallaron en la prevención
En este contexto, además se sumaron los problemas internos dentro de la conducción de la fuerza porteña en donde el último ex jefe, Carlos Kevorkian, renunció a su cargo, para jubilarse, ante la imposibilidad de adecuarse a los nuevos tiempos en materia de investigación y tecnologías aplicadas. Eso resultó en la victoria del secretario de Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro, que es el jefe político de la Policía tal y como establece la ley de Seguridad. Él además quien tiene que buscar al próximo jefe que tendrá la fuerza.
En la Ciudad sabían que esto podía llegar a suceder. El viernes, durante la última reunión de seguimiento del ministerio de Justicia y Seguridad, a cargo de Martín Ocampo, que se realizó en la sede de Gobierno porteño en Uspallata, -ante la atenta mirada de Rodríguez Larreta y el jefe de Gabinete, Felipe Miguel- se expuso que al momento del operativo el jefe de la barra de River, Héctor “Caverna” Godoy amenazó con que el partido no se iba a poder jugar. "Caverna" es investigado en la Justicia por el negocio de las venta de entradas. En el operativo se encontraron cerca de $10 millones, 500 carnets, entradas y U$D 15.000.
El jefe de Gobierno tuvo que dar una conferencia de prensa ayer por los incidentes.
“Sabían todos de que esto podía llegar a pasar y se falló”, se sinceró una alta fuente oficial. En el mismo sentido D'Alessandro, en diálogo con radio La Red, admitió que hubo fallas. Lo mismo hizo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, que fue la primera voz de la Casa Rosada que habló sobre lo que sucedió el fin de semana. "Hay que evitar echarse la pelota, está claro que la responsabilidad del operativo es del gobierno de la Ciudad, pero sentimos que somos parte de un mismo equipo, con lo cual los desafíos para ellos son iguales para nosotros", afirmó.
Los cambios en el G20 tras el papelón de la final: custodia "cerrada" y las Fuerzas argentinas bien lejos de los mandatarios
A eso se le suma que el propio Macri mantuvo una fuerte discusión con Rodríguez Larreta el miércoles de la semana pasada como consecuencia de los episodios de violencia que sucedieron en la cancha de All Boys entre miembros de la barra y la Policía. La imagen de los patrulleros retrocediendo ante la hinchada hizo que Macri comenzará a exigir explicaciones y remarcar que esa no era la imagen que se podía dar ante la inminencia del G-20. Ese “reto” fue extensivo también a Ocampo.
En ambas jurisdicciones, no obstante, sostienen que uno de los puntos que si funcionó fue evitar que Bullrich se termine haciendo cargo de todo el operativo como deslizó buscar, dicen, con las declaraciones sobre que en comparación con la organización del G-20 un superclásico era algo más simple. “Es muy abarcadora. Si se metía iba a terminar por coordinar todo cuando es una potestad local”, explicaron desde la Casa Rosada.