Las aulas recibirán a los estudiantes en sólo dos provincias argentinas: San Luis y Santiago del Estero. Mientras en la Capital Federal se negocia contra reloj para encontrar una solución, en 21 provincias los docentes se adhirieron al paro nacional y no se iniciará el Ciclo Lectivo 2017 hasta el miércoles.
Paro docente en 21 provincias argentinas.
Las diferencias son de números: en promedio los docentes quieren subas en torno al 30 por ciento y las autoridades provinciales ofrecieron entre un 14 y 19 de aumento, con excepción de los únicos dos distritos en los que si se dictarán clases.
En la Ciudad las negociaciones continúan. Horacio Rodríguez Larreta propuso una suba de 18%, rechazada de plano por los maestros quienes exigen un 35% y ya advirtieron que si el ofrecimiento no mejora sustancialmente, también irán al paro. Sin embargo, la chance de que la oferta porteña seduzca a los gremios parece compleja.
Larreta y Vidal, ante un complejo escenario paritario con los gremios docentes.
El conflicto entre los gremios docentes con representación nacional (Ctera, UDA, Amet, Sadop y CEA) y el Gobierno comenzó a recrudecer luego de que la Casa Rosada decidió no habilitar la paritaria nacional, un parámetro que desde hace años era utilizado como piso en las negociaciones en cada una de las provincias.
El presidente argumentó el cambio porque el año pasado se fijó un mecanismo para la actualización automática del sueldo docente -el salario mínimo más el 20%-, que volvió innecesaria una negociación nacional. El propio Esteban Bullrich, ministro de Educación de la Nación, respondió que “las Provincias deben llevar adelante las negociaciones”.
El año pasado Vidal había logrado un acuerdo con los docentes.
El panorama en el resto de las provincias es complejo. En Buenos Aires, que concentra más del 37 por ciento de los alumnos del país, los gremios adhirieron a la huelga nacional tras escuchar la primera oferta de la gobernadora María Eugenia Vidal: un 18 por ciento ajustable a la inflación. El conflicto aún sigue al rojo vivo a pesar de la conciliación obligatoria dictada por el gobierno bonaerense, que los sindicatos no respetarán.
En el resto de los distritos, las ofertas de aumento rondaron el 18% y quedaron lejos de la pretensión de los gremios, que en promedio reclaman entre un 30 y 35 por ciento de aumento.
Los gremios docentes no dictarán clases el lunes y martes.
En Mendoza, el gobernador Alfredo Cornejo (Cambiemos) fijó una suba de 17% por decreto, aunque los maestros pararán igual. El gobierno de Río Negro ofreció un 14% recién el viernes y fue rechazada de plano. En la apertura del año legislativo, el gobernador Alberto Weretilneck advirtió que no puede aumentar más. La provincia cerró 2016 con $ 3200 millones de déficit.
En Entre Ríos la situación es ardua. Los docentes se sumarán a la huelga nacional y ya decidieron que seguirán de paro por otros tres días. Las clases empezarían, de haber acuerdo, el lunes 13. El gobernador Gustavo Bordet (PJ) ya anunció que descontará los días de paro.
En San Luis los docentes recibieron hasta un 45 por ciento de aumento.
Por su parte en Chaco la huelga se extenderá más allá de mañana y el martes. Atech, el principal gremio provincial, anunció otro paro para la semana que viene. En Santa Fe, La Rioja, Santa Cruz y Neuquén la protesta durará hasta el miércoles. Ese día, los maestros adherirán al paro de mujeres contra la violencia de género.
En aquellas provincias en las que hubo acuerdo, como Misiones y Tucumán, los gremios igual se sumaron al paro. En Tucumán la paritaria perforó el techo oficial y cerró en 23%, y en Misiones quedó por debajo: el salario docente subirá un 13%.
En Santiago del Estero y en San Luis, las dos únicas provincias que arrancan mañana, el corsé paritario de la Casa Rosada quedó en el olvido. En Santiago, Claudia Ledesma acordó un aumento del 20% y el blanqueo de sumas en negro del salario, y en San Luis, Alberto Rodríguez Saá se despegó con subas de entre 38 y 60,7%.