En los últimos días, el presidente electo, Alberto Fernández, dio marcha atrás con algunos de los números puestos que tenía para su Gabinete. En especial en lugar sensibles como Seguridad y Economía. Esos giros se dieron justo después de un encuentro que tuvo con la vicepresidente electa, Cristina Fernández de Kirchner, hace dos semanas cuando regresó de Cuba. En esa charla, la ex mandataria habría dejado en claro que en esas dos áreas tiene que haber un factor en común: ayudar al gobernador electo de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.
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En el encuentro, que se realizó en el departamento de Fernández de Kirchner en el barrio porteño de Recoleta, ambos empezaron a delinear en fino lo que sería el Gabinete de cara al anuncio del seis de diciembre. “Seguridad y Economía controlan a la provincia de Buenos Aires, así que ahí vamos a tener que hacer algunos cambios”, le habría dicho la ex presidenta a Fernández ante la mirada de su hijo y futuro jefe de bloque del Frente de Todos en la Cámara Baja, el diputado Máximo Kirchner, y del actual legislador nacional y número puesto para el cargo de ministro de Interior, Eduardo “Wado” de Pedro.
Los nombres vetados
Esta decisión ya trajo los primeros cruces con el diputado nacional y futuro presidente de la Cámara Baja, Sergio Massa, que había acordado que su principal referente en materia de seguridad, Diego Gorgal, iba a ocupar esa cartera caliente. Sin embargo, tal y como publicó hoy el diario Clarín, Kicillof tiene una serie de ideas diferentes para esa área en la provincia de Buenos Aires.Gorgal, con una política de mano dura, no iba a cuajar con las ideas de Kicillof, según afirmaron. Si bien la provincia de Buenos Aires tiene su propio cuerpo de seguridad, lo cierto es que desde Nación con la Gendarmeria y la Prefectura se asiste a diferentes barrios del conurbano, muchos de ellos considerados “zonas calientes”.
Algo similar sucedió en cartera de Economía; la gobernadora saliente María Eugenia Vidal dejará en la caja el dinero suficiente para el pago de dos meses de sueldos de todos los empleados de la administración. Sin embargo no alcanzará. Kicillof ya le adelantó la semana pasada al presidente electo que necesitará un nivel de compromiso similar al que tuvo Mauricio Macri con Vidal.
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En esa lógica, quien maneje las cuentas del Estado tendrá vital importancia sobre todo para cualquier tipo de giro de fondos. Es por eso que, según explicaron fuentes del Frente de Todos, quien ocupe ese cargo deberá tener en claro que la máxima es “proteger a Axel”.