por Matias Ayrala
01 Enero de 2023 08:00Desde el 1° de septiembre, la jornada en que Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte intentaron asesinar a Cristina Fernández de Kirchner en la puerta de la casa de la vicepresienta en Recoleta, salió a la luz un universo de grupos de extrema derecha, financiamiento a militantes antiperonistas y estrechos contactos de los perpetradores del atentado con ex funcionarios del macrismo.
Pero otra cuestión que quedó a la vista de todos fue la falta de pericia de la Justicia. Con los vínculos probados y con millones de pesos por parte del Grupo Caputo a los cabecillas de la banda terrorista Revolución Federal, que mantenían contacto con Sabag Montiel y sobre todo con Uliarte, el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi no hizo absolutamente nada.
Por eso, la vicepresidenta había reclamado al inicio de esta semana que volvieran a ser detenidos Jonatan Morel y el resto de los referentes de Revolución Federal, luego de considerar que en la causa que investiga el accionar violento de esa agrupación fue hallada evidencia de que "planeaban juntar dinero para contratar un sicario". En ese sentido, la querella sostiene que está relacionado con el intento de magnicidio realizado el 1° de septiembre.
En ese sentido, los abogados de Fernández de Kirchner también pusieron el foco en un personaje que ya era famosa en los medios de comunicación desde hace mucho tiempo y que, sorpresivamente (o no), tenía contactos con el grupo de ultraderecha. Su nombre es Ximena de Tezanos Pinto y se hizo famosa como “la vecina de Cristina”, ya que solía colgar banderas en el piso superior en el que vivía la vicepresidenta para quejarse del gobierno del Frente de Todos.
Pero de Tezanos Pinto no es la simpática mujer que salió en varias notas, siempre sonriente y con un tono zen, que oscilaba entre el compromiso social y el arte. Nada de eso. Unos días antes del atentado e incluso esa misma noche, la vecina de CFK recibió en su departamento a tres miembros de Revolución Federal: Leonardo Sosa y Gastón Guerra. Los dos se sacaron fotos y hasta amenazaron desde las redes sociales a los militantes peronistas que, por esos días se manifestaban en la esquina de Juncal y Uruguay.
Por ello, la querella solicitó que se realicen medidas de prueba para determinar qué tipo de vínculo une a los referentes de Revolucón Federal con Tezanos Pintos, con el objetivo de determinar si les facilitó información que les hubiera podido resultar útil en un eventual plan de atacar a la vicepresidenta. También reclamaron que se profundice la línea de investigación que conduce a un contacto de Twitter que, minutos después del ataque a Fernández de Kirchner, le mandó mensajes directos a uno de los referentes de Revolución Federal en lo que escribió: "¿Lo hicimos bien; :) lo organizamos en un chat de una comunidad de Taringa, con un extranjero; igual no tenía alas, es solo para que corran".
Pero, el juez Martínez de Giorgi rechazó los pedidos de detención que hizo la vicepresidenta y si bien desestimó el pedido de allanamiento en el departamento de su vecina, pidió los informes a través de redes sociales en las que De Tezanos Pinto interactuaba “para que se remita el abonado de telefonía celular al cual se encontraba asociado”.
Es que los abogados de la Vicepresidenta presentaron como prueba para solicitar un allanamiento en la casa de la vecina de CFK que en "el informe realizado por la PSA sobre el teléfono de Gastón Guerra, se puede observar que mantienen conversaciones. Pasándose información, de los sucesos diarios respecto a los movimientos" de la víctima del atentado.
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Enseguida pusieron el foco en el comportamiento de la vecina de Cristina frente a los medios de comunicación en los días previos al ataque. En el informe se lee: “Ya desde antes del atentado, fue muy llamativo como De Tezanos Pinto pasó de presentarse mediáticamente como una persona sumamente hostil a manifestar cierta simpatía por nuestra representada y sus militantes", remarcaron.
Y completaron: "Lo cierto es que, ahora, este supuesto cambio de ánimo luce mucho más entendible: mientras se mostraba públicamente como una persona conciliadora y amable, en su ámbito privado recibía a gente que quería matar a Cristina. En otras palabras, elaboró una pantalla discursiva para poder actuar con tranquilidad".
¿Es solo una cuestión de actitud?
Como si se tratara de un plan maquiavélico, la semana antes del ataque contra Fernández de Kirchner, la vecina se paseó por la puerta del edificio en donde vive para brindar notas a cada uno de los cronistas. Fuera del viejo papel de “gorila” por el que se caracteriza en su cuenta de Twitter y en su militancia diaria, se mostró “cariñosa” con los militantes peronistas. Incluso, el día en el que el gobierno de la Ciudad envió a la policía a reprimir, ella dejó ingresar a su hogar a varios militantes para “curarlos” y “protegerlos”.
En una de las notas que brindó, De Tezanos Pinto habló con Argenzuela, en C5N, y dijo: "Yo soy liberal, antiperonista y militante de Ricardo Lópéz Murphy, y te puedo asegurar que los chicos no hicieron nada. No había quilombo. Había desorden en la calle, pero no era una cosa agresiva o mala. No había ánimo violento. Había murga, cantitos de cancha; pero después se escuchaban las trompetas”.
Y agregó: “Aunque muchos me conocen, nunca me agredieron. He entrado y salido de casa, y nunca recibí ninguna agresión. Respeto mucho la indignación o el sentimiento de opresión que sienten algunas personas que no saben hacia dónde escapar y muchas veces buscan a una persona que los conduzca, un líder".
Enseguida continuó sobre el día en el que la Policía de la Ciudad puso vallas en la zona y luego reprimió: “Justo este sábado me metí en la muchedumbre. Estaba como una sardina ahí en la calle Juncal. No podía avanzar para ningún lado. Una chica se desmayó, estaba embarazada. Llegó un médico y les ofrecí si querían ir a casa para que la atendiera bien. Cuando se recuperó, se cagaron de risa por el lugar en el que estaban y me preguntaron si podían salir a mi balcón. Les dije que hicieran lo que quisieran, menos que me colgaran una bandera distinta. Salen hacen (la V). Les sacaron una foto y me empezaron a llegar un montón de mensajes de personas preguntándome si me habían tomado la casa".
Y esto fue uno de los puntos que más le llamó la atención a los abogados de CFK: ella escuchaba todos los movimientos de la vicepresidenta. "En un edificio se escucha a los vecinos. El departamento tiene un aire y luz que da contra la medianera de un edificio. Esas construcciones de cemento funcionan como replicadoras y como una cámara de eco. Se escucha hasta lo que se grita en el primer piso. Algo muy tierno era cuando venía Helena a visitarla y se escuchaba 'abu, abu, abu'. Y la escuchabas a ella diciendo: 'Ay, reina; princesa'. Me enterneció", contó en aquella entrevista.
Lo que digo pero no lo que hago
Pero toda la paz y el amor que De Tezanos Pinto divulgó en los medios no se cumplían en la realidad. Horas después de mostrarse conciliadora con los militantes, hacía ingresar a su casa a varios jóvenes que habían lanzado antorchas a la Casa de Gobierno a principios de agosto, es decir, un mes antes del ataque. Uno de ellos, Guerra, que también atacó a funcionarios nacionales dos semanas antes declaró en la Justicia que había estado ahí contratado para hacer arreglos en el hogar. Por supuesto, mintió.
“Guerra indicó que De Tezanos Pinto simplemente lo había contratado para unos trabajos en su hogar. Siempre fue evidente que esto era mentira, pero ahora queda más claro aún", explicaron los abogados de CFK. Como muestra están sus fotos en Instagram y sus posteos en Twitter. Ahí se mostró con Sosa. Para los abogados de Cristina, el agravante es que mientras los dos estaban en el edificio, Sabag Montiel y su cómplice Uliarte estaban en las inmediaciones del lugar, "esperando el momento preciso para atentar".
Por ellos, la querella solicitó que "se realice un informe acerca de la actividad en redes sociales de Ximena De Tezanos Pinto y de las publicaciones relativas a las habitaciones que tenía en alquiler", las cuales dio de baja rápidamente tras el atentado. Por ahora, la Justicia no hizo nada de eso, no ordenó el allanamiento en el hogar de la mujer y se negó a detener a los militantes de derecha.
¿De qué vive?
Otra teoría que sobrevuela a la vecina es otro extraño vínculo. Y se trata del supuesto nexo entre De Tezanos Pinto y Mario Pablo Borgarelli, el amigo de Sabag Montiel que salió a hablar al otro día del atentado y dijo en una entrevista con Telefe: “Lamentablemente falló”. Una fuente judicial sostiene que el departamento de Colegiales en el que vive Borgarelli era de Alicia Tezanos Pinto, la tía de Ximena. Hace un tiempo, los hijos de Alicia le cedieron los derechos hereditarios al padre de Borgarelli. Parece una extraña casualidad.
Pero el punto más importante es saber de qué vive Ximena. Por ahora, consta que De Texanos Pinto no tributa desde 2013, cuando se dio de baja de AFIP. Lo extraño es que dice haber tenido empresas hasta el año pasado. Una de esas era la web de alquileres temporarios de departamentos llamados 1054. Hoy ni siquiera funciona su web. Tampoco es monotributista.
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Su último negocio fue un vivero que cerró a los pocos meses y asegura que brinda charlas motivacionales y también sobre bitcoins. No figura en ningún espacio reconocido en esos campos. Pero este es, sin dudas, el punto más sospechoso de todos. Hasta octubre de 2021, Ximena figuraba como morosa incobrable categoría 5. En noviembre, un mes después, solucionó todas sus deudas. Enseguida obtuvo un crédito de un banco. No recibió ninguna herencia y no pudo explicar de dónde sacó el capital para cancelar todas sus deudas.
Más vínculos de derecha
Lo cierto es que las visitas de Sosa al departamento de la vecina de Cristina tenían un solo objetivo: reuniones políticas con Ximena y su amiga en común, Gladys Egui, una bullrichista que siempre organizó marchas de derecha contra el Gobierno. Durante una visita, realizada el 28 de agosto, tres días antes del atentado, De Tezanos Pinto le contó que iniciaría una “carrera política” y luego hablaron sobre la marcha que se realizaba por esos días en Recoleta.
Está comprobado que la agrupación de extrema derecha Revolución Federal y también Nación de Despojados tienen contactos con neonazis y militantes libertarios cercanos a Javier Milei y José Luis Espert. También mantuvieron reuniones con miembros del ala más dura del PRO y de Juntos por el Cambio.
De hecho, la otra mujer que solía reunirse en el departamento de De Tezanos Pinto es su mejor amiga, Cristina Luján Romero. Las dos habían querido viajar a Dolores cuando Mauricio Macri debió presentarse a indagatoria por la causa de espionaje ilegal a los familiares de los tripulantes del ARA San Juan. Pero se los rompió el auto en el Obelisco y no pudieron llegar.
Romero, la amiga de Tezanos Pinto, participa de marchas violentas y apoya públicamente a Patricia Bullrich. De hecho, tiene varias fotos con la ex ministra de Seguridad. También suele participar de marchas violentas. Por ejemplo, con la agrupación Revolución Federal. Además es integrante de un grupo llamado Equipo Republicano, ahí trabaja con tuiteros y punteros del PRO como Ariel Viano, su pareja Ivana Singer, y Marcelo Fava, todos propagadores de odio en redes sociales y en marchas.