Hace una semana, el destino del Hospital Nacional "Lic. Laura Bonaparte" es completamente incierto. En primer lugar, el gobierno de Javier Milei decidió cerrar la guardia y el servicio de internación, con la intención de llevar adelante un "plan de reestructuración". Ante las medidas de fuerza, impulsadas por los mismos trabajadores organizados y sindicalizados, los libertarios dieron marcha atrás con la decisión de un cierre del centro de salud mental, sustentado por el estado argentino.
En medio de un "estado de alerta" por parte de los profesionales, BigBang dialogó con Luciana Rivas, trabajadora social, actualmente está a cargo de la coordinación de la Residencia Interdisciplinaria de Salud Mental, quién aseguró que el cierre de la institución generaría graves problemas en la sociedad, ya que se le quita a las personas más vulnerable el acceso a la atención, tratamiento y medicación específicas para la salud mental.
La profesional del Bonaparte fue consultada por los motivos que brindó el Estado en cuanto a la decisión de implementar un plan de reestructuración: "No existió ningún tipo de argumentación sobre la decisión que tomaron sobre la internación y el cierre de guardia. En ningún momento hubo algún tipo de justificación, sino un anuncio de lo que había definido el Ministerio", comenzó.
Desde el Ministerio de Salud se propuso una mesa de trabajo mancomunado entre el Gobierno y el personal del Bonaparte, sin embargo, los empleados no fueron notificados y no saben en qué consiste la idea de reestructuración: "Al momento lo desconocemos, no fueron planteadas las líneas de trabajo que consideran que son necesarias modificar. Solamente ha generado esta mesa de trabajo para revisar como se continúa", sentenció la entrevistada.
Actualmente, los trabajadores se encuentran cumpliendo sus respectivos horarios de trabajos y en ningún momento descontinuaron la atención para servicios de urgencias: "La guardia estuvo incluso en atención. Y quienes reciben tratamientos ambulatorios también fueron recibidos y recibieron la atención correspondiente, en ningún momento se suspendió la actividad porque el compromiso es con las personas", fue contundente Rivas.
Días atrás, la viceministra de salud, Cecilia Loccisano, secretaria de Gestión Administrativa del ministerio de Salud declaró: "Esto demuestra que estamos administrando mal y poniendo los recursos públicos dónde no debemos y estamos privando a otros del acceso a los servicios públicos que es lo que nosotros queremos privilegiar en nuestro plan de trabajo", al mismo tiempo que cuestión la calidad de los profesionales que se encuentran en el Bonaparte.
Ante las últimas declaraciones de la funcionaria, Rivas reflexionó: "Se pone en cuestionamiento la calidad del servicio que ofrecemos, la calidad de los profesionales, en mi opinión lo que considero es que no conocen que acá la calidad profesional es muy buena, que además existen formaciones y actualizaciones constantes de parte de los equipos de trabajo y que lo cierto es que se utilizan los números manipulando los datos que además no son datos concretos de cuál es nuestra realidad, no dan cuenta los datos que están utilizando desde el Ministerio de lo que ocurre y al mismo tiempo no se contempla la particularidad que requiere la atención en salud mental", expresó contundente.
El gobierno de Milei plantea una preocupación en cuanto al equilibrio fiscal, y en sus decisiones de recortes arrasan la vida de jubilados, universitarios, trabajadores y pacientes. Mientras los libertarios piensan en números, hay cientos de personas detrás: "Cuando se miden las prestaciones en números no es lo mismo pensar en la atención en salud cuando, por ejemplo lo que se va a contabilizar es la cantidad de personas que se hace un laboratorio, que cuando uno hace una intervención de salud mental que muchas veces requiere de por lo menos entre media hora y una hora para poder trabajar con la persona al padecimiento con el que viene", dictaminó la entrevistada.
El día miércoles 9 de noviembre, cuando la Cámara de Diputados ratificaba el veto a la Ley de Financiamiento Universitario promulgado por el presidente Javier Milei, se conocía la drástica decisión que tomó el Poder Ejecutivo, que ordenó empezar a trasladar por la fuerza a los pacientes internados en el Hospital Bonaparte, el único centro de salud mental nacional del Área Metropolitana (AMBA). Ante esta decisión, y en defensa a la salud pública, los trabajadores del Hospital Bonaparte alzan las voces con una significativa marcha.
Cada 10 de octubre, se conmemora el Día mundial de la Salud Mental, en busca de concientizar sobre la importancia del bienestar psicológico. Sin embargo, la motosierra de Javier Milei golpea de lleno la salud mental argentina, tanto a la institución que respalda este servicio como a sus trabajadores: "Estoy convencida de que nada es casual, que es un Gobierno que tiene odio por el Estado, por las instituciones públicas que funcionan y por dos banderas que creíamos saldadas, como lo son Salud y la Educación pública, gratuita y de calidad en nuestro país", fueron las duras palabras de Raquel Rodríguez, otra trabajadora del hospital.