A mediados de mayo de este año, el Fondo Monetario Internacional anunció el reparto entre todos sus países miembros de US$650.000 millones por derechos especiales de giro (DEG). Son la "moneda" del organismo y su distribución entró en rigor el lunes. La lógica con la que el Fondo "reparte la torta" adicional por la pandemia de Covid-19 es proporcional a la cuota de las naciones o Estados que lo integran y, por ese cálculo, a la Argentina le corresponde el 0.76 por ciento de su cuota: es decir, unos US$4.355 millones.
A diferencia del resto de los países del mundo, la Argentina no podrá hacer uso del "alivio" que el Fondo comenzó a repartir entre sus socios. ¿El motivo? Deberá mantener el giro en sus reservas para garantizar el pago de los compromisos en dólares con los organismos internacionales para lo que resta del año. Es decir que, en el caso de la Argentina, el Fondo se "autoenvió" el dinero necesario para asegurarse el cobro y avanzar en las negociaciones para reprogramar los vencimientos del préstamo por US$44.000 millones contraído por Mauricio Macri.
El miércoles de esta semana, la Argentina abonó US$1.885 millones al FMI en concepto del primer pago de capital de la deuda, el equivalente a 1.327 millones de DEG. Y, en caso de que las negociaciones encabezadas por Martín Guzmán se sigan dilatando, el país deberá enfrentar el desembolso de otros US$400 millones en concepto de intereses en noviembre y US$1.800 el próximo 22 de diciembre. Todo esto, claro, en caso de que no se alcance el acuerdo que permitirá cerrar un nuevo programa de financiamiento acorde a la capacidad de pago del país.
Millones van, millones vienen; y por momentos se torna imposible entender la dimensión real de la cantidad de dólares que el Gobierno tuvo que desembolsar esta semana para cumplir con lo que acordó Macri semanas antes de dejar la presidencia. Una deuda que, tal y como ya te mostramos en BigBang, no se invirtió en desarrollo productivo o en mejora de infraestructura (tan sólo por mencionar algunos de los destinos posibles); sino que se convirtió en una de las mayores fugas de capitales que se registraron en la historia. De acuerdo al reporte realizado por el Banco Central, entre diciembre de 2015 y diciembre de 2019 se fugaron del país US$80.000 millones.
¿En qué se podrían haber gastado los US$1.885 millones que el Gobierno debió pagarle esta semana al FMI?
Esa, tal vez, es la pregunta que permite tomar real dimensión del costo social que negoció Macri antes de entregarle la banda presidencial a Alberto Fernández. De no haberse endeudado para propiciar una fuga de capitales, la Argentina podría haber destinado ese dinero para la construcción, por ejemplo, de 62 hospitales de alta complejidad (con la conversión al dólar oficial de $103). Dato no menor: las 23 provincias y la Ciudad de Buenos Aires habrían sumado tres hospitales a su territorio en tiempos de pandemia.INGRESO FAMILIAR DE EMERGENCIA (IFE)
Cada una de las tres rondas del Ingreso Familiar de Emergencia que el Estado pagó durante el 2020 tuvo un costo de 88.000 millones de pesos y permitió que 8.9 millones de argentinas y argentinos recibieran un alivio económico de $10 mil pesos durante los meses de mayores restricciones.
Mientras el Gobierno ahora se apresta a anunciar una cuarta ronda de IFE (que será percibida por un universo de dos millones de personas nada más), de haber contado con los US$1.885 que se pagaron esta semana al FMI se podrían haber activado dos rondas que hubieran beneficiado a los mismos 8.9 millones de argentinos que lo percibieron en 2020 ó casi diez rondas nuevas para el universo reducido de dos millones de beneficiarios.
¿Qué quiere decir esto? Que este universo de dos millones de futuros beneficiarios de la cuarta ronda del IFE, de haber contado con el dinero del FMI, podrían haber percibido los $10.000 durante casi un año, recibiendo una asistencia mensual hasta julio del 2021.
AMBULANCIAS, VIVIENDAS SOCIALES Y KILÓMETROS DE RUTA
Viviendas sociales: 77.662. Kilómetros de ruta: 2.607 (más de la mitad de la distancia entre Salta capital y Ushuaia). Ambulancias cero kilómetro: 55.472.ASISTENCIA DE EMERGENCIA PARA EL TRABAJO Y LA PRODUCCIÓN (ATP)
Durante el 2020, el Estado desembolsó $236.377 millones para el pago de ATP que se mantuvo durante tres trimestres consecutivos. Se trató de una herramienta diseñada para resguardar el trabajo privado, mediante la cual el Estado se hizo cargo de parte del sueldo de 1,4 millones de trabajadores en promedio por mes. En caso de haber podido disponer del dinero que se le pagó al FMI, el Estado podría haber sostenido diez meses más la Asistencia de Emergencia para el Trabajo y la Producción.
CRÉDITOS A TASA CERO PARA MONOTRIBUTISTAS
En agosto de este año, el Gobierno anunció el relanzamiento de los créditos a tasa cero para monotributistas. Se trata de una línea garantizada por el Fogar y cuya tasa es subsidiada, al igual que el año pasado, por el FONDEP. Este año, se dispusieron tres escalas: categoría A (hasta $90.000), categoría B (hasta $120.000) y un tope de $150.000 para el resto de las categorías.
La edición 2020 del plan tuvo un costo fiscal de 50.801 millones de pesos y benefició a 459.063 monotributistas que recibieron, en promedio, un crédito de $110.662. Con el dinero que esta semana el Gobierno le pagó al FMI, se podría haber ampliado a $194.155.000.000 el subsidio del FONDEP, llevando el crédito per cápita promedio (en caso de sostenerse la cantidad de solicitudes) a $422.937.
APOYO A PYMES Y LÍNEAS DE FINANCIAMIENTO
En el marco de la reactivación que se lleva adelante, un proyecto del Ministerio de Desarrollo Productivo, enfocado en exportaciones y transformaciones productivas estratégicas que se lleva adelante a nivel nacional, podría haber pasado de un universo de entre 150 y 200 pymes a impulsar a 12.943 empresas de haberse podido ejecutar lo girado al FMI.
La magnitud del primer pago al Fondo también puede analizarse en retrospectiva. Durante el 2020, el costo total de las líneas de Financiamiento de Emergencia que se activaron en plena pandemia fue de $785.931 millones.
MiPyMe 24%: $541.064 millones. Tasa cero: $66.890 millones. Tasa subsidiada ATP: $11.087 millones . LFIP (línea para la inversión productiva de MipyMes) $166.890 millones.Ese presupuesto, podría haber sido 247 veces superior. Lo mismo sucede con las líneas de asistencia crediticia, cuya inversión total en 2020 fue de $118.449 millones.
FoGar (garantías) y FONDEP (subsidio de tasas): $118.449. Reducción y postergación de contribuciones patronales: $37.027. Reducción derechos de importación: $6.517.CENTROS TERRITORIALES INTEGRALES DE POLÍTICAS DE GÉNERO Y DIVERSIDAD
En marzo de este año, el Gobierno anunció la construcción de 14 centros territoriales integrales de políticas de género y diversidad. Los Centros contarán con áreas de orientación abiertas a la comunidad; áreas de atención integral conformada por equipos interdisciplinarios; áreas de niñez para garantizar que las mujeres y LGBTI+ que concurren con niñas, niñes y niños a los centros cuenten con espacios adecuados; áreas de esparcimiento; áreas de talleres y en algunos casos habrá un área de alojamiento destinada a personas en situación de violencia y sus hijas, hijes e hijos.
La construcción demandó una inversión de $2.100 millones y los centros serán construidos en Buenos Aires, La Pampa, Santa Fe, Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Misiones, Tucumán, Catamarca, La Rioja, San Luis, Santa Cruz y se concluirá la refuncionalización de un Centro Territorial en Quilmes. ¿Cuántos centros se podrían haber construido con el dinero que se le pagó esta semana al FMI? Unos 1.294.