Chicanas, gritos y carteles. En los últimos años, las aperturas de sesiones ordinarias se caracterizaron por algún que otro escándalo. Nada grave, hechos menores que, a pesar de todo, quedarán en el recuerdo de muchos. Aquí, un recorrido por los incidentes con los presidentes en el parlamento, desde las críticas a Cristina Kirchner por la AMIA, hasta un abucheo por la inflación a Mauricio Macri.
El presidente Macri abrirá el segundo período de sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación desde que es presidente. Ayer, el jefe del bloque del PRO en Diputados, Nicolás Massot, pidió a la oposición que “cuide la imagen del Parlamento” y que “esté a la altura de las circunstancias”.
Hoy Mauricio Macri hablará ante la Asamblea Legislativa pasadas las 11 de la mañana.
Ocurre que en las últimas aperturas de sesiones ordinarias, ya sea con Macri o Cristina Kirchner como presidentes, hubo abucheos, críticas, gritos y momentos insólitos que no pasaron inadvertidos.
“PREPARATE, PINEDO”
Marzo de 2015. Cristina Kirchner llevaba varios minutos con su vehemente discurso en el Congreso. Allí, se refirió a unas declaraciones del entonces jefe de Gobierno, Mauricio Macri, que había dicho que “compartía todos los principios del Justicialismo”.
La ex mandataria recogió el guante y avanzó con las críticas. “Preparate Pinedo”, le dijo al entonces diputado nacional. “Vos con ese apellido, estatizando los ferrocarriles, no sé cómo lo vas a explicar, no importa. Tu jefe ha reivindicado a quien fue jefe de nosotros, calculo que vos como miembro del PRO también los compartirás”, chicaneó. Pinedo, ni lerdo ni perezoso, sonrió y puso los dedos en V.
“¿CUÁNDO BAJA LA INFLACIÓN?”
“Estamos convencidos de que la inflación va a bajar hacia fin de año”. Macri hablaba en su primer discurso ante la Asamblea Legislativa el año pasado, cuando su lectura fue interrumpida por un diputado del Frente para la Victoria. “¿Cuándo?”, gritó desde su banca.
La vicepresidenta, Gabriela Michetti, debió intervenir. “Vamos a respetar al presidente”, pidió. Otra legisladora desde su banca le respondió de inmediato: “Que respete al pueblo”. Tras ese griterío, Macri trató de poner orden. Exigió “respetar el voto democrático”. Mientras el griterío no cesaba, el jefe del bloque del Frente para la Victoria, Héctor Recalde, trataba de calmar a la tropa.
Tras los aplausos del bloque oficialista, los diputados del kirchnerismo desplegaron una serie de carteles que, entre otras leyendas, hablaban de “destrucción del Estado”.
“UN POCO MÁS DE EDUCACIÓN PARA SU GENTE”
Seis años atrás el panorama era muy distinto. El vicepresidente de Cristina Kirchner, Julio Cobos, había regresado a las filas del radicalismo tras haber votado en contra del Gobierno la famosa ley 125, de retenciones al campo, en 2008.
En la apertura de sesiones ordinarias del 2011, la entonces presidenta negaba la posibilidad de que el kirchnerismo impulsara en el Congreso una reforma constitucional, y se quejaba porque en 2010 el Parlamento no había logrado aprobar el Presupuesto. Ante el griterío de un sector de la UCR, Cristina fue tajante.
Lo miró a Cobos, palmadita en el brazo mediante, y le dijo: “Un poquito más de educación para su gente, más educadita, por favor”. Con cara de póker, el ex vicepresidente aceptó el pedido y pidió silencio.
EL ERROR DE MACRI Y LAS BURLAS
También ocurrió el año pasado en la apertura de las sesiones ordinarias y fue un momento llamativo que provocó risas entre muchos de los presentes. Macri leía su discurso frente a la Asamblea Legislativa cuando notó que había leído lo mismo dos veces. Un grupo de legisladores notó el error y empezó a gritar y chiflar. “Ya leíste eso”, le dijeron.
Tras una pausa, el presidente retomó el hilo del discurso. Los abucheos persistían, aunque en la transmisión oficial no se alcanzó a escuchar con precisión qué le recriminaban. Tras unos instantes de silencio, Macri sonrió y agradeció: “Muchas gracias, muy atentos en la acotación”.
LOS GRITOS DE CRISTINA Y LOS CARTELES EN LAS BANCAS
En este caso el griterío no fue en las bancas. Cristina hablaba en 2015 en el Parlamento cuando un puñado de legisladores puso sobre sus bancas un cartel que rezaba: “AMIA: apertura de archivos”. La ex jefa de Estado no lo dudó. Le dieron letra y ella se tomó varios minutos para cuestionar a los diputados.
“Pensaba hablar, no necesito carteles para hablar, hablo de la AMIA desde 1994, a los que me ponen cartelitos les digo que hablo desde 1996, cuando denuncié al juez Galeano, y seguiré hablando en Naciones Unidas y reclamando que se haga Justicia como no lo hizo ningún presidente argentino”, disparó la ex presidenta a los gritos.