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Política

“Indios de mierd... maten a uno”: el “testigo E” y los últimos minutos de Maldonado

Declaró por primera vez ante la Justicia. Su testimonio complica a la Gendarmería.

20 Diciembre de 2017 07:50
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El mapuche Lucas Pilquiman, sindicado de manera extraoficial como el “Testigo E” en el marco de la investigación paralela de la CIDH sobre la muerte de Santiago Maldonado, declaró en la causa oficial que investiga qué sucedió aquel primero de agosto durante el operativo de desalojo de Gendarmería en el que perdió la vida el artesano de 28 años.

En un principio, el joven habló del enfrentamiento que se produjo entre la Fuerza de seguridad y los mapuches que cortaban la ruta 40. “Ellos tiraban con postas de goma y balas 9 mm y nosotros piedras. Decían: 'Indios de mierda' y 'Maten a uno'”, reveló.

El siguiente fragmento de su declaración tuvo como eje central el momento en el cual Maldonado y él intentan cruzar el Río Chubut, el mismo en el que fue encontrado sin vida Santiago, para refugiarse de los gendarmes que los perseguían.

"Cuando llegué al agua, atiné a tirarme, pero quedé enredado en unas ramas de sauce. Me desenredé y me tiré de nuevo al agua. Yo sé nadar, pero me hundía porque tenía un buzo y una campera de abrigo. Eso me pesaba y me tiraba para abajo", recordó.

Luego de sacarse la campera, Lucas miró para atrás e intentó ver en dónde estaba Maldonado. “Le grité a Santiago: 'Vamos, peñi, vamos'. Vi que el agua le llegaba al pecho. Santiago me decía: 'No puedo Peñi, no puedo'. Dejé que me lleve la corriente y llegué al otro lado. Ahí vi a Santiago agachado, escondido entre los sauces”.

El juez le tomó declaración al "testigo E" a 123 kilómetros de Esquel.

Desde lo alto, Lucas vio “gendarmes en la barranca tirando con 9 mm, escopetas y piedrazos”. “Abajo, en el agua, estaba sólo Santiago. Ahí ya no lo vi más”, lamentó, aunque no ratificó sus dichos iniciales en los que aseguraba que al artesano se lo habían llevado en una camioneta.

Según consigna el diario

La Nación, la declaración tuvo lugar, a pedido de la madre de

Lucas, en la localidad de Epuye, a 123 kilómetros de Esquel. Temen represalias, ese fue el motivo por el cual el juez de la causa,

Gustavo Lleral, se trasladó especialmente para interrogarlo.