La flamante ministra de Trabajo, Raquel "Kelly" Kismer de Olmos, quien jurará ante el presidente Alberto Fernández este jueves, reconoció que la inflación es el principal desafío no sólo para la gestión de su cartera, si no para todas las demás, y también aseguró que el mandatario la designó para "cuidar el empleo y el salario de los trabajadores".
"Creo que la alta inflación es un problema grave y que todas las carteras vamos a tener que trabajar mancomunadamente para pelear contra la inflación, porque con esos números toda gestión se dificulta, mucho más la que aspira a recomponer ingresos", reflexionó la economista. "Hay que hacerlo de una manera donde los trabajadores no sean la variable de ajuste, y lo más perjudicados, los informales, no sufran un mayor deterioro. Es una tarea compleja, es un desafío", agregó.
Durante la entrevista que brindó a Radio 10, Olmos se definió como "una militante de la unidad" y contó que está en el peronismo desde los 17 años y repasó los lugares por donde trabajó tanto en el Poder Legislativo como en el Ejecutivo, así como otros espacios de gestión, como su rol como consejera directiva de la Universidad de Tres de Febrero (UNTREF).
"El proyecto que hay del otro lado dice que frente a la situación donde hay muchos argentinos a los que todavía no le llegaron los derechos que aspiramos la mejor salida es destruir los derechos de quienes lo tienen. Yo no creo en esa sociedad, creo en la solidaridad y la justicia social", confesó Kismer, quien además reconoció que "para el peronismo siempre fue compleja la construcción de una conducción institucional", por lo que tomó como un desafío abordar esa complejidad.
"Si algo he estudiado y trabajado en toda mi vida es el tema económico pensado para mejora la calidad de vida de los argentinos. Creo que no hay peronista que se precie que no aspire a eso. Y eso en la militancia siempre me llevó a tener una relación estrecha con el movimiento obrero", destacó sobre la capacidad que ostenta para hacerse cargo de su nueva función
Cuando fue consultada acerca de si viene elaborando nuevas medidas para tomar por fuera de las paritarias para mejorar el poder adquisitivo del salario, explicó que no puede adelantar ninguna porque todavía no está designada, aunque aseguró que su gobierno, en todo este trayecto de gestión demostró no ser dogmático. "Por supuesto para nosotros la institución de la paritaria es central, la defendemos y la hemos ejercido en situaciones de gran dificultad. Pero junto a eso también ha habido una negociación importante de salario mínimo, vital y móvil, que impacta muy fuerte sobre los sectores informales y sobre los ingresos de bienestar social que distribuye el gobierno nacional".
"En la pandemia pagamos los salarios del sector privado, algo menos dogmático que eso es imposible. El gobierno lo hizo porque esa era la manera de sostener los puestos de trabajo", sintetizó Olmos. La nueva ministra viene del grupo de albertistas leales que se quedan arriba del barco aun cuando el agua ya le tapa los tobillos. Y ahora tendrá una gestión por delante que significará una nueva prueba en su carrera política. La más difícil que le tocó hasta este momento.