20 Noviembre de 2020 10:44
La charla sucedió durante uno de los encuentros del bloque del Frente de Todos. “Yo no me voy a conectar a la sesión, porque estoy en contra de la ley por mis convicciones”, dijo el legislador en cuestión. Para evitar el papelón que sería para el Frente de Todos que un miembro de su bloque vaya en contra de un proyecto que ellos mismos presentaron decidieron que estuviera ausente en la votación.
La situación descripta anteriormente podría haber sucedido en el Senado o en Diputados en el contexto del debate venidero por la legalización del aborto en donde algunos legisladores ponen reparos por sus convicciones religiosas ante un tema de salud pública. Pero no, sucedió en la Legislatura porteña en donde el ex secretario de Deportes, Claudio Morresi, muy cercano al presidente Alberto Fernández, estaba en contra de un proyecto por un motivo meramente futbolístico.
Ayer en la Legislatura porteña se aprobó el proyecto de rezonificación de los terrenos en donde ahora esta, en proceso de desarme, el hipermercado Carrefour, para que se mude allí nuevamente el estadio de San Lorenzo, que tuvo que vender esos terrenos en el medio de una crisis económica y en plena dictadura militar, por lo que siempre hubo un manto de dudas sobre la operación.
Morresi no solamente fue ex secretario de Deportes, sino que además se desempeñó como futbolista profesional y hasta técnico de Huracán, el clásico rival de San Lorenzo. Ese argumento, la pasión futbolera, fue el que Morresi le dio a sus compañeros de bloque durante los encuentros previos al tratamiento de la ley.
Sin que se le moviera un pelo, Morresi sostuvo que iba a votar en contra meramente porque se trataba de una ley que beneficiaba al rival histórico del club de sus amores. Motivo por el cual en el kirchnerismo ni siquiera quisieron exponerse a la situación de tener que explicar, o dejar que él explique, los motivos de su voto negativo. De este modo, “amablemente”, según contó uno de los legisladores que participó de esas charlas, se decidió que Morresi se desconecte cuando se tenga que tratar el proyecto.
El episodio generó mucha más bronca incluso dentro del bloque del Frente de Todos porque el propio Morresi -cuando hicieron un último intento para convencerlo de que era bastante necia su postura- remarcó que se debía a su “corazón quemero” (por el apodo que reciben los hinchas de Huracán). Quienes escucharon esas palabras no podían creer los argumentos, según reconstruyó este medio.
Ayer la normativa tuvo su primera votación (es de doble lectura, por lo que necesita volver a votarse), con 57 votos positivos y una abstención. La sanción fue festejada por los dirigentes del Ciclón, quienes siguieron el debate legislativo en un salón contiguo al recinto de sesiones; y por los hinchas que permanecieron en las afueras del Parlamento desde las 10 a la espera de la votación.
Estuvieron presentes en la Legislatura el ministro de Turismo de la Nación y vice segundo del club, Matías Lammens; el presidente de la entidad, Marcelo Tinelli; y el secretario general, Marcelo Mastrosimone, entre otros.
Puntualmente, la ley contempla una serie de cambios a la actual normativa urbana que rige en los terrenos de Avenida La Plata al 1600 para posibilitar la construcción del nuevo estadio, que tendría una capacidad para 45.000 espectadores y una altura máxima de hasta 38 metros.
El "plan maestro" diseñado por el club de Boedo también plantea la habilitación de una serie de instalaciones vinculadas a servicios sociales, como una escuela primaria y una secundaria, una dependencia policial y una de bomberos, la posibilidad de instalar más comercios, un museo, un hotel y hasta un cine.
Durante la sesión, el legislador del Frente de Todos, Manuel Socías sostuvo que la reciente aprobación "es un capítulo más de una historia que lleva años", pero destacó que a diferencia de otras oportunidades "San Lorenzo hoy no viene a reclamar, sino a agradecer que le demos tratamiento a un proyecto tantas veces demorado".
"El club no pide que le regalemos nada, sino que puedan volver al barrio del cual fue desplazado injustamente. San Lorenzo quiere volver ahora para desarrollar un club de barrio, social y deportivo integrado con sus vecinos y vecinas", agregó.
Su compañero de bloque, el diputado Leandro Santoro, hincha de San Lorenzo, dijo: "Votamos la vuelta de San Lorenzo de Almagro a Boedo, un lugar de donde nunca se tuvo que haber ido".
"Esta Legislatura tiene la posibilidad de llevar adelante un acto de justicia porque el club fue desalojado por la dictadura militar de su lugar en el mundo. Hoy empezamos este camino que va a culminar cuando se apruebe en segunda lectura de la ley", destacó.