Un hecho un tanto insólito sucedió, pasado el mediodía, cuando en la sesión en la que se trata el acuerdo con los holdouts, los diputados se dispusieron a votar una moción presentada por el Frente para la Victoria para que se lleve adelante una consulta popular para que la gente decida acerca de si está de acuerdo o no con el arreglo al que el gobierno de Mauricio Macri llegó con los Fondos Buitres.
Silvina Lospennato debió encabezar la lista de Cambiemos en la Provincia de Buenos Aires, tras la abrupta salida de Fernando Niembro por el escándalo con la pauta porteña.
Mientras los casi 250 diputados presentes se aprestaban a votar, se escuchó desde una banca el grito de una legisladora que decía: “La banca no me reconoce. Acá me dicen que es por mi peso. Yo voto por la negativa”. Se trataba de la diputada del PRO, Silvia Lospennato, que figuraba en el tablero electrónico como si se hubiera abstenido. Lospennato debió ingresar en la lista de Cambiemos, en la provincia de Buenos Aires, y encabezarla tras la abrupta salida de Fernando Niembro, después del escándalo con la pauta.
Lospennato tiene 37 años, es licenciada en Ciencias Políticas de la UBA y tiene una diplomatura en Tecnología y Derecho aplicado a procesos ambientales.
Por los controles de seguridad, cuando un diputado ocupa una banca, un sensor en el asiento reconoce un peso determinado. Además, el legislador debe ingresar su dígito pulgar. Lospennato había puesto su dígito pulgar pero por su bajo peso el sensor del asiento de su banca no la reconocía.
Fue subsecretaria de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires y se desempeñó como representante del gobierno porteño ante la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR).
La doble seguridad en las bancas se implementó luego de que en 1992, a la hora de votar la privatización de Gas del Estado, el oficialismo -por esos días con el menemismo en el poder- sentó en la banca de un diputado a un asesor de 72 años llamado Juan Abraham Kenan, que trabajaba con el entonces diputado Julio Samid. El voto de Kenan se computó como válido y el caso se conoció como el “diputrucho”. Desde entonces se redoblaron los controles para que quien la ocupe y vote sea solo el diputado que resultó electo por el pueblo.
Esta doble medida de seguridad le jugó hoy una mala pasada a la diputada Lospennato