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Internas con De Vido y chistes: la intimidad entre "Josecito" y Néstor

Manejo la obra pública de la provincia de Santa Cruz y en 2003 llegó a la Casa Rosada. Poder, dinero y llegada directa al ex Presidente. Las peleas con De Vido.

por Bruno Yacono Alarcón

15 Junio de 2016 09:23
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“Necesito que te hagas cargo del Instituto de la Vivienda”, ordenó Néstor Kirchner, por aquel entonces gobernador de Santa Cruz a uno de sus hombres de mayor confianza. Enfrente, con algo de descontento y fastidio, José López negaba con la cabeza. “Tenés que hacerlo por el proyecto”, insistió el ex Presidente.

Corría el año 1994, y Néstor encaraba una reestructuración de cargos en la Provincia, por lo que pensó que ya era hora de que López se haga cargo de la cartera de desarrollo urbano provincial. La respuesta fue tajante: “Te voy a pedir una sola cosa, que limpies a toda la gente de De Vido”.

Néstor dialoga con López. Entre ellos, el ex gobernador, Daniel Scioli. 

El cuadro de situación, que lejos está de esta realidad con bolsos arrojados sobre los paredones de un monasterio con millones de dólares que esconden historias de desidia y corrupción, exponía la tensa relación que ya existía entre López y el ex super ministro de Planificación Federal. Y fue ese el motivo principal por el cual Néstor ubicó al hoy detenido ex funcionario como Secretario de Obras Públicas: para controlar a De Vido.

“Si había una característica de Kirchner era la desconfianza, siempre que designaba a una persona luego ponía a otra para controlarla. Sólo con Alicia Kirchner tenia absoluta confianza”, explica el senador radical por Santa Cruz Alfredo Martínez.

El tridente que manejó la obra pública en Santa Cruz y el país. 

Tucumano de 56 años, López llegó a Santa Cruz con casi tan sólo lo que tenía puesto. Incluso, quienes conocen los inicios del ingeniero ahora devenido en detenido ex funcionario afirman que vivió “de prestado” en la casa de una maestra durante los primeros meses de peregrinación por el sur.

Lo cierto es que López siempre fue un hombre hecho y derecho de Néstor. El ex presidente lo puso en la política, primero como Secretario de Obras públicas de Santa Cruz, luego como Secretario de Vialidad hasta llegar al instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda. Claro que el gran salto llegó en mayo de 2003 al llegar a los pasillos de casa de gobierno para ser el segundo De Vido en tal vez la primera creación del kirchnerismo: el ministerio de Planificación Federal.

López comenzó su carrera política en Santa Cruz hasta desembarcar en la Rosada. 

En Nación volcó toda la experiencia que había ganado con Néstor en el sur. Y exportó el sistema de construcción de viviendas que puso en marcha en la Provincia. El organigrama de asignación de obras era simple: mano a mano con los intendentes y gobernadores.

Las obras se discutían con ellos, no en base a las necesidades habitacionales de la región, sino según la cercanía política con el gobierno K. Tanto funcionarios como proveedores de obra pública debían pasar por sus manos. En la oficina de López se definía dónde se iban a construir viviendas y a qué precio.

El organigrama era tan “Estado dependiente” que el objetivo de López no era finalizar las obras sino empezarlas. Una vez enviada la primera partida en concepto de adelanto, se generaba la dependencia. Y la finalización de la misma dependía pura y exclusivamente de López. Estas cuotas estaban diseñadas para lograr fidelidad política.

Hoy López debe afrontar un frente judicial complejo. 

Sin embargo, López tenía a cargo otra tarea: auditar la gestión de De Vido. El ex presidente lo ubicó allí para desdoblar al ex súper ministro, labor que llevó adelante con un extremado perfil bajo y con sumo cuidado. Nunca paso por encima de De Vido.

Otras épocas. López feliz en el poder. Foto: OPI Santa Cruz/Francisco Muñoz

Con desconfianza, De Vido miraba el cercano vínculo entre Néstor y “Josecito”, como el propio ex mandatario lo llamaba. Al hoy diputado nacional le molestó que el ex presidente le otorgara el manejo de la administración de Vialidad Nacional, un ala del ministerio que le permitió forjar lazos cercanos con el empresario Lázaro Báez.

Es posible que el más desconcertado de todos ayer haya sido el propietario de Austral Construcciones. López conoció los detalles de las obras viales otorgadas al hoy comprometido empresario, íntimo amigo de Kirchner. Es que a ambos hombres que hoy se someten a un complejo frente judicial fue Néstor quien los invitó a participar de la política.

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