El fiscal federal Jorge Di Lello imputó hoy al ex juez federal Norberto Oyarbide por presunto enriquecimiento ilícito en el marco de una causa abierta tras una investigación preliminar realizada por el fiscal José María Campagnoli.
El fiscal Di Lello elevó un dictamen ante el juez federal Sergio Torres en el que solicitó que se investigue también a la pareja de Oyarbide, Claudio Blanco, y a los empresarios Ariel Roperti, Jorge Blandimisquy, Ariel Feur y Cristian Rehinholcz.
Di Lello explicó que la causa se inició tras una investigación preliminar realizada por su colega del Distrito de los Barrios de Saavedra y Núñez, José María Campagnoli, hasta la declaración de incompetencia por tratarse de presuntos delitos de materia federal.
En ese sentido, señaló que para comenzar la pesquisa previa, Campagnoli se basó en una nota periodística que daba “cuenta de pormenores del estilo de vida del ex juez”, los cuales podían “tener origen en la comisión de hechos que configuren delitos de acción pública”.
En el requerimiento de 15 páginas, el fiscal Di Lello recordó que "según la crónica, en el restaurante `El Mirasol Campo & Mar´ ubicado en el barrio de Puerto Madero de esta ciudad Autónoma de Buenos Aires, habría dispuesto el armado de un sector personalizado y exclusivo donde hizo colocar una araña, dos candelabros y un busto del emperador Julio César".
"En la nota se afirma que en el que fuera su despacho ubicado en Comodoro Py 2002, Oyarbide poseía pinturas de origen inglés e italiano, un jarrón y un recibidor de procedencia francesa; elementos que habían sido trasladados a su espacio privado del mencionado restaurante", sostuvo Di Lello.
El fiscal le solicitó al juez Torres que investigue si el nivel de vida que lleva el ex magistrado federal podría estar basado en "la comisión de hechos que configuren delitos de acción publica" y que su patrimonio se hubiera incrementado de manera injustificada durante su paso por la función pública.
Di Lello solicitó 21 medidas de prueba entre las que pidió "realizar una inspección ocular con las debidas garantías del restaurante "El Mirasol Campo & Mar" a fin de constatar los extremos denunciados y se deberá recibir declaración testimonial a los mozos "Sergio " y "Matías", de cuyos mayores datos no se cuenta".
El fiscal federal reseñó que Blanco “se desempeñaba como árbitro de básquet en el torneo de ascenso de la Liga Nacional” antes de conocer a Oyarbide, y que “al tornarse pública su relación en el año 2010”, “se habría convertido en un 'próspero empresario' y comenzó a efectuar negocios de diversa índole”.
Los datos en el sistema NOSIS respecto de Blanco “provocaron una enjundiosa batería de medidas de prueba cuyos resultados obran en la causa, en donde se despliegan un gran número de sociedades vinculadas al nombrado y a la gente de su entorno. Este entramado societario cuenta con el nombrado y sus allegados en tareas gerenciales, cargos directivos o comparten el domicilio fiscal lo que llevaría a presumir que estas sociedades podrían resultar una pantalla para la comisión de delitos”, consideró Di Lello.
“Para el Magistrado denunciante (en referencia a Campagnoli) los cambios de vida de los imputados a partir del conocimiento que tienen del ex juez permite suponer que ellos hacían valer su relación personal con el mismo y su consecuente influencia sobre Oyarbide ante terceras personas con el objeto de obtener un beneficio personal”, continuó el representante del MPF.
Di Lello sostuvo en el dictamen que para desarrollar la investigación se deberá contar con las “diferentes causas en las que presuntamente ya se han analizado las conductas denunciadas y que en este punto se estarían revisando”.
Foto de apertura: revista Caras.