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Política
Ya nos duelen los bolsillos

Javier Milei asumió como presidente: habló de "las fuerzas del cielo" y de "ajuste fiscal"

De espaldas al Congreso de la Nación, el líder libertario asumió la presidencia.

10 Diciembre de 2023 14:01

Está pasando: Javier Milei asumió como nuevo presidente argentino tras haber ganados el ballotage con un 56% de los votos. "¡Hola a todos!", dijo con voz ronca y haciendo referencia a la canción de La Renga "Panic Show" con la que se hizo famoso. 

Bastante más tranquilo y coacheado, dio su primer discurso como presidente electo. "Hoy damos por terminada una larga y triste historia de decadencia y declive, y comenzamos el camino de la reconstrucción de nuestro país", dijo frente al Congreso.

E hizo especial hincapié en la construcción de su gobierno: "Los argentinos de manera contundente han expresado una voluntad de cambio que ya no tiene retorno. No hay vuelta atrás, hoy enterramos décadas de fracasos y disputas sin sentido (...) hoy comienza una nueva era en Argentina. Una era de paz y prosperidad, una época de desarrollo, una era de libertad y progreso". 

Asunción presidencial de Javier Milei

Al comienzo de su discurso, hizo una referencia histórica para entender cómo un gobierno libertario llega a la presidencia: "Hace 200 años un grupo de ciudadanos argentinos reunidos en San Miguel de Tucumán le dijeron al mundo que las provincias unidas del Río de la Plata no eran más una colonia española y que a partir de ese histórico momento seríamos una nación libre y soberana". 

Y continuó: "Durante décadas nos enfrentamos a disputas internas sobre cuál debería ser la forma institucional que el país necesitaba. En 1853 luego de 40 años de haber declarado la independencia bajo el hospicio de un grupo de jóvenes idealistas hoy conocidos como la generación del '37, decidimos como pueblo abrazar las ideas de la libertad".

Además, el nuevo presidente puntualizó: "Así se sancionó una constitución liberal con el objetivo de asegurar los beneficios de la libertad. Lo que vino después (...) fue la expansión económica más importante de nuestra historia de ser un país de bárbaros enfrascados en una guerra civil pasamos a ser la primera potencia mundial. Para principios del siglo '20 éramos el faro de luz de occidente". 

En este punto fue contundente: "Lamentablemente nuestra dirigencia decidió abandonar el modelo que nos había hecho ricos y abrazaron las ideas empobrecedoras del colectivismo".

Sobre lo que él llama la "casta política" dijo: "Durante más de 100 años los políticos han insistido en defender un modelo que lo único que genera es pobreza, estancamiento y miseria. Un modelo que considera que los ciudadanos estamos para servir a la política. Un modelo que considera que la tarea de un político es dirigir la vida de los individuos en todos los ámbitos y esferas posibles", expresó mientras la gente en el Congreso lo vitoreaba. 

Muy fiel a su estilo y con referencias bélicas Milei impuso: "Ese modelo ha fracasado en todo el mundo pero en espacial ha fracasado en nuestro país. Así como la caída del Muro de Berlín marcó el final de una época trágica para el mundo, estas elecciones han marcado el punto de quiebre de nuestra historia". 

A lo Mauricio Macri

El nuevo presidente argentino fue muy claro con respecto a la "herencia" que recibe de la cual hizo -y hará- responsable al kirchnerismo: "Ningún gobierno ha recibido una herencia peor que la que estamos recibiendo nosotros", expresó mientras la gente silbaba en señal de desaprobación.

Milei siguió: "El kirchnerismo que en sus inicios se jactaba de tener superávit fiscal y externo hoy nos deja déficit gemelos por el 17% del PBI; a su vez, 15 corresponden al déficit consolidado entre el tesoro y el Banco Central, por lo tanto no existe solución viable en la que se evite atacar al déficit fiscal". 

Milei y Villarruel saliendo del Congreso.

El nuevo presidente hizo alarde de su plan de ajuste: "Al mismo tiempo de esos 15 puntos, 5 corresponden al tesoro nacional y 10 al banco central por lo que la solución implica por un lado un ajuste fiscal en el sector público nacional de 5 puntos del PBI que a diferencia del pasado caerá casi totalmente sobre el Estado y no sobre el sector privado", expresó gritando mientras sus seguidores gritaban a viva voz en la plaza de los Dos Congresos. 

Y sobre la herencia, enfatizó: "A su vez, el cepo cambiario, otra herencia de este gobierno, no sólo constituye una pesadilla social y productiva, porque implica altas tasas de interés, bajo nivel de actividad, escaso nivel de empleo formal y salarios reales miserables que impulsan el aumento de pobres indigentes, sino que además el sobrante de dinero en la economía hoy es el doble que había en la previa del Rodrigazo", dijo en la misma línea que en su discurso de campaña.

Muchas de las personas apostadas en el Congreso estuvieron presentes desde las 8 de la mañana. Es por eso, sumado al largo discurso de números de Milei que empezaron a gritar desesperadamente, la respuesta del libertario fue contundente: "A su vez, tranquilos que no termina acá, la herencia sigue", dijo y continuó: "Dada la situación de los pasivos remunerados del Banco Central, la cual es peor que la que había en la previa de la hiperinflación de Alfonsín, en muy poco tiempo se podría cuadruplicar la cantidad de dinero y con ello llevar a la inflación a niveles del 15.000% anual. Esta es la herencia que nos deja, una inflación plantada del 15.000% anual, la cual vamos a luchar contra uñas y dientes para erradicarla", expresó el nuevo presidente casi a los gritos. 

La libertad ¡Estalla!

Como también estallará la economía argentina porque según explicó el presidente electo: "Implica una inflación del 52% mensual, mientras que hoy mismo ya viaja a un ritmo, de acuerdo a estimaciones privadas, que oscilan entre el 20% y el 40% mensual para los meses entre diciembre y febrero".

Tras el despiadado anunció, Milei escondió la mano: "El gobierno saliente nos ha dejado plantada una hiperinflación y es nuestra máxima prioridad hacer todos los esfuerzos posibles para evitar semejante catástrofe, que llevaría a la pobreza por encima del 90% y la indigencia por encima del 50%", dijo y continuó: "En consecuencia, no hay solución alternativa al ajuste. Por otra parte, la herencia no termina ahí, ya que los desequilibrios en tarifa son soles equiparables al desastre que dejó el kirchnerismo en el año 2015". 

Milei analizó: "La deuda con importadores supera los 30.000 millones de dólares y las utilidades retenidas a las empresas extranjeras alcanzan los 10.000 millones de dólares" y agregó: "Como si todo esto fuera poco, esto transcurre en una economía que no crece desde el año 2011". Así se justificó: "Nos han arruinado la vida. Nos han hecho caer por 10 veces nuestros salarios. Luego de dicho cuadro de situación, que a todas luces parece irremontable, debe quedar claro que no hay alternativa posible al ajuste", expresó y lejos de sorprender a nadie, las personas que estuvieron en la plaza ovacionaron sin precedentes el ajuste. 

Tres razones para el ajuste de la economía argentina 

Milei expresó que no hay "lugar a la discusión entre shock y gradualismo" y dio tres razones por las cuales se hará un ajuste sin precedentes en la economía argentina: "En primer lugar, porque desde el punto de vista empírico, todos los programas gradualistas terminaron mal, mientras que todos los programas de shock, salvo el de 1959, fueron exitosos".

La segunda razón es: "desde el punto de vista teórico, si un país carece de reputación, como lamentablemente es el caso de Argentina, los empresarios no invertirán hasta que vean el ajuste fiscal, haciendo que el mismo sea recesivo" y la tercera y última razón con la que el Presidente justificará el ajuste es: "Para hacer gradualismo es necesario que haya financiamiento. Y lamentablemente, tengo que decírselos de nuevo, no hay plata", expresó sin pelos en la lengua. 

Para que quede claro, Milei concluyó: "No hay alternativa al ajuste, y no hay alternativa al shock. Naturalmente eso impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes".

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Al final de su discurso, Milei ya se justificó: "Naturalmente eso impactará de modo negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, los salarios reales, la cantidad de pobres e indigentes" y agregó: "Habrá estanflación, es cierto, pero no es algo muy distinto a lo que ha pasado en los últimos 12 años (...) Por lo tanto, hace más de una década que vivimos en estanflación. Por lo tanto, este es el último mal trago para comenzar la reconstrucción de Argentina". 

El nuevo Presidente acudió a un mínimo de esperanza: "Luego del reacomodamiento macro que vamos a impulsar, el cual será menos doloroso cuanto mayor sea la caída del riesgo país y cuanto mejor sea nuestra contención desde el Ministerio de Capital Humano, la situación comenzará a mejorar", casi irónicamente dijo: "Esto es, habrá luz al final del camino".

Claro que antes de terminar su discurso, tuvo tiempo para atacar a la que ahora será la oposición: "En el caso alternativo, la propuesta sensiblera progresista cuya única fuente de financiamiento en la emisión de dinero derivará en una hiperinflación que llevará al país a la peor crisis de su historia, sumado a que nos meterán en una espiral decadente que nos equiparará con la oscuridad de la Venezuela de Chávez y Maduro". 

La ovación de la gente al ajuste fue histórico: "Por lo tanto, luego de semejante cuadro de situación, no pueden quedar dudas que la única oposición posible es el ajuste, un ajuste ordenado y que caiga con toda su fuerza sobre el Estado y no sobre el sector privado". 

Para terminar, Milei apostó a la religiosidad, al misticismo y a lo espiritual para de alguna manera sobrellevar su discurso de ajuste con una cita del libro de Macabeos: "La victoria en la batalle no depende de la cantidad de soldados, sino la fuerzas que vienen del cielo. Por lo tanto, Dios bendiga a los argentinos y que las fuerzas del cielo nos acompañen en este desafío. Será difícil pero lo vamos a lograr". Gritando frenéticamente tres veces cerró: "¡Viva la libertad Carajo!".