Preocupante. En las últimas horas se dio a conocer la noticia de 40 despidos en el área del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) que corresponden a los ya 400 despidos que hubo desde que el gobierno de La Libertad Avanza con Javier Milei a la cabeza tomaron las arcas políticas argentinas.
A través del Boletín Oficial del Poder Ejecutivo en el que se publicó la Resolución 28/2024, quedó establecido el "inicio al proceso de readecuación de personal" que no es ni más ni menos que el "pase a situación de disponibilidad" de cinco trabajadores del INCAA. Sin embargo, los trabajadores aseguran que fue una oleada que llegó a 35 personas que quedaron en la misma situación.
Según los propios trabajadores del INCAA, no viven esta desesperante situación hace 33 años, durante los '90. ¿Justificativos? "(El organismo tiene) excedida la dotación óptima necesaria", la misma razón por la que pasaron la motosierra por la Casa de Moneda, Aerolíneas Argentinas y varios otros estamentos.
Nicolás Leonardo Vetromile, delegado de ATE, habló con el medio El Destape y contó su punto de vista como trabajador montajista del INCAA: "La dotación óptima que describe es casi tan precisa y real como el algoritmo de las plataformas", empezó y siguió: "Tenemos casi 40 compañeros en esa situación hace más de 2 meses y aun no les ofrecieron nada. Es más del desguace", dijo contundentemente.
En esa misma línea denunció: "Lo único que les interesa es reducir el 'costo' laboral y todavía no vimos ningún logro de esta gestión en términos cinematográficos", el trabajador también admitió: "Hace 33 años que no se pasaban trabajadores a disponibilidad".
Vetromile explicó que "desde diciembre del 2023, se suspendieron todos los concursos y los subsidios al cine que daba el INCAA, no se produjo ninguna película y la falta de actualización salarial hizo caer los sueldos de sus empleados en más de un 30% en términos reales".
Un claro ejemplo de la bajada de línea política es la censura de la producción audiovisual "Proyecto Aerolíneas" que, aunque ya tenía una declaración de interés público, a último momento el proyecto se dio de baja y contaba con las actas firmadas para su realización por el anterior presidente de la entidad, el productor Nicolás Batlle. La excusa fue que no se cumplieron con los plazos pactados para el comienzo del rodaje, aunque Carlos Pirovano, interventor del INCAA envió la notificación incumpliendo el método por el cual se informa que una producción está en falta.