El próximo domingo 23 de marzo marca un antes y un después para el sistema previsional argentino. Ese día vence la moratoria previsional, y el gobierno liderado por Javier Milei ha decidido no prorrogarla, dejando a unas 500.000 personas sin la posibilidad de acceder a una jubilación. Esta decisión, amenaza con profundizar la precarización de la vida de los adultos mayores en el país.
La moratoria previsional ha sido, durante años, una herramienta fundamental para quienes no lograron acumular los 30 años de aportes requeridos para acceder a una jubilación contributiva. Según datos de la Subsecretaría de Seguridad Social, aproximadamente dos tercios de las personas que alcanzan la edad jubilatoria recurren a esta medida.
Sin ella, el panorama es desolador: el 50% de los hombres que cumplen 65 años y el 69% de las mujeres que alcanzan los 60 años en 2024 no podrán jubilarse. En términos concretos, esto afecta a 243.000 personas (150.000 mujeres y 93.000 hombres) que quedarán fuera del sistema previsional contributivo.
La única alternativa para estas personas será la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), que equivale al 80% del haber mínimo jubilatorio. Sin embargo, acceder a la PUAM no es sencillo: se exige cumplir con estrictos requisitos socioeconómicos y patrimoniales que certifican una situación de vulnerabilidad social. Esto significa que, incluso en su versión más básica, el sistema previsional deja a muchos sin cobertura.
La decisión de no extender la moratoria tiene un impacto particularmente negativo en las mujeres. Hasta ahora, podían jubilarse a los 60 años con moratoria pero con el nuevo escenario, deberán esperar hasta los 65 años para acceder a la PUAM, un cambio que implica un alargue de cinco años en la edad jubilatoria. Además, quienes opten por esta pensión perderán derechos fundamentales, como la posibilidad de recibir una pensión por fallecimiento del cónyuge o conviviente.
Por si fuera poco, la PUAM es incompatible con otros ingresos laborales, lo que limita aún más las opciones de subsistencia para quienes necesitan complementar sus ingresos. En contraste, las jubilaciones ordinarias sí permiten trabajar y generar ingresos adicionales.
En marzo de 2025, los valores de las prestaciones previsionales son los siguientes:
- Jubilación mínima: $279.121,71 más un bono de $70.000, totalizando $349.121.
- PUAM: $223.297,37 más el bono de $70.000, alcanzando $293.297,37.
- Pensiones no contributivas (PNC) por invalidez y vejez: $195.385,20 más el bono de $70.000, sumando $265.385,20.
Estos montos reflejan una realidad alarmante: incluso con el bono adicional, las cifras están lejos de garantizar una vida digna para los adultos mayores en un contexto inflacionario en la Argentina de Javier Milei. La PUAM, en particular, representa una caída significativa en los ingresos respecto a la jubilación mínima, lo que agrava aún más la situación de quienes deben recurrir a ella.
Última Oportunidad para Acceder a la Moratoria
La decisión del gobierno no solo afecta las finanzas personales de los futuros jubilados; también tiene profundas implicancias para la calidad de vida y la expectativa de vida en general. Sin acceso a una jubilación contributiva ni a ingresos laborales complementarios, muchos adultos mayores enfrentarán dificultades para cubrir necesidades básicas como alimentación, vivienda y atención médica.
Para quienes cumplen con los requisitos actuales y desean jubilarse bajo la moratoria vigente, ANSES ha habilitado un sistema de turnos presenciales y virtuales hasta el 23 de marzo. Según informó el organismo: "Se puede sacar turno hasta el 23 de marzo. No importa si el turno es para después de esa fecha; tener turno hace que conserves el derecho a tramitar la jubilación con moratoria. Además, si al momento de sacar el turno no hay disponibles, el sistema te deriva automáticamente a una atención virtual donde te registran y listo; después te otorgarán un turno cuando haya, pero ya quedas registrada y no perdés el derecho a tramitar".
Esta medida permite que quienes cumplan con la edad jubilatoria antes del domingo 23 de marzo puedan iniciar el trámite aunque no logren obtener un turno inmediato. Sin embargo, para quienes no lleguen a esta fecha límite, las puertas del sistema previsional contributivo quedarán cerradas.
La decisión del gobierno de no prorrogar la moratoria previsional representa un retroceso significativo en términos de inclusión social y protección para los adultos mayores. En un país donde gran parte de la población activa enfrenta dificultades para mantener aportes regulares al sistema previsional, esta medida deja a cientos de miles sin acceso a una jubilación digna.
Mientras tanto, los números hablan por sí solos: más de 243.000 personas quedarán fuera del sistema contributivo este año, y las alternativas disponibles son insuficientes para garantizar una calidad de vida adecuada. Y ahora ¿qué respuesta dará el gobierno de La Libertad Avanza?