Conmovido y espiritual, el dirigente Juan Grabois expresó su posicionamiento político basándose en una carta encíclica del Papa Francisco "Dilexit nos", habló sobre la interna del peronismo entre Cristina Fernández de Kirchner (CFK) y Ricardo Quintela pero también dio su posicionamiento sobre el lugar que le toca ocupar a Axel Kicillof.
Al finalizar la charla, Grabois volvió a hablar sobre Francisco y su posible visita a Argentina que no se termina de confirmar pero que ya pone nerviosos a varios en La Libertad Avanza: "Se van alineando los planetas de a poco porque estamos tan mal socialmente y el gobierno tan evidentemente con una posición filosófica antagónica al Papa... aunque al Papa le gusta trabajar la idea de la unidad de los contrarios, es decir no buscar esconder la contradicción sino desarrollarla en un sentido positivo", dijo en diálogo con Argenzuela.
En esa misma línea, Grabois explicó que, según su punto de vista "la deshumanización de la Argentina no es producto de Milei. Milei es un producto de la deshumanización de la Argentina, la estandarización de cuatro modas políticas está en el sustrato social. La cultura del ganador, la cultura de la doma, la cultura de me cago en el otro, es previa a Milei".
Y, sobre eso, fijó postura: "Fijate el nivel de estupidez: el Vaticano es una unidad básica, el Papa es peronista. Ahí vos tenés un 30% de la sociedad y después tenemos que reflexionar sobre el nivel de degradación que estamos llegando como sociedad y cómo podemos tolerar cosas que antes nos resultaban intolerables; niveles de degradación de indigencia y de pobreza que antes nos resultaban intolerables porque nos acostumbramos a estar en el hoyo", dijo.
División de aguas: ¿CFK vs. Axel?
Grabois se metió de lleno en la discusión sobre la interna entre CFK y Quintela que, como coletazo dio vuelta la relación entre la ex presidenta y su hijo político Kicillof. Y, citando la "Dilexit nos" explicó: "(La encíclica) habla del corazón y estoy influenciado por 'dilexit nos' que quiere decir 'nos amó' y habla del corazón como núcleo y síntesis del pensamiento, de la voluntad, de la espiritualidad y dice que lo que nos está matando es que estamos perdiendo el corazón", dijo y analizó: "El dominio político tiene que volver a ser el corazón de donde brotan los sentimiento nobles porque sólo con la racionalidad o con la reacción o la apariencia no vamos a poder nuestras contradicciones internas ni lo más importante que es el drama del país en el que todos estamos implicados por acción, por omisión, por incapacidad".
Sobre la interna, puntualizó: "Pienso que falta corazón", dijo y reflejando la pelea por "las nuevas canciones", sentenció: "Toda canción tiene la parte de la melodía que es la más importante, que tiene el ritmo y la armonía es decir sus tiempos, sus voces".
Además, habló sobre la interna que sostiene CFK con Quintela y por si quedaba alguna duda, sostuvo: "Sería muy choto de mi parte haber estado en la casa de los protagonistas y no tomar una posición, aunque yo tomé posición colectivamente con Patria Grande y Argentina Humana que es la plataforma con la que estamos trabajando. Si Axel tenía que dar un gesto de autonomía frente a presiones que sentía o no le gustaban, eligió el peor gesto de autonomía", dijo contundente.
En ese sentido explicó su posicionamiento político frente a la actitud de Axel que no apoyó a Cristina abiertamente en la interna: "Hay algo humano ahí y es que cuando vos tuviste una mentora, hay algunas actitudes que son malas como la ingratitud, el resentimiento, la deslealtad. De esas hay una que está implícita en ese no pronunciamiento que es una ingratitud que no es noble humanamente".
Y, sobre Cristina, reveló que la separación de Axel "le hace daño emocionalmente" pero también puso en tela de juicio el veredicto sobre la Causa Vialidad que podría terminar con la dirigenta peronista en prisión domiciliaria: "El 13 de noviembre, una banda de rufianes la van a condenar. La posibilidad de que Cristina presida el PJ le permite -como a Perón en Puerta de Hierro- en caso de que la Corte Suprema no acepte la apelación, tener un rol para desarrollar el programa que ella desarrolló en sus cartas", dijo Grabois.
Sobre esa línea de análisis, Grabois explicó: "Yo solamente conozco una persona viva que hizo feliz a este pueblo y esa persona se llama Cristina. Lo que hablo con el esquema de Puerta de Hierro no tiene que ver con un deseo, tiene que ver con la posibilidad vinculada al lawfare y a la proscripción de la compañera" y, en esa línea comentó: "Todos sabemos que el 13 va a haber una condena y es muy feo que la principal respuesta a Cristina sea no apoyarla".
La interna peronista parece un cuento y no de hadas. Esto es lo que Juan Grabois puntualizó: "El corazón es pasión, también es irracionalidad, también puede albergar estas tragedias shakesperianas como Hamlet, Edipo, toda mezclada la situación y el que no entienda que en estas cuestiones se cruzan tácticas políticas pero también cuestiones personales, no puede entender la situación. Es un dato de la realidad, nos guste o no nos guste", dijo y siguió: "Cristina sufre mucho por esto y para mí fue shockeante porque todas las cosas eran debatibles o incluso tenía razón Axel. Es difícil analizarlo".
Cristina juega fuerte y lo sabe
Aunque las críticas para el lado de Axel fueron dinamitantes, las hubo también para el lado de CFK a quien llamó a "impedir la utilización de la patente de corso", esas figuras que funcionan como "una mafieta privada que los reyes y las reinas les daban una patente para que pudieran actuar en su nombre en las escaramuzas que habían", definió Grabois y puntualizó: "Es alguien que abusa de un poder delegado".
Aunque dijo que, "ni es toda La Cámpora ni nadie en particular de La Cámpora", sí explicitó: "Encontrás a cualquier boludo fuerte que no tiene ninguna militancia y por tener la patente de corso, quiere imponer sobre lo demás. A niveles de un municipio, un centro de estudiantes o un sindicato".
Analítico y punzante, Grabois explicó: "En el mundo de las apariencias, los malos de la películas son los de La Cámpora y el más malo es Axel. Pero yo no creo en esa hipótesis, pero sí sé porque lo viví que hay muchas personas que sin tener ningún mérito usan esa patente de corso para imponerse, muchas veces con ideas contrarias a las que defendemos", dijo y explicó que desde su posicionamiento político y el de sus compañeros: "Tratamos de tener una posición racional en la que también esté el corazón porque Axel hizo su carrera al lado de Cristina y en un momento de necesidad de Cristina... puede ser conveniente para él pero no es noble".
Quintela, capítulo aparte
Sobre el gobernador riojano que amenazó con judicializar la interna peronista en caso de que la Junta Electoral rechace sus avales para poder competir por la presidencia del Partido Justicialista, Grabois dijo: "Quintela me parece respetable por los primeros meses de gobierno (de Milei) y por la reforma de la Constitución, que es lo que conozco de Quintela y algunas charlas donde me parece que es un buen elemento de nuestro campo".
En contraposición, advirtió: "Pero (Osvaldo) Jaldo no. Entonces ahí veo que se refugian los que siempre quisieron destruir a Cristina, que fue la que le hizo cosquillas a este sistema, ahí empiezo a ver cosas como que hay que volver a traer a los Pichetto, a los Randazzo, es decir a panqueques profesionales, me da cosita. Porque en este momento, los que están con Milei, están contra el pueblo y el movimiento".
El peronismo del futuro
La tarea de la militancia según Grabois es "pasar de página", dijo y analizó: "Después cada uno hará sus reflexiones. En la provincia de Buenos Aires defender a nuestro gobernador en los próximos dos años. Eso está fuera de discusión por más que tengamos una lectura negativa de su decisión de no apoyar a Cristina en la interna del PJ".
En segundo lugar, también dio cuenta de que "hay algo que se rompió y hay que arreglar, sea o no sea candidato a presidente (por Axel) porque es un componente humano muy importante por todo el capital político que hay acumulado en él que no es mérito propio, hay miles de compañeros atrás".
Pero sin titubear, expresó: "Para mí esto es un capítulo terminado, puede haber otros de estos en términos del corazón donde se repare esa herida o puede no haberla y terminar siendo una cuestión más de política donde los sentimientos jueguen menos de lo que jugaron hasta ahora", dijo y concedió la carta de la pasión peronista: "El movimiento nacional siempre fue un movimiento que tuvo más desde lo afectivo y desde lo sentimental y eso le da su mística".
Grabois dijo que La Cámpora debería pasar por un "rebranding", no sólo de dirigentes sino "en la lógica, sin cambiar a los cuadros formados con buenas perspectivas para el pueblo. Hay un material humano que bien ordenado podría ser una oleada importantísima".
Si bien el dirigente no quiso mojarse cuando le preguntaron sobre la decisión de elegir a Axel como madrina política en vez de a su propio hijo Máximo Kirchner, fue él mismo quien cuestionó que en las presidenciales de 2023 no lo apoyó a él sino que dio un paso adelante con Sergio Massa: "No sé por qué no me apoyó. Cristina no es mi jefa, no es mi madre, a lo sumo es mi tía política", dijo enfáticamente y deslizó: "La Cámpora y el Axelismo, son mis primos, estamos hechos de otro material, nos hicimos en las organizaciones de bases, en la lucha de que se vayan todos e incluso en la lucha del primer kirchnerismo con los niveles de pobreza que se lo atribuimos a toda la casta y el kirchnerismo formaba parte de la casta, después empezamos a mirarlos con más cariño", dijo separando la paja del trigo.
En esa misma línea, Juan Grabois habló sobre el plan de gobierno que tiene con sus organizaciones políticas-sociales: "Nosotros queremos desarmar el núcleo duro de pobreza que no logró perforar el kirchnerismo porque sabemos que es un tema que no pasa por la macroeconomía, pasa por el corazón, por la Fundación Evita, pasa por la convicción absoluta de que donde hay una necesidad nace un derecho y no digo que Cristina no lo haya tenido pero para nosotros es la prioridad: primero los pobres, segundo los pobres, tercero los pobres y después vemos porque sino no se resuelven los problemas de la clase media ni los problemas de la capitalización del país. Sólo se resuelve que una élite restringida de sectores corporativos se enriquezca en cada ciclo de acumulación de capital".