por Gonzalo Prado
26 Noviembre de 2019 16:28Alejarse de los cargos, seguir haciendo política hasta cuando “le dé de comer a las palomas”, disfrutar de su casa y tomar distancia para mirar el entorno. Bajo esas cuatro premisas se centrarán los esfuerzos de la diputada nacional Elisa “Lilita” Carrió a partir de su renuncia, que será tratada en marzo del año que viene, de la Cámara de Diputados.
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Luego de que mantuvo un encuentro con los referentes su partido, la Coalición Cívica-ARI, a principios de semana y en donde les dio algunos pantallazos de lo que espera que sean los próximos años, Carrió siguió con las conversaciones antes de partir a Montevideo para participar de la salida del embajador argentino, el radical Mario Barletta.
Al regresar, y al menos hasta fin de año, tiene pensado dedicarse a lleno a la mudanza que realizó hace poco. Es que desde hace varios años que se encontraba construyendo su casa en un country en Exaltación de la Cruz y, ante la falta de avances decidió alquilar una propiedad en el mismo lugar. Ahora con la construcción ya terminada, que pagó con un crédito del Banco Ciudad, Lilita se mudó finalmente.
“Va a ser una especie de auditora, va a estar alejada pero atenta a todo”, sostienen desde su entorno en el que adelantan que su retiro solamente será de los cargos. Justamente luego de su renuncia a la Cámara Baja empezó con los trámites jubilatorios y se encontró con una sorpresa: en al ANSES sólo registraba aportes por 22 años.
Con esa situación Carrió tuvo que salir a desempolvar sus recibos de sueldo ya que aporta al sistema previsional desde 1978 cuando ingreso al Poder Judicial de Chaco, su provincia natal. “De no creer porque hace 25 años que integra la Cámara”, se rieron en su entorno.
El rol después del 10 de diciembre
Su rol de “ciudadana involucrada”, como comenzó a autodefinirse a partir de la semana que viene, por ahora evita estar dentro de la disputa interna que vive Cambiemos por el futuro liderazgo entre el presidente saliente Mauricio Macri por un lado y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, junto a la gobernadora saliente de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, por el otro.
Por lo menos hasta marzo monitoreará la situación pero tendrá diálogo permanente con diputados nacionales y legisladores provinciales que su partido logró cosechar luego de dos cierres de listas (2017 y 2019) en el que la tuvieron como una de las ganadora dentro del oficialismo; tan bueno fue el rédito que sacó que el 10% de la cantidad de diputados nacionales de ese bloque le responde.
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Si una de las máximas que sostuvo desde diciembre de 2015 a la fecha era que Macri tenía que convertirse en el primer presidente no peronista que logre terminar su mandato desde Alvear (1922-28) la salida del poder de Cambiemos trajo una nueva; la pronta a renunciar diputada nacional quiere sacarse ella de encima el mote de “rompedora de acuerdos políticos” y en vistas de eso remarcó que no será ella la que ocasione.“Cambiemos no lo voy a romper yo”, les remarcó en la semana.