La coalición opositora Juntos por el Cambio (JxC) llegó a un acuerdo sobre cuál será la postura que tomarán todos los socios de ese espacio con la crisis que atraviesa el presidente Alberto Fernández luego de la derrota que sufrió el Frente de Todos en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). Todo el proceso de puede reducir en tres ejes.
El primero es mantener un silencio casi total, con algunas intervenciones quirúrgicas; el segundo tiene que ver con el discurso y el tercero, el último de los ejes, apunta a al contexto en el que se da todo y, según consideran en Juntos por el Cambio, no desperdiciar el momento de cara a noviembre en donde pueden derrotar a nivel nacional al Frente de Todos.
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En diferentes charlas que mantuvieron en las últimas horas, los principales socios de Juntos por el Cambio (el PRO, la CC y la UCR) determinaron que sólo algunos dirigentes pueden salir a hablar en este contexto, y sólo en entrevistas que estaban pautadas de antemano. “Para no fallarle a la prensa”, consideró uno de los encargados de esas negociaciones.
Luego de eso, vendrá un silencio más fuerte hasta que empiecen a aparecer definiciones de la interna entre Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Lo segundo tiene que ver con una decisión de discurso que se centra en que el problema actual que se vive en la Casa Rosada no es una cuestión de gravedad institucional sino un problema de disputa de poder dentro del Frente de Todos. Y por eso se tienen que mantener ajenos al mismo.
“Esto es un conflicto del Frente de Todos, es una crisis del partido de Gobierno. No es una crisis institucional, ni golpe de Estado alguno. Es un conflicto del Frente de Todos, que está unidos sólo por el Poder. El tirón de orejas de la ciudadanía, le pierde perspectivas de poder para el futuro y empiezan a deshilacharse”, expresó una alta fuente de la coalición opositora.
“Es un tema interno del Gobierno y del Frente de Todos. Lo tienen que resolver ellos. El pueblo argentino está viviendo momentos de incertidumbre, pero todos tenemos la posibilidad de expresarnos en noviembre”, dijo hoy por la tarde el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta al ser consultado al respecto.
Es que en política existe una máxima que cuando el rival se equivoca se lo deja sólo para que se siga equivocando aun más. Sin embargo, en las charlas que hubo surgió el tema de qué sucedería si la situación escala lo suficiente. Por primera vez ante ese tipo de cuestiones la respuesta fue casi unánime.
Salvo que la crisis termine en una cuestión de gravedad institucional para el país, en Juntos por el Cambio tienen decidido rechazar cualquier tipo de convocatoria al diálogo por parte del presidente Alberto Fernández. “Cuando nos convocaron, terminaron perjudicándonos”, recuerda uno de los jefes comunales que estuvo el día en el que Fernández anunció la quita de la coparticipación.
¿Esto puede cambiar? Solamente si los miembros de Juntos por el Cambio vuelven a charlar y ponerse de acuerdo en la necesidad de apoyar al Presidente. Todavía no hubo charlas formales después de la carta de Fernández de Kirchner. Eso sí, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, aprovechó para una pequeña chicana contra Rodríguez Larreta. “Si yo hubiera decidido competir en la interna en la Ciudad, habríamos tenido el mismo problema que ellos ahora”, dijo.
El tercer eje tiene que ver con la posibilidad electoral. "No podemos dar un paso en falso en este momento. Estamos a dos meses de ganarle al peronismo unido en la provincia de Buenos Aires. Hay que dejar todas las diferencias de lado e ir para adelante", analizó uno de los principales dirigentes de ese espacio.