Después de haber estado entre la presión de Cristina Fernández de Kirchner (CFK) y el riojano Ricardo Quintela por las elecciones del Partido Justicialista en una interna sin precedentes, bajó la espuma y Axel Kicillof defendió a capa y espada a su mentora política que espera la decisión del Cámara de Casación Penal sobre la ratificación de la condena por la causa Vialidad.
En su conferencia habitual de los lunes por la mañana, el gobernador bonaerense no se midió y dio su apoyo irrestricto a la ex presidenta de la nación, haciendo hincapié en el posible caso de lawfare por el que atraviesa la mandataria peronista: "Se inaugura un nuevo género, derecho ficción, por el cual se sacan dictámenes judiciales donde no hay una sola prueba, un solo delito en los expedientes y donde a quien se acusa, Cristina, no tuvo la posibilidad de llevarlo adelante, ella nunca podría haberlo cometido por la funciona administrativa que tenía".
En esa misma línea, Axel explicó que "se generó un operativo para generar imagen negativa y luego se convirtió en algo casi del sentido común". Al mismo tiempo, sostuvo que "al examinar las hojas de los expedientes, no hay una sola prueba: no era incumbencia de ella ninguna de las decisiones que podrían haber tenido que ver con alguna irregularidad que, para colmo, no se cometió".
Lo que sucederá tiene nerviosas a las arcas del peronismo porque durante el miércoles 13, CFK deberá recibir la condena que, aunque no quede firme, es un gran golpe para su carrera política sobre todo si quiere ser presidenciable en el 2027. Respecto a este punto, el gobernador bonaerense fue contundente: "Es ficción, fantasía. Lo que se va a decir el miércoles no ocurrió, pero se busca generar una estrategia de disciplinamiento. Un juicio trucho y condena ficticia para ensuciar, embarrar".
Y, de cara al futuro respecto a lo electoral, Kicillof disparó: "El agravante es que en la condena incluye la prohibición de ejercer cargos públicos, por lo que es persecución y proscripción (...) es gravísimo en términos históricos, políticos y jurídicos, también de cara al futuro".
Kicillof subrayó que "las obras se hicieron y sin sobreprecios", que el juicio "inicia flojo de papeles" y que "no hay una sola prueba". En ese sentido reafirmó: "Nada de lo que se juzgó como delito había pasado. Esto consta en el expediente".
Bastante ofuscado, el gobernador de BUenos Aires reafirmó: "La condena ya está escrita, nos anuncian los diarios. Hay jueces que jugaban al tenis o fútbol con Mauricio Macri en su quinta y ahora aparecen como neutrales y van a dictar una sentencia", dijo y analizó: "Está todo mal, no hubo sobreprecios, ni obras sin terminar. Es un capítulo más en este proceso de persecución política, judicial, mediática al que llamamos lawfare".
Para cerrar y sin dejar dudas de su apoyo a la vicepresidenta, Kicillof explicó que su rechazo es "absoluto" y que repudia "lo que va a ocurrir el miércoles". Además, aclaró: "Queremos denunciarlo, deplorarlo y marcar nuestro absoluto acompañamiento y solidaridad con quien es la víctima de todo esto, que es Cristina. Desde el gobierno de la provincia vamos a seguir trabajando para que el Poder Judicial no se preste a estas maniobras".
Casi al unísono resonaron las palabras del ministro de Justicia y de Derechos Humanos, Juan Martín Menna que explicó que "no hubo un solo testigo ni perito que pudiera avalar la novela que primero se estableció en los medios de comunicación y luego fue sostenida por funcionarios públicos, por los fiscales".
En este punto, sostuvo que ninguna de las 51 obras públicas que se realizaron en Santa Cruz durante los 12 años de gestión de Cristina "no hubo sobreprecios en ninguna". Además, contundentemente resaltó: "Presa, muerta, proscripta, intentaron de todo contra una de las principales líderes de nuestra democracia. Desde las provincia de Buenos Aires, queremos advertir la gravedad de lo que está pasando".
Es el mismísimo Juan Martín Menna quien con el dirigente Juan Grabois llevarán adelante una jornada de lucha con una clase abierta a la que titularon: "CFK, el poder real y la mafia judicial: un caso de estudio de lawfare".