por Agustin Gulman
25 Septiembre de 2018 10:21El 25 de junio pasado la cotización del dólar en el Banco Nación cerró a $27,50. Ya había pasado la primera etapa de la “turbulencia” cambiaria y había transcurrido poco más de un mes desde que el Gobierno anunció que recurriría al FMI. Ese día la CGT llevó a cabo el primer paro de 2018 y el tercero contra la gestión de Mauricio Macri. Exactamente tres meses más tarde, la central obrera lleva adelante una nueva huelga con alto acatamiento, mientras que en Estados Unidos el Gobierno avanza en un nuevo acuerdo con el FMI. Qué pasó en la Argentina entre las dos medidas de fuerza.
Turbulencias, tormentas, “lo peor ya pasó”, corridas cambiarias, devaluación, cambios de gabinete, un megaescándalo de corrupción que salpica a empresarios de la obra pública y ex funcionarios, la abrupta caída en la imagen presidencial, suba de precios, metas inflacionarias por las nubes, el caliente debate por la legalización del aborto. Los últimos tres meses de la política argentina fueron, como mínimo, muy intensos. “Argentina es como un tren bala”, analiza ante BigBang un sindicalista que, casualmente, tiene experiencia en las vías.
Mauricio Macri, anoche, con la titular del FMI, Christine Lagarde.
Fueron tres meses, sí, pero que parecieron una eternidad. Atrás quedaron las metas del 18 por ciento de inflación anual y las expectativas de un déficit fiscal más laxas. Hoy los analistas anticipan una inflación que podría superar ampliamente el 40 por ciento. Algunos gremios incluso se animan a hablar el 45 %, y el jefe de La Bancaria, Sergio Palazzo, un hombre cercano al moyanismo, aseguró días atrás que “estamos en el peor de los infiernos con una inflación cercana al 50 %”. Y el Gobierno prevé para 2019 el déficit cero, según se desprende del presupuesto que envió al Congreso.
Con Camioneros fuera de la CGT, Moyano trabaja en la unidad de un sector del sindicalismo opositor.
“En estos tres meses se agudizó la conflictividad social, la inflación, el endeudamiento y los tarifazos”, graficó el jefe del sindicato de los canillitas, Omar Plaini, otro hombre cercano a Hugo y Pablo Moyano. El sindicalista señaló a BigBang que hubo gremios que acordaron un 15 por ciento de aumento y ya están perdiendo contra el incremento en el costo de vida. “No hablemos del asalariado solamente: el que tenía changas y el jubilado también perdieron”, sostuvo.
La CGT y el sector del gremialismo que responde al moyanismo convocaron al paro de hoy.
Exactamente tres meses fue lo que duró la gestión de Luis “Toto” Caputo al frente del Banco Central, cargo en el que asumió el 14 de junio, pocos días antes del paro general del 25, y que abandonó esta mañana sorpresivamente, mientras que en Manhattan el Gobierno busca sellar un nuevo acuerdo con el FMI para obtener un nuevo préstamo. ¿El reemplazo? Guido Sandleris, un hombre del riñón del cada vez más poderoso ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
Caputo renunció esta mañana. En su lugar asumirá Guido Sandleris.
De todos modos si de cambios se trata, el más importante se produjo durante el primer fin de semana de septiembre, cuando desde la Casa Rosada achicaron el organigrama estatal y redujeron la cantidad de ministerios, muchos creados por el propio Macri al asumir. Así, quedó un gabinete con diez ministerios y secretarías que fueron “anexadas” a los ministerios sobrevivientes a la tijera.
Pero eso no fue todo lo que dejaron estos 90 días de intensidad entre paro y paro. El primero de agosto la Argentina se despertó con un nuevo escándalo en puerta: el caso de los cuadernos de la corrupción que dijo haber escrito Oscar Centeno, el ex chofer de Roberto Baratta, ex mano derecha de Julio De Vido, que compromete no solo a ex funcionarios, entre otros a Cristina Fernández de Kirchner, sino también a históricos empresarios de la obra pública. La ex presidenta fue procesada como jefa de una asociación ilícita la semana pasada y, tarde o temprano, el juez federal Claudio Bonadio solicitará al Senado el desafuero para poder detenerla.
El escándalo de los cuadernos salió a la luz en agosto pasado.
“En el bolsillo de los laburantes la situación es demoledora. Nos firmaron un 15 % y ahora estamos con el 30 % de inflación, es muy poco, porque la inflación va a ser altísima”, dijo a BigBang el jefe de los Metrodelegados, Roberto Pianelli.
¿La nafta? El 25 de junio, cuando se llevó a cabo el anterior paro general de la CGT, el litro de nafta súper en YPF en la Ciudad de Buenos Aires costaba $26,50. Hoy, tres meses más tarde, cuesta $33,23.
¿Y el dólar? Entre paro y paro, el tipo de cambio de la divisa tuvo una variación superior al 40 por ciento, mientras que el peso se devaluó, en promedio, casi un 30 por ciento.