La postal de Santa Cruz es atípica. En Río Gallegos, la ciudad capital del kirchnerismo, Máximo Kirchner necesita salir a hacer campaña para convertirse en diputado nacional por la provincia donde nació. Pero la basura, que no se recoge desde hace más de cien días, está repartida por las calles, con bolsas rotas por el hambre de los perros y los residuos, sembrados sobre aceras y veredas. Todo eso comienza a darle un olor nauseabundo al escenario.
Los containers colmados de basura despiden un olor nauseabundo que inunda las calles y las casas.
Escenas de película
El paro de los empleados municipales se ve en las calles: el pago desdoblado por falta de recursos le agrega un clima enrarecido como el de un polvorín a punto de estallar, la tensión en la zona norte por la situación petrolera pone en jaque a la región y los reclamos en el sector de salud, que nadie escucha, convierten a los próximos días en un espeso guiso de problemas que ningún político quiere comerse. Todo parace salido de una escena de “Ensayo sobre la ceguera” (1995), el libro del premio Nobel, José Saramago, donde la gente camina en una ciudad nauseabunda.
El fin de semana se repartieron folletos en el centro de la ciudad bajo la consigna “Máximo Orgullo”, como una acción de campaña del grupo que acompaña al hijo de la Presidenta. En ellos se observa un mapa de la provincia como las obras que allí realizó el gobierno nacional y quedó claro que éste será el eje de la campaña.
Imágenes de película basada en el libro de Saramago, con Julianne More y Mark Ruffalo.
Aunque no hizo uso de la palabra, días pasado con la inauguración del Club Literario Ateneo Néstor Kirchner, Máximo lanzó su campaña, en un acto disfrazado de homenaje, al que se llegaron de Buenos Aires el candidato a presidente y gobernador bonaerense, Daniel Scioli; su vice y actual secretario de Legal y Técnica de la presidencia, Carlos Zannini y la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, quien intentará competir por la gobernación de la provincia. Ese día se montó un fuerte operativo, realizado por gendarmes que llegaron de Buenos Aires, para evitar desmanes, actos de violencia o piquetes en las rutas de acceso al aeropuerto.
De izq. a der.: Sergio Urribarri, Máximo Kirchner, Carlos Zannini, Daniel Scioli y Alicia Kirchner, en el Ateneo.
De campaña
Con este marco de fondo, Máximo inició su campaña visitando unidades básicas, junto a su pareja y funcionaria del ministerio de Salud, Rocío García, y con la segunda candidata a diputada Marisa Oliva. Su plan, realizar charlas en locales partidarios lo más lejos posible de las zonas de conflicto. En el FPV admiten que “es un momento difícil” para la campaña. Y en esto coinciden con sus rivales radicales.
Ayer el sindicato inicio el día con la quema de basura sobre la avenida Presidente Néstor Kirchner y finalizó con una denuncia del fiscal José Antonio Chan contra el gremio por “intimidación publica, desobediencia y daño agravado” y una prohibición de quemar “cubiertas o cualquier elemento” con posibilidad de aplicar multar en caso de desobedecer la medida judicial. El llamado de atención se extendió a la Policía provincial “responsable de garantizar el orden público”. Todo ocurrió a ante la mirada de los que manejan la inmobiliaria de Máximo Kirchner, su centro de operaciones.
La ciudad va tomando, de a poco, la forma de un gran basural a cielo abierto.
El clima no parece mejorar: el gobernador Daniel Peralta reconoce que sólo con la asistencia mensual de Nación -envía $ 280 millones- logra hacer frente a los sueldos, unos $ 700 millones para los activos.
Y como si fuera poco, a 699 kilómetros al norte de Río Gallegos, la situación petrolera preocupa. A la caída de inversiones y producción se le suman posibles despidos y suspensiones.
Frente a la puerta de un supermercado, otro container ya no tiene más lugar.
“No está sencilla Santa Cruz”, admitió Peralta y el kirchnerismo lo acusa de “despilfarrar dinero y no gestionar” dijo un dirigente cercano a Máximo. Alicia Kirchner, posible candidata del FPV para la Gobernación, no desconoce el estado en el que recibiría la Provincia en caso de ganar, lo cual “es un tema de preocupación”, reconocieron desde su entorno.
El radical Eduardo Costa siente que esta vez es su oportunidad de alzarse con la Gobernación.
En Santa Cruz, Eduardo Costa busca ser el próximo gobernador y tiene dos candidatos que se enfrentarán a Máximo: Héctor Roquel (UCR) y José Blasiotto (Frente Renovador).