27 Junio de 2017 10:01
A esta altura ya no quedan dudas: la estrategia electoral del kirchnerismo y Cambiemos apuntará a los dardos cruzados. En el macrismo apuntarán hacia el pasado, puntualizando en las causas por corrupción que investiga la Justicia sobre dirigentes K; mientras que el frente que lidera Cristina Kirchner insistirá en el ajuste implantado por el Gobierno, y duras críticas hacia el modelo económico.
A la hora de atacar al "enemigo", el kirchnerismo habla de "cruel ajuste". Del otro lado, los macristas se refieren a la "pesada herencia".
Parada en el pequeño escenario montado en el estadio de Arsenal de Sarandí, la ex presidenta fue más que enfática: varió su estrategia de discursos extensos y en solitario para contar “historias del ajuste”. Allí presentó a 15 personas que se quedaron a su lado y que, por una u otra razón, según la ex mandataria fueron víctimas del modelo económico y político de Cambiemos.
Cristina le habló directamente a las "víctimas" del modelo económico de Cambiemos.
Esa tarde hubo investigadores del Conicet, representantes de pymes y clubes de barrio afectados por la suba de tarifas, personas que sufrieron la quita de las pensiones por discapacidad y quienes perdieron el empleo. La lista que oficializó Cristina el sábado va en esa línea: una economista, un sindicalista y el ex presidente del Conicet serán algunos principales candidatos.
El frente Unidad Ciudadana por el que se postula Cristina focalizará en las medidas de ajuste adoptadas por el Gobierno de Mauricio Macri desde su asunción. Los despidos, el cierre de fábricas y la quita de las pensiones son algunos de los ejes en los que remarcarán los candidatos a lo largo de la extensa campaña. “Defender los derechos que perdió la gente”, será otro de los ejes.
El macrismo insistirá en la idea del "pasado" y las causas por corrupción que investigan al kirchnerismo.
Antes de que se confirmaran las candidaturas en el Gobierno apostaban a que Cristina sea la candidata. Aunque reconocían que la campaña se tornaría mucho más violenta, con duras críticas de ida y vuelta. Sin embargo, facilitaría la polarización. Así, el objetivo de Cambiemos es insistir entre la idea del “futuro” y la del “pasado”, una estrategia similar a la utilizada en 2015, que arrojó buenos resultados y le permitió a Mauricio Macri llegar a la presidencia, bajo la bandera del "cambio".
En esa línea, hoy fue el propio ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien disparó que el regreso de Cristina a la escena política genera cierta preocupación en sectores de poder económico: “Quienes están pensando en abrir una fábrica, dudan cuando ven la posibilidad de volver al pasado”. Pero además, el macrismo volverá a insistir con su estrategia de “proximidad”, que incluye timbreos, trabajo territorial y la insistencia en los cambios logrados en el año y medio de gestión. La cara visible será María Eugenia Vidal, la dirigente con mayor imagen positiva, junto a los candidatos Esteban Bullrich, Gladys González y Graciela Ocaña.
Polarización. El objetivo del Gobierno es polarizar con la ex presidenta Cristina Kirchner.
Inevitablemente, dicen desde el kirchnerismo, la campaña girará en torno al presente económico. En cambio, rechazarán y minimizarán las críticas por las graves denuncias por corrupción que persiguen a varios candidatos y ex dirigentes, entre ellos Cristina Kirchner y su ex vice, Amado Boudou. Ayer, la primera candidata a diputada nacional por Unidad Ciudadana, Fernanda Vallejos, sostuvo, en tono polémico: “A la gente no le interesa lo que le sucede a Boudou; uno se engancha con esas novelas cuando no tiene problemas en la casa, pero no cuando no alcanza la plata para comprarle la leche a tus pibes”.
En el kirchnerismo aseguran que el objetivo estará puesto en “interpretar los problemas de la gente”. Para eso, insistirán en “hablar de quienes pierden derechos y cómo se los puede recuperar”, tal como explicó Jorge Taiana, el segundo candidato a senador de Unidad Ciudadana. Sin embargo, desde el macrismo insistirán en que “Cristina es el pasado”. El diputado oficialista Eduardo Amadeo sostuvo que “Cristina tiene una mochila difícil de levantar, en cuestiones de corrupción, pobreza y mala administración”.