El ministro de Salud, Ginés González García, busca retomar la delantera en la agenda pública para buscar torcer las voces internas dentro del Frente de Todos que hace varias semanas piden su cabeza. Junto con el ministro de Educación, Nicolás Trotta, es uno de los apuntados para dejar el gabinete a partir de marzo, mes en el que se especula con un eventual recambio que llevaría adelante el presidente Alberto Fernández.
Desde principio de diciembre, González García empezó a ver con preocupación algunos números sanitarios de la pandemia y decidió ponerse al frente del operativo de “miedo” para conseguir que se genere mayor consciencia en la sociedad. Uno de los puntos clave también era no repetir los errores de principio de la pandemia, cuando afirmó que el coronavirus (Covid-19) no iba a ser un problema y que había otras enfermedades que requerían mayor atención.
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En esos días, González García además estaba muy activo en sus declaraciones, en off, a diferentes periodistas y no son pocos los que en la Casa Rosada le adjudican las primeras versiones del toque sanitario que Fernández quiso implementar luego, pero tras el desgaste en la opinión pública que no tuvo el apoyo esperado por parte de los gobernadores.
Después de quedar en un segundo plano en las negociaciones con Rusia por la Sputnik V, que encabezó la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, el titular de la cartera sanitaria fue recuperando poco a poco apoyo dentro del Gabinete. Sin embargo, la decisión ya estaba tomada desde diciembre: en un principio, lo charlado era que abandonara el Ministerio una vez que esté "aceitada la campaña de vacunación" en el país.
El cargar con el "boleto picado" lo llevó a más un de traspié no sólo en su relación con el presidente, sino con los aliados dentro del Gabinete que, pese a los errores de gestión, reconocen su trayectoria.
Esto se vio hace 15 días cuando hubo una fuerte crítica interna hacia la viceministra dio una entrevista al diario Página 12 en la que fue consultada sobre el debate mundial en torno a las campañas de vacunación y la posibilidad de espaciar la segunda dosis de la vacuna, para poder inmunizar (con menos eficacia, pero mayor velocidad) a más cantidad de población en tiempos en los que las vacunas son un bien escaso a nivel mundial.
Vizzotti reconoció que era un debate que se estaba dando a nivel mundial y sus dichos fueron tergiversados en la interpretación de la nota, cuya lectura no tenía revés: en la primera repregunta, la funcionaria aclaró que ese tipo de aplicación era imposible con la Sputnik V, por su composición química. Dentro dela cartera sanitaria quien salió con los tapones de punta fue el jefe de Gabinete y sobrino del ministro, Lisando Bonelli.
“Le quiso serruchar el tiempo antes de lo previsto”, remarcó una alta fuente oficial que respalda al ministro. Pero Vizzotti contó con el apoyo del presidente y del propio jefe de Gabinete, quien se encargó de remarcar el apoyo de Fernández a la funcionaria en reiteradas entrevistas y la contuvo también en el ámbito privado.
En su empresa por mejorar su imagen después de varios errores en el manejo de la pandemia, Ginés sumó un impensado aliado: el diputado nacional y presidente de la Comisión de Salud, Pablo Yedlin.
El tucumano, que era uno de los que estaba en carrera para ocupar el cargo, salió con los tapones de punta contra Vizzotti. “Se ha comunicado muy mal, hay errores gravísimos que han influido en la desconfianza de la gente hacia las vacunas", dijo en declaraciones a la prensa. Sin mencionarla, apuntó directamente contra la Secretaria de Acceso a la Salud que, por ahora, cuanta también con el aval del Instituto Patria ante el eventual cambio de figuras del Gabinete.
La pregunta ante esta interna es: ¿por qué González García busca mejorar su imagen si ya le llegaron todas las alertas, menos la confirmación oficial, de que le pedirán que deje el cargo una vez que la pandemia se termine o sea controlada?
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Cerca del sanitarista evitan hacer declaraciones al respecto, pero desde hace semanas en los pasillos de la Casa Rosada señalan que la intención del titular de la cartera sanitaria es que Bonelli sea sucesor y no otro.