13 Agosto de 2024 12:50
Mientras toda la prensa está extasiada con la violencia de género de Alberto Fernández y la denuncia por violencia de género que inició su ex pareja Fabiola Yáñez, la difícil realidad social no termina de agravarse y desprende estadísticas que demuestran lo difícil que es la vida en el país para quienes menos tienen. Un informe reciente de Unicef expuso la cruel realidad que viven las y los niños en la Argentina, donde 10 millones comen cada vez menos carne y un millón se va a dormir sin haber hecho una de las cuatro comidas diarias. En el país de las vacas y los granos, el hambre no debería existir.
La comparación de los 10 millones de niños que comen menos carnes y lácteos es en relación a junio del 2023, antes de que el oficialismo de La Libertad Avanza (LLA) y Javier Milei se haga con los destinos del país. En la encuesta revelan que, además, el consumo de frutas y verduras bajó en un 58 por ciento, mientras que todos estos alimentos (más saludables) son reemplazados por las harinas -especialmente los fideos- que aumentaron su presencia en la dieta infantil en un 24 por ciento.
Esta realidad está lejos de ser una problemática propia de los sectores de mayor pobreza e indigencia. En el informe se detalló que en siete de cada diez hogares que padecen la cruel realidad de saltearse una de las cuatro comidas -ya sea el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena-, lo hacen con mayores que tienen trabajo estable, aunque en un 60 por ciento de esos casos este es informal.
"Frente a la insuficiencia de ingresos, las familias se endeudan, dejan de comprar alimentos nutritivos o medicamentos, lo cual empeora significativamente la calidad de vida de sus integrantes", informó la representante de UNICEF Argentina, Luisa Brumana. "Estos datos sobre la situación socioeconómica buscan contribuir a la toma de decisiones para el desarrollo de políticas que permitan a estos hogares salir de la pobreza, de acuerdo a nuestro mandato de cooperación con los Estados nacionales y provinciales", agregó.
La realidad se agrava aún más cuando se tiene en cuenta que "en nueve de cada diez familias, los ingresos no alcanzan para comprar la misma cantidad de productos básicos que en 2023". Además, afirmaron que "en el 82 por ciento (de los casos), los ingresos no logran solventar gastos específicos de chicas y chicos, como útiles escolares, transporte, vestimenta y calzado".
La tendencia de consumir menos también afecta otros aspectos de la vida cotidiana, como la salud. Esto implica que "en un 23 por ciento de los hogares se dejaron de comprar medicamentos" y que "en un 32 por ciento, se redujeron los controles médicos y odontológicos". Además, en un 9 por ciento de estos hogares, las familias abandonaron sus prepagas y cobertura médica.
"Los datos de la encuesta muestran las dificultades que tienen los hogares con niñas y niños para generar ingresos suficientes y, de esta forma, acceder a alimentos y afrontar gastos corrientes básicos. Esto se produce en un contexto donde las partidas presupuestarias de la Administración Nacional dirigidas a la niñez y adolescencia muestran una caída del 25 por ciento en términos reales en los primeros cinco meses de 2024 con relación al mismo período de 2023", explicó Sebastián Waisgrais, del departamento de Inclusión Social y Monitoreo de Derechos de Unicef Argentina.
Los "planeros" y un relato que se cae
La encuesta de Unicef detalló que el 93 por ciento de las y los entrevistados considera que los subsidios y los programas estatales redistributivos son necesarios, aunque la realidad indica que en casi siete de cada diez casos, el dinero que perciben no alcanza para afrontar ni siquiera la mitad de los gastos.
Según el informe de Unicef sobre el presupuesto nacional de 2023, con foco en infancia, "en los primeros cinco meses del año se ha protegido particularmente la AUH con un incremento del 15 por ciento en términos reales respecto del devengado en el mismo período de 2023". Aunque esto no tiene relación con "el resto de las partidas que componen el presupuesto transversal de niñez de la Administración Nacional muestran, en líneas generales, caídas interanuales, en algunos casos significativas".
"Esto hace necesario, una vez más, hacer un llamado a priorizar los recursos destinados a la infancia. Los incrementos del Apoyo alimentario del Plan 1000 días del 41,5 por ciento y de la Prestación Alimentar del 8,6 recientemente otorgados, van en la dirección adecuada para proteger ingresos en contextos de vulnerabilidad", señaló Waisgrais.